Amor a prueba de adversidades

Capitulo 15: Recuerdos y sospechas.

Alessandro

Mi madre se encuentra instalada en la mansión, no me molesta su presencia, pero siento que algo oculta, tal vez solo son cosas mías. Hoy hablaré con un investigador sobre el Anónimo que ha vuelto aparecer después de un mes sin hacerlo, y estoy seguro de quw la responsable es Isabelle, pero para poder denunciarla formalmente por difamación necesito pruebas. Por lo que la mandaré a investigar para saber todo lo que ha hecho durante estos años, pero por sobre todo para atraparla cuando haga el más mínimo movimiento que confirme mis sospechas de que es el anónimo.

 Mi amigo sigue en la casa, piensa quedarse una temporada cosa que me agrada así recuperamos el tiempo perdido.

 Lo de la investigación decidí no decirle a nadie, hablar de ella en esta casa no es grato por lo que mejor me ocupo solo del asunto.

  

—Hiciste muy bien hijo, te dije que esa mujer era mala y te traería problemas —habla mi madre cuando entro a la casa después de sacar a Isabelle. Por un momento, pensé en volver por ella, afuera está haciendo mucho frío y ella tampoco conoce el lugar, pero no sé merece nada, me ha estado engañando todo este tiempo.

 

—Madre ahora no —respondo furioso mientras me encamino a la habitación. Al llegar y ver todas sus cosas, comienzo a tirar sus perfumes y maquillajes que estaban en su mueble. Luego me dirijo al armario sacando todo lo que le pertenece, voy rompiendo todo y tirándolo por el cuarto. Me encuentro furioso no pude ser tan tonto de creerle, me enamoré de una perra traicionera. Cuando me cansó de destrozar todo lo que veo salgo para dirigirme a mi despacho.

 

Al estar ahí, me sirvo un vaso de whisky para tomarlo de golpe, de la bronca lanzo el vaso contra la pared para después acercarme hasta esta y comenzar a golpear con mis puños. Lo hago hasta que me canso y termino en el suelo, eso dolerá mañana pero lo que más me duele es su traición. Creí que me amaba, que seríamos feliz y aunque era muy pronto formaríamos una familia pero era toda una farsa.

 

Durante toda la noche solo bebo mientras me lamento por no ver lo que estaba pasando frente a mis narices.

 

Ha pasado una semana desde que la saqué de mi vida, aunque trate de hacer como si nunca hubiera existido no pude. No ha vuelto lo que confirma que yo tenía razón sino se hubiese defendido, ya debe estar junto a su amante en Francia.

 

Mi vida se ha caído en pedazos, el alcohol se ha vuelto mi aliado. Mi amigo y mi madre han sido mi apoyo durante todo este tiempo.El Alessandro idiota y confiado queda enterrado y nace Alessandro un hombre frío y cruel, acabaré con los que se metan en mi camino.

 

Aunque odie recordar mi pasado siempre lo termino haciendo, pero a este punto ya me he resignado. Al fin de cuenta eso me convirtió en quien soy hoy en día, me la he pasado todo el día trabajando.

 

El teléfono suena por lo que lo tomo, es mi secretaria avisándome que el investigador ha llegado. 

Esté ingresa a la oficina saludándome educadamente a lo que respondo del mismo modo. Seguidamente toma asiento al frente del escritorio, por lo que comienzo a darle instrucciones.

 

—¿La debo investigar por completo? —pregunta. No me interesa su vida o lo que haga con ella por lo que niego—. Oh, solo quiere saber si es la persona del anonimato y las pruebas que la inculpen —asiento em respuesta ante su entendimiento.

 

—Solo eso, ¿cuánto tardará? —pregunto porque necesito cerrar este tema de una vez por todas.

 

—Eso depende, tal vez dos semanas o incluso un mes —explica.

 

 Eso es mucho tiempo, pero entiendo que no encontrará la información rápido.

 

—Está bien, le he depositado la mitad la otra se la daré cuando esté el trabajo hecho —informo. 

 

—Perfecto nos mantendremos en contacto —responde para seguidamente levantarse y retirarse.

 

A continuación, me pongo a cerrar unos contratos, así se me pasan las horas. No sé en qué momento ha oscurecido, estaba tan concentrado que no me di cuenta que ya había anochecido, mi reloj marca las nueve y treinta de la noche. 

 

Decido que ya es suficiente por lo que ordenó todo para después dirigirme al estacionamiento, al pasar por recepción mis empleados ya se ha ido. Después de caminar unos minutos llegó al auto, hoy decidí manejar por lo que entró en el lado del conductor y comienzo mi camino a casa.

 

Al cabo de veinte minutos llegó a mi destino, bajo del auto y entro a la mansión. No sé escucha ni un ruido en todo el lugar, pero al seguir mi camino logro escuchar una conversación.

 

—¿Estás seguro que funcionará? —pregunta una voz que pertenece a mi madre parece estar enfadada cosa que me confunde.

 

—Caro que sí, pero nadie se puede enterar —le responde ahora Elliot —. No debemos hablar de esto aquí alguien nos puede escuchar.

 

—¿Qué es eso que nadie puede saber? —pregunto entrando a la cocina al mismo tiempo que se sobresaltan por mi presencia. Recuperan sus posturas enseguida y tratan de aparentar que nada ha pasado.

 

—No sabía que volvías temprano hijo —habla mi madre tratando de evitar el tema.

 

—No cambies de tema y responde —digo entre dientes.

 

—Nos ha descubierto —confiesa mi madre logrando que me desconcierte. ¿De qué habla? —, estábamos preparando una fiesta en la mansión, y como a ti no te agradan queríamos que fuera una sorpresa —explica, pero no puedo creerles. Decido hacer como que les creo, últimamente los he notado sospechosos.

 

—Aah, sabes que no me gustan pueden hacerla en otra parte.

 

—Está bien hijo tal vez más adelante lo pueda hacer —le quita importancia y solo asiento para después dirigirme a mi habitación en dónde me ducho para después acostarme ya que no he tenido mucho apetito estos días, es como si sintiera que algo malo pasará. 




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