Isabelle
A lo largo de esta semana me he reunido durante las tardes con el abogado para ver qué haríamos en el juicio, no me han permitido verlos porque estaba muy pronto el juicio. Ahora mismo nos encontramos sentados en los Estrados del juzgado ya que en unos momentos comenzará lo que tanto he esperado.
Mis hijos se encuentran en otra sala por lo que ni siquiera los he podido ver de lejos.
—Solo te voy a pedir que te controles —me habla el abogado —. Es probable que digan cosas que no has hecho en tu vida, pero eso no quiere decir que reacciones mal ya que empeorará las cosas —explica.
—Trataré de no hacerlo —respondo soltando un suspiro. No veo la hora de volver a casa con mis hijos.
Las puertas se abren y por esta entra un señor mayor que supongo se trata del juez. Pasa por a lado de nosotros y se sigue al frente. Luego, toma asiento mientras mira unos papeles.
—Daremos inicio al caso de la Señora Durant —habla el juez encargado del caso —. La Señora es acusada de no estar apta para el cuidado de dos niños de cinco años, además por su enfermedad no puede cumplir con sus deberes como antes y esto dificulta la vida de los niños.
—Señoría tengo pruebas de que mi cliente es capaz de hacerse cargo de sus hijos. Es verdad que está en un tratamiento, pero eso no la limita si se trata de sus hijos —interviene el abogado entregándole las pruebas al juez.
—Tomaré unos minutos para ver las pruebas —informa y todos permanecemos en silencio durante más de media hora mientras él analiza toda la información que hemos entregado.
Cada minuto que pasa me pone muy nerviosa, solo espero que sean las pruebas necesarias. Han venido los médicos y Zoé como mis testigos, ojalá todo salga bien. También se encuentra el abogado que defiende a la persona que está detrás de la denuncia, la cual no he visto aún. El abogado contrario también ha entregado pruebas que según ellos me acusan.
Después de unos cuantos minutos, él Juez dice que seguirá el juicio. Por lo que nos mantenemos en silencio esperando. Todos los testigos dan su testimonio, los abogados defienden a sus clientes, me la he pasado nerviosa porque tengo un mal presentimiento. Al terminar todo el juez comienza a dar la resolución que me pone los nervios de punta.
—He analizado las pruebas de ambos lados —comienza —. En este caso lo primordial es el bienestar de los niños, por lo que he tomado un decisión para que tengan una vida tranquila y feliz que es lo que deben tener a su edad —continúa hablando para este momento me encuentro demasiada ansiosa por no saber lo que pasará —. He llegado a la conclusión de que la Señora Lombardi en primer lugar por su problema de salud, que es bastante complicado por lo que he visto, no se encuentra en las mejores condiciones para cuidar de dos niños menores de edad. Por otro lado, tampoco tiene un trabajo estable, por lo que no cuenta con lo necesario para mantenerlos económicamente, además de que se encuentra viviendo en casa de una amiga que por cualquier problema o enfrentamiento quedaría sin un lugar donde vivir y esto afectaría a los menores. Y por último, tiene una causa judicial por fraude, fiestas clandestinas lo cual no la deja para nada bien en estos momentos, también está el caso de que los menores Alessandro Matteo Durant y Chiara Juliette Durant no fueron reconocidos por su padre por lo que tampoco tienen esa opción —sigue hablando y cada una de sus palabras me golpean con fuerza, en este momento sé que me los quitarán, y solo puedo llorar de la impotencia —, es por eso que considero que la Señorita no se encuentra apta para cuidar de los menores a su cargo , como mi deber es ver por el bienestar y la seguridad de los niños he decidido que deben quedar en uno de los hogares del estado, hasta que usted pueda demostrar que merece su patria potestad, si desea visitarlos será todo como les indiquen las encargadas del lugar. Desde este momento los niños no están más bajo su cargo, lo de su causa afectó demasiado su caso debería arreglarlo —concluye dejándome aún más destrozada de como
—Por favor no me los quite, yo puedo cuidarlos ellos son mi vida, por favor —suplique en medio del llanto sintiendo como si me estuvieran arrancando mi corazón y es que sin ellos no tengo ningún motivo para seguir —, no me los pueden quitar S`il vous plait (por favor) — seguí suplicando al tiempo que termine cayendo de rodillas siento como alguien me abraza muy fuerte y sé que se trata de mi amiga incondicional.
—Así te quería ver maledetta puttana (maldita zorra) —habla con burla esa voz que me provoca odio. Es Lorenza Lombardi la maldita mujer que se ha encargado de destruir mi vida
¿Como no lo pensé antes? Ella está detrás de esto, ni siquiera le importa que sean sus nietos.
—Tú fuiste la que hiciste todo —digo entre dientes al mismo tiempo que me levanto del piso y limpio mis lágrimas de un manotazo.
Ahora lo comprendo todo, ella lo hizo e incluso fue la responsable de la denuncia, estaba todo bien planeado. Nunca tuve posibilidad de ganar el juicio.
—Que inteligente eres, lástima que no supiste con que te enfrentabas al metértele hasta por los ojos a mi hijo —gruñe asqueada. No lo sabía, pero no me arrepiento de haberlo amado ya que de ese amor nacieron mis tesoros más preciados —Me salió todo bien, mi hijo no creyó tus palabras esa noche y nunca lo hará. Es tan ingenuo, si viera a esos niños quedaría sorprendido de los parecidos que son a él pero lástima que jamás se verán ya que me encargaré de que los adopten a tus bastardos y nunca vuelvas a saber de ellos —asegura sonriendo con prepotencia. No puedo creerlo ella ha sido capaz de tanto —En el pasado te salvaste, pero esta vez no cometeré el mismo error —concluye y hago lo único que puedo en estos momentos, veo como su rostro gira bruscamente por la cachetada que le he dado.