Capitulo 23: Sufriendo por ellos.

Alessandro

    Hace minutos nos informaron que podemos verla, muero por verla, pero sé que su amiga ha sido su apoyo por lo que le dije que pasará primero. Los minutos parecen eternos, Isabelle se encuentra estable según dijo el médico, pero debe estar controlada por cualquier problema que se pueda presentar. Ahora mismo, se encuentra sedada ya que no quieren que se altere por ningún tipo de situación, sé que puedo provocarle mucho estrés, pero no quiero dejarla sola de nuevo, por eso, aunque me rechace seguiré a su lado, su desprecio será mi castigo.

    Al enterarme de su enfermedad, solo pude odiarme más, de solo imaginarme lo que habrá sentido cuando se enteró de su enfermedad, aparte de que le querían quitar a nuestros hijos, por eso se vio tan presionada, tanto que me busco como último recurso, dejando de lado su orgullo y dignidad por ellos. No puedo imaginar la desesperación que sintió cuando todo se le salió de las manos, pero ni así se rindió. Su amiga me ha contado que después del juicio término en la clínica, en dónde esos monstruos no les importo dejarla sin tratamiento, pero como una guerrera siguió buscando la forma de recuperar a sus hijos, y de conseguir el tratamiento para vencer su enfermedad.

   Dejo mis pensamientos de lado cuando escucho pasos, al levantar mi rostro me encuentro con Zoé, está solo llora mientras dice en un susurro "puedes pasar". No digo nada por el contrario me levanto de la silla para caminar hasta la habitación en dónde se encuentra el amor de mi vida, la mujer a la cual no me cansará la vida para pedirle perdón por mi idiotez. Cuando llego abro la puerta lentamente y ahí se encuentra, tiene un respirador nasal, ha dicho el médico que su frecuencia cardíaca estaba muy rápida, se encuentra conectada a algunos cables, mientras esa máquina muestra sus latidos. Sin poder evitarlo siento las lágrimas bajar al mismo tiempo que me acerco para agarrar su mano, y llevarla hasta mi boca dejando un suave beso en su palma. Creo que estos días han sido lo que más he llorado en toda mi vida. Se ve tan frágil que siento que se puede romper o desaparecer en cualquier momento.

   Me quedo por varios minutos observando su rostro pálido, su delgadez que me asusta, pero el médico dijo que es normal en su caso y que debemos ser fuertes y estar preparados. Cosa que es imposible, cómo ser fuerte si mi mujer está enferma y mis hijos lejos.

   Tomo asiento en el banco que está cerca de la cama, llevo mi mano libre a su rostro mientras que con la otra sigo sosteniendo su mano.

  El tema de mis hijos está siendo tratado por mi abogado, aún no ha conseguido la forma de que pueda verlos. Solo confío en que sea pronto, los necesito y sé que su madre los necesita más que nunca. Mis pequeños hijos nacieron días antes de mi cumpleaños, la vida me los ha regalado y yo no los supe cuidar como lo que son los seres más valiosos que tengo junto a ella.

  He intentado mover mis influencias para poder verlos y volver a tenerlos con nosotros, pero es todo un proceso. También he hablado con el abogado que contrato Belle, y me ha dicho algo que me ha provocado impotencia y rabia, tal parece que mi madre tiene que ver con todo esto. Esa mujer aparte de separarla de los niños, de estar involucrada en la denuncia y clausura del local de Izzy, no conforme se presentó en el juicio y le provocó un colapso a mi mujer. Solo puedo sentir odio, rabia, desprecio, asco por ella y por Elliot.

  Mi mujer siempre ha tenido un corazón enorme, es amable, incondicional, inocente e ingenua, y las personas en lugar de cuidarla como se merece la terminamos lastimando.

   Solo deseo que ella se recupere y para eso debe estar tranquila y conseguir el trasplante. Ese es otro tema complicado, el único donante posible sería su hermana, pero nunca han tenido una buena relación, de igual forma pedí una cita para hablar con ella en estos momentos me importa poco lo que tenga que hacer, pero de qué soluciono todos los problemas los soluciono.

  Dejo de pensar cuando siento movimiento en la cama, mi mujer intenta reincorporarse, pero no lo logra al no tener fuerza, por lo mismo me acerco un poco más para sostenerla y ayudarla a sentarse. Está solo se acomoda para retroceder en el lugar y así deje de tocarla. No la presiono es obvio que no me quiere cerca y con justa razón.

—¿Cómo te sientes? —pregunto. Ella me observa unos minutos para después girar su rostro evitando que nuestras miradas hagan contacto.

— ¿Ahora te importa mi salud?, que yo sepa dijiste que no te importaba lo que me sucediera —dice mientras frunce su ceño producto del enojo —. No necesito tu lastima así que mejor vete y no vuelvas más —pide mientras de un solo movimiento se arranca la intravenosa de su brazo, para seguidamente levantarse de la cama, cuando reaccionó vuelvo a acercarme los pasos que me hizo retroceder, y la tomo de la cintura cuando está a punto de caer en el frio piso.

—¡Que mierda haces! —grito enojado por su actitud. Ella solo me observa con sus ojos cansados.  Me destroza verla tan mal, desearía ser yo el que esté en esa maldita cama con tal de que ella no tenga que sufrir —. Belle, debes estar en observación no estás para nada bien así que te vas a quedar tranquila y harás lo que el médico diga —declaró al mismo tiempo que la tomo en mis brazos para depositarla con suavidad en la camilla. Le abrazo con todas mis fuerzas sin querer soltarla, está al contrario empieza a golpear mi pecho mientras llora, solo me quedo quieto dejando que se desahogué.

—No tienes derecho a aparecer así —dice en medio del llanto. No respondo solo dejo que siga —. Me dejaste, me abandonaste cuando dijiste que me amarías y protegerías toda la vida —mientras ambos lloramos llenos de impotencia. Le fallé, y aunque ahora este para ellos, el daño ya está hecho —. No estuviste para mis hijos —dice dejando de golpear mi pecho para apoyarse en este y abrazarme a lo que correspondo de inmediato —. Los perdí, me los quitaron y tú no me ayudaste —susurro con tristeza y amargura —. Te suplique ese días, pero no te importo y me echaste como en el pasado.