Amor a prueba de adversidades

Epílogo.

Dedicado a: Todas mis personitas especiales que me han brindado su apoyo.

Isabelle

     Sonrío al sentir el viento que desordena mi cabello, no podía dormir por lo que he salido al balcón de nuestra habitación, me permito agradecer a Dios que me ha dado la oportunidad de ser feliz sin restricciones, de poder tener a mi familia a mi lado, y por sobre todo de tener salud que es lo más importante.

 

—¿Qué haces afuera, cielo? —escucho la voz ronca de mi esposo a mis espaldas para seguidamente sentir sus manos en mi abultado vientre de seis meses. Sí, mi amado esposo tenía razón de que en menos de un mes tendríamos un ser habitando mi vientre, a las dos semanas de que regresamos me hice un test de embarazo por su insistencia, aunque debo reconocer que también lo sospechaba, y efectivamente dio positivo, me acuerdo que se emocionó tanto que comenzó a gritar por toda la casa que sería padre nuevamente.

—No podía dormir, y tampoco quería despertarte así que decidí salir a disfrutar del amanecer —explico mientras me apoyo por su cuerpo disfrutando de sus caricias en mi abdomen —. Al parecer nuestra pequeña está muy inquieta —le digo sonriendo, era obvio que le iba a ganar. Pero lo más gracioso fue hace dos meses cuando nos enteramos que sería una pequeña princesa. Aless se volvió loco, y desde ese día se ha puesto más paranoico de lo normal, dice que se está preparando para proteger a sus dos hijas de cualquier idiota, y pues mi mini Aless no se queda atrás, no me deja hacer nada cuando no está el sobreprotector de su padre. Por otro lado, Chiara está celosa por la llegada de su hermana, claro que pensamos que esto pasaría, pero no al extremo de no querer acercarse a mí y de lanzarme sus juguetes cuando ve a su padre acariciar mi vientre.

—Pequeña traviesa debes dejar que tu madre descanse —le habla Aless cuando se agacha a la altura de mi vientre, su voz solo ha empeorado las patadas de mi bebé, ya que siempre que él le habla se desespera y pareciera que quiere salir.

—¡Auch! —exclamo al sentir una patada cerca de mi costilla e inmediatamente me llevo ambas manos a mi vientre tardando de calmar el dolor.

—¿Estás bien, mi amor? ¿Acaso ya nacerá? —pregunta asustado.

—No, aún falta tres meses para eso. Solo es tu hija que será una gran futbolista si patea así —logro articular cuando el dolor va desapareciendo.

Principessa, no te muevas tanto que a mamá le duele —le susurra con voz suave a mi vientre e inmediatamente sus pataditas son menos dolorosas y siento como me derrito de ternura. Mi momento preferido es cuando él y Matteo le hablan, provocando que mi beba haga un revuelto, lo cual me encanta, aunque a veces duela —. ¿Ya has pensado en un nombre? —pregunta levantado su rostro para observarme.

Fiorella Alessia Lombardi —respondo con ilusión, pero al verlo pensativo se me borra la sonrisa —. ¿Acaso no te gusta? —cuestiono con ganas de llorar, si es algo de lo que me tuve que acostumbrar, a veces por cualquier tontera lloro. Él me mira con los ojos como plato, pero rápidamente se recompone, para seguidamente levantarse y agarrar mi mano para comenzar a caminar hacia nuestra habitación. Una vez, allí me ayuda a sentarme en la cama junto a él.

—Me ha encantado, amor. Es solo que me estaba imaginando a una pequeña niña con tus preciosos ojos verdes —dice al mismo tiempo que deja un beso en mi frente y para después mirarme ternura —. Mi único sueño desde que te conocí, ha sido formar una familia, y lo estamos logrando, te amo —habla para seguidamente unir sus labios con los míos y así empezar a moverse en la misma sincronía, y luego de unos minutos tomamos distancia para recuperar el aliento —. Ven aquí, amore mio —pide señalando sus piernas, así que me levanto para rápidamente acomodarme en su regazo.

—No podemos abrazarnos por mi mini panza —digo divertida al tiempo que despeinó sus rubios cabellos, el por su parte lleva sus grandes manos a mi trasero para apretarlo un poco provocando que emita un gemido que es silenciado por su boca —. Es pervertido, señor Lombardi —hablo juguetona mientras me muevo un poco y sé que ese mínimo movimiento de mi parte ha despertado a su amiguito —. Ups, lo siento cariño —me disculpo con fingida inocencia mientras intento escapar de su agarre, pero ni siquiera puedo moverme debido a su fuerza.

—¿Pensaste que te dejaría escapar traviesa? —pregunta con picardía, y sin saber cómo de un segundo a otro me encuentro recostada en la cama con el arriba de mí, pero sin aplastarme con su peso —. Que dichoso soy, tengo cuatro ángeles en mi vida —dice al tiempo que reparte besos por mi cuello —. Eres exquisita, amore mio —susurra cerca de mi oído.

—¿Me está tentando señor Lombardi? —pregunto perdida en el deseo que me producen sus besos.

—Cómo cree señora... —las voces de mis soles interrumpen sus palabras —. ¡Mierda! —se queja mi esposo porque sus hijos lo han interrumpido.

—¡Mamá, papá! —gritan mientras golpean la puerta, y agradezco que estemos acostumbrados a llavear, o de lo contrario mis peques habían presenciado nuestra pasional escena.

—Voy amores —les digo para que esperen —. ¿Me dejaras levantarme? —pregunto al ver que no se mueve.

—Para ti es fácil, pero yo estoy duro por tu culpa —habla entre dientes al mismo tiempo que se levanta para dejarme libre de su agarre.

—Uhh, pues deberás tomar una larga ducha. —digo burlista antes de comenzar a caminar hasta la puerta.

—Ya me las cobraré —amenaza desapareciendo en el cuarto del baño.

—Mami, Chiara ha roto los regalos de nuestra hermanita —dice mi hijo apenas abro la puerta, e inmediatamente llevo mi vista hasta Chiara, que no luce nada asustada, y si es tan, pero tan parecida a Aless que ni quiero imaginar los reniegos que tendré en un futuro.

—¿Qué has hecho, Juliette? —pregunto seria tratando de intimidarla, pero no lo logro en lo absoluto, ya que ella me desafía con la mirada ¿Cómo puede hacerlo? Yo a su edad le tenía miedo hasta a hablar —¡Te estoy hablando, Chiara Juliette Lombardi! —le reprendo perdiendo la paciencia, pero está me ignora para seguidamente girarse y comenzar a caminar hacia otro lugar.




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