Ya estando de regreso mi padre, muy contento con los medicamento en casa, les dio las gracias a mi primo Ronald y lo abrazó.
Ese mismo día por la noche, me estaba duchando, al enjuagarme el cabello, noté que en mi mano tenia pelo, ahí me di cuenta que se me estaba cayendo el cabello, me sentí mal, pero luego reflexioné y me dije en mí mismo.
-El cáncer se podrá llevar mi cabello, pero no se llevara mi mente y mi corazón.- en ese momento empecé a quitarme el pelo, cuando salí de la ducha, mi madre se dio cuenta y se puso triste, lloró, ahí mi padre decidió afeitarme y él se afeito también, se raspo la cabeza para que yo no me sintiera mal, pero en realidad no le preste mucha atención a eso.
Las personas me preguntaban que si yo tenía cáncer, pero unas de las forma para que superes el cáncer es decir no tengo cáncer, estoy muy bien, a pesar que lo tenga. Siempre hay que tener la mente enfocada en curarte y pensar que lo que estás pasando es solo una simple gripe.
Me tocaba mi segunda quimioterapia, estando en el hospital estaba un paciente de ocho años de edad, diagnosticado osteosarcoma. “cáncer de hueso” en la pierna, era muy cascarrabias y no quería estar en el hospital, lo acompañaba su padre y su madre. Lo conocimos ese día, el paciente, se llama Daniel y sus padres Moisés y Mary cruz compartimos con ellos, muy buenas personas, mi padre se hizo muy buen amigo de Moisés y su esposa.
Llegando Jesús lo saludo, el preocupado me dice que no consiguió el medicamento, mi papá le dio como regalo una capsula del medicamento, Jesús y su madre, feliz le dió las gracias a mi padre. Yo en ese momento charlaba con Jesús, lo había embromado con su cabeza rapada, le pregunte si Victoria no lo ha visto así.
A lo que me respondió.
Yo cargaba un gorrito por que no quería que me viera la cabeza rapada y pálida. También empiezan a preguntar por mi casa porque yo tengo la cabeza rapada, a lo que no me gustar estar explicando, es por eso que las persona la cual me decía, si yo sufría cáncer, le respondía que no solo es una simple gripe, le explique eso a Jesús.
En ese momento nos llaman para recibir la quimioterapia, esta vez Jesús y yo si quedamos juntos. Íbamos a recibirla por una semana completa, la quimioterapia nos tocaba ese día, luego los siguiente día era pura hidratación.
Ya terminando el primer día, las enfermeras y doctores me pedían que tomará mucha agua, yo no sabía el por qué me lo podían.
Empezando con el segundo día, recibiendo pura hidratación y tomando poca agua, mi padre me obligaba a tomar agua.