Amor & Rosas

Sé feliz. apezar de las abversidades.

CAPITULO I

 

“Si a los 25 años, aun no te sonríe la vida eres un vago”, me dijo mi madre un día. Después de tres horas seguidas jugando con el celular recordé esto, me detuve y pensé: -¿A mí me sonríe la vida? ¿Qué carajo he hecho bien en 24 años?, bueno muchas cosas, no me quejo de mi vida, pero ¿A qué se refería ella al decirme eso?, ¿y porque parezco loca hablando conmigo misma? Bueno, no lo sabré nunca, así que tengo que ir averiguarlo- (Me dije)

Realmente no hice nada después, solo me senté en el sofá y encendí la televisión, estuve ahí dos horas con mi refresco de litro un cuarto Pepsi, con una bolsa grande de Chettos, ¡Sí! viendo Caricaturas.

En un día Domingo siempre decido descansar, porque es mi único día libre en la semana. Trabajando 5 años en la misma compañía de tele-comucaciones y aun no me daban ese asenso que tanto pedía al charlatán de mi jefe, un hombre poco racional dueño de casi media cuidad, -¡Ja! Disque nunca tiene dinero para asensos, ¡Que egoísta!- (Rezongue).

A la mayoría de mujeres, ahora les encanta parecer quienes no son, presumir lo que no tienen y si tienen, quieren opacar a las chicas inteligentes y sencillas; no lo saben pero desde mi punto de vista, la feminidad se ve muy estúpida si usas tantas extensiones hasta parecer tan falsa como su disque inteligencia, la mayoría de ellas son feas ya sin su “maquillaje natural”. Las manos con los mejores manicure, se hacen peinados muy caros, y les satisface lucir un cuerpazo con ropas que dejan poco a la imaginación, luego se molestan por los idiotas que les hablan en la calle, y ciertamente muchas aparentan tener una cara de una delicada actriz del cine para adultos. ¡Carajo!, sí que critico cada vez que lo pienso. En fin, y en un mundo de mujeres así creo ser cualquier Mery con una coleta alta, pantalones ajustados con poca feminidad, ¡Por eso es que no tienes novio! –Voz de mi amiga Dayani en mi cabeza-. (Rezongo al escucharla).

Suelo notar, que a los chicos les parece atractiva una mujer muy arreglada, pero a la hora de buscar al amor de su vida ya no necesitan ver tanta falsedad en ella. Es lo que pienso, el día que llegue el hombre indicado lo sabré, mientras tanto me consentiré hasta más no poder. Mi última relación fue hace cuatro años, duró poco, el afecto que yo sentía por él dejo de existir cuando lo vi con otra besándose, realmente fue horrible verlos ahí en el restaurante cuando el mentiroso dijo que solo era una reunión de negocios, ¡Idiota!…(Dije cuando lo vi) ¿Pero que puedo hacer cuando no te toman enserio?. No entiendo cómo pueden cambiar la belleza por un buen corazón. Y a mis amigas ya les urge conocer a mi “Príncipe azul”, y saben que posiblemente moriré sola, contemplando mi bolsa de Chettos mientras veo la vaca lola, -A mi hermanita le gustaba- (pensé).

Quiero saber si la vida me sonríe, pensaré en la vida que llevo a la vida que quiero… (Estuve pensando por 10 minutos). -Eso no estuvo bien. Bueno, no estuvo para nada genial, tengo que hacer algo con mi vida- (me dije). Así que al día siguiente, desperté temprano, me coloque mi mejor ropa y renuncié a mi empleo. Pero no fue genial, pues me arrepentí después, claro que al charlatán de mi jefe no le importó, dijo que Dios escuchó sus plegarias y estaba agradecido conmigo.

Hace dos horas estoy aquí en el café lamentándome de haber pensado en la vida que quiero y ahora me quedé sin trabajo, -¡eso te pasa por torpe!– (grité en el café, las personas presentes me veían como si yo fuese un extraterrestre. Rápidamente tomé mi celular y fingí estar discutiendo con alguien) -¡Que imbécil!-

-¿Ahora qué haré?, bueno mientras lo pienso caminaré a mi casa- (me dije mientras caminaba por la calle). Iba por toda la calle descalza, mis zapatos de tacón alto era buena idea para ir al trabajo, pero no mi primer opción para caminar hasta mi casa. No quería hablar con nadie, ni siquiera que me miraran pero parecían no funcionar mis poderes imaginativos de decirle a las personas lo que siento cuando veo fijamente a sus ojos -¡Que ni se te ocurra saludar!– (Le dije a alguien que pasaba por ahí).

Compré un periódico y dos bolsas grandes de Chettos, -este será un día de mucha tensión ¿No es así Mery Ángeles?- (Me dijo Henry el de la tienda). -Yo solo pienso en cuántas bolsas de chettos tendré que comerme para poder recuperar mi estabilidad- (Respondí).

-Ring Ring-Ring Ring- (Suena teléfono)

-Holaaa…- (Voz con flojera)

-¿Mery hija, cómo estás?-

-¿Mamá, que pasa?-




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