Capítulo 26.

Peter me pidió que para la tarde noche de hoy no hiciera planes, cosas sencilla de cumplir porque realmente no tenía nada planeado. El lugar al que llegamos está bastante alejado de la ciudad, hasta tuvimos que subir a una pequeña colina que da a un claro, el aire es fresco así que me da algo de frio, como era una salida juntos me decidí por llevar un vestido largo blanco muy bonito y tierno que había comprado hace un año pero nunca encontraba la ocasión ideal para usarlo. Él no dice nada, solo se saca la campera de vaquero y la pone sobre mis hombros mientras seguimos caminando, aunque pregunte varias veces a donde vamos no ha querido decir nada.

Cuando llegamos al final de la colina me sorprendo al ver una manta tendida en el pasto y una canasta a su lado.

—¿Esto es? —Pregunto girando en su dirección. Me da un apretón en la mano y continua su camino, solo me dejo guiar impresionada con el nivel de detalle.

El lugar es bonito, se nota que es un lugar que se alquila para picnics, hay luces puestas por los árboles dándole un tono mucho más romántico lo cual me hace sonreír.

—Es una cita —Responde cuando llegamos frente a la manta—. Técnicamente es tu primera cita por lo cual sentí algo de presión —Bromea.

—Una cita... —Digo incrédula. Siento un nudo en la garganta, como somos adultos no pensé en citas... digo, no sé muy bien como funciona esto pero las citas me parecen algo que jovenzuelos hacen . Así que miro a Peter enternecida, que busque cosas como preparar un plato o idear una cita me hace preguntarme si en verdad es real.

Me siento sobre la manta y estiro las manos para abrir la canasta, veo unos sándwiches, masas dulces, y dos botellas de jugos.

—¿Tu empacaste esto?

Se sienta a mi lado negando con la cabeza.

—Podría mentir pero no lo hare —Busca mi mano como hace siempre y traza líneas mientras continua hablando—, el lugar te ofrece el paquete con la canasta incluida.

Me hecho a reír y recuesto mi cabeza en su hombro.

—Aun así me dejaste sorprendida —Deja un beso en mi cabeza—. El lugar es hermoso... es increíble que se puedan ver estrellas desde aquí.

—Lo que me lleva a mostrarte mi otro descubrimiento —Me muestra una app que descargo en el celular. Es para poder ver líneas de constelaciones, me pide que me acueste a su lado y apunta la cámara al cielo, unas líneas se dibujan en la pantalla lo cual me impresiona.

—Esa es Andrómeda —Dice mostrándome una.

—¿Cómo sabes eso? —Pregunto curiosa.

—Lo dice allí —Dice riendo. Yo lo hago al notar que en el costado de la pantalla lo dice.

Me molesta un rato y luego seguimos viendo las estrellas que según Peter la mayoría deben de ser satélites pero que ignorara aquello. Luego de un rato se me cansa la vista y decidimos comer, habla de que hubiese preferido un picnic por la mañana o tarde pero debido a nuestro trabajo es un poco difícil así que se decanto por esta opción.

—Hablando de trabajo... mañana es mi último día en la sala de emergencias.

—Lo sé —Acomoda un mechón de mi cabello—. Estoy orgullosa de mi pequeña pasante.

—Hey —Le pincho el costado con el dedo, en un gesto que lo toma por sorpresa. Él se ríe y vuelve a recostarse sobre la manta con un suspiro cómodo apoyando un brazo detrás de su cabeza como si estuviera en casa mirando las estrellas desde el sofá de su casa.

Yo también me dejo caer a su lado pero esta vez giro levemente sobre mi costado para verlo mejor. Apoyo un codo en la manta y uso la mano para sostener mi cabeza.

Así puedo observarlo sin esfuerzo sin parecer demasiado obvia. Él gira su rostro hacia mí, ver la sonrisa de Peter es de mis cosas favoritas...

—¿Siempre miras de esa forma a tus citas? —Pregunta divertido.

—No lo sé —Respondo—. Es mi primera cita.

—Cierto... —Murmura riendo—. ¿Estás nerviosa?

—¿Mm?

—Por tu rotación.

—No... más que nada estoy triste.

Su ceño se arruga.

—¿Te pone triste?

—No podre verte todos los días como de costumbre...

Hablar de esta forma con Peter no se siente algo incomodo, en todas las veces en las cuales comencé a abrirme con él, cada una de ellas fue especial, me hace sentir validada y comprendida, nunca me dice que las emociones que estoy sintiendo son exageradas. Todo lo contrario me escucha y responde con cuidado.

—Tampoco voy a poder verte todos los días —Dice soltando un suspiro haciéndome ver que no soy la única que va sufrir aquí.

Mi pecho se encoge al escucharlo.

—Voy a estar en cuidados intensivos con el doctor Lee y el doctor Morgan —Digo intentando sonar positiva.

—¿El alto? —Pregunta burlón—. ¿El qué parece que va más a modelar que a trabajar?

Suelto una risa suave.

Él se estira en mi dirección y estira una de mis mejillas, su mirada luce preocupada.

—¿Qué voy a hacer si mi hermosa novia llama su atención? —Siento el calor en mis mejillas—. ¿Y si terminas enamorándote del modelo? —Su tono es juguetón.

—Tranquilo, no pienso enamorarme en cuidados intensivos.

—Ah, entonces estabas considerando hacerlo en emergencias —Replica al instante con una ceja levantada.

—Quizá...

Peter se ríe y su risa me contagia, me jala hasta que termino acostada en sus brazos.

—No importa a que área vayas —Dice decidido—, voy a buscar excusas para ir a verte —Advierte.

—¿Excusas médicas?

—Mm, no necesito excusas —Por su voz me puedo imaginar que esta sonriendo—. Dudo mucho que alguien se atreva a preguntarme que hago en otra área.

Suelto una carcajada, tiene razón. Aunque muchos hablan de lo cambiado que lo ven aun así le siguen teniendo miedo.

—Me vas a hacer llorar de la risa.

—Estoy listo para contener a mi pasante llorona si hace falta.

—No soy llorona.

—Pero que sepas que si lloras por culpa del doctor Lee... se las verá conmigo.

Vuelvo a reír, estar con él así juntos es algo que sin duda alguna extrañare cuando comiencen mis rotaciones...