Estaba en su oficina, tenía un sin fin de papeles por firmar y una reunión por la tarde, desde luego ya tenía preparado su discurso pero siempre ese tipo de cosas le causaban nervios.
Se escucharon unos toques en la puerta, en cuanto lo vio lo reconoció de inmediato, era Kim taehyung, director general pero también un gran amigo. Apenas y había cruzado esa puerta y ya tenía una sonrisa en su rostro, demasiado alegre podría definirse a ese chico.
—Crei que ya te habrías ido a almorzar— dijo yoongi recostandose sobre el espaldar de la silla.
—Quería que fuéramos juntos ¿Estás ocupado?.
—solo un poco— respondió cansado.
—te ves estresado— dijo y empezó a mirar todo lo que estaba encima del escritorio.
—No estoy estresado— dijo cortando de una vez.
— Esa es la típica respuesta de alguien que cree que puede con todo y no necesita ayuda— respondió seguro.
—Tal ves no lo estuviera si tuviera a mi secretaria ahora mismo, aunque la señorita Lee me a estado ayudando no es suficiente ¿Cómo es que es tan difícil contratar a alguien?— Refutó molesto.
— ji-eun necesita un aumento de sueldo, esa mujer de verdad es valiente para soportar a alguien como tú
YoonGi dió un suspiro y busco las dos carpetas que Lee le había dado, de nada le servía pelear con el insolente de TaeHyung, ni siquiera había mirado su interior pero sabía lo que era.
— Toma— le extendió el primer currículum — mira ese y yo revisaré este.
—¿Que es?— pregunto tomandolo con duda pero no hubo necesidad de respuesta en cuanto leyó la primera página.
Taehyung observo el perfil, era una chica.
—Aqui dice que estudió economía, administración y gestión de comunicaciones... habla inglés, mandarín y un poco de francés, además de su idioma natal, tiene 25 años, nacionalidad coreana y...
—Espera— interrumpió cerrando la otra carpeta en sus manos — ¿Crees que todo eso sea cierto?— no salía de su asombro ya tampoco podía entender como una alguien con tantos títulos solo busque un puesto de secretaria.
—Aqui lo dice, además... Es hermosa— chasqueó la lengua ante su comentario e intento arrebatar la carpeta de sus manos pero taehyung se lo impidió
— Solo continúa leyendo — dijo ante su fallido intento.
— Creo que está mujer está mucho más capacitada que tú para ejercer la presidencia de la empresa — dijo sin dejar de ver su foto en una esquina de la página.
— No seas idiota— se levantó pues por arte de magia el apetito había vuelto a él y quería salir a comer. — Dile al gerente Kang que reúna a ambas chicas para mañana a primera hora y por favor deja el currículum sobre el escritorio, te conozco y no quiero que molestes a esa mujer.
— Que mal concepto tienes de mi— el modo indignado de TaeHyung estaba activado.
— Ya vámonos.
( . )
Observo por última ves su aspecto en el espejo, se veía bien, nada exagerada para su primera entrevista pero lo suficiente para dar una buena impresión.
Después de varios meses ocupando puestos y trabajos de medio tiempo, turnos por la noches y demás cosas al fin tenía una entrevista sería. El conseguir trabajo estable en estos tiempos no es algo sencillo y eso lo tenía claro.
Para hacer un recuento de que había pasado con Malena y su pequeño hermano comencemos con el día en que el chico vestido de blanco se cruzó en su camino.
Para empezar no fue contratada en la empresa de textiles, llegó demasiado tarde. Segundo, consiguió un empleo como animadora en un parque de diversiones -en el que por cierto tampoco le fue bien- pero al menos conocio un amigo. Tercero, intento hacer su propio negocio con productos de maquillaje pero ¿Adivinen que pasó?... Si, fracaso. Ah y por último y no menos importante la visita de la trabajadora social es en una semana -buena noticia- nótese el sarcasmo.
Ahora sí continuemos.
Ya había dejado a su hermano en la escuela, tomo un bus directo a su entrevista, después de todos lo intentos no se daba por vencida, pero algo le decía que está ves todo sería diferente o al menos eso era lo que decía cada ves que conseguía un trabajo en el cual era despedida semana después. Quería pensar que no era su culpa si no más bien un tema de suerte.
Entro decidida, miro a su alrededor, el ambiente común y corriente de una empresa importante, tensión y trabajo por doquier. Se acercó a recepción donde saludo.
— Buenos días— se dirijio a la chica sentada del otro lado.
— Buenos días, ¿En que puedo ayudarte?— hablo la recepcionista a lo que a duras penas pudo entenderle pues llevaba un chicle en la boca.
— Vengo para la entrevista de trabajo — la máquina de hacer bombas de chicle alzo una ceja —es para el puesto de secretaria — puso un papel sobre en bordillo— esto es lo que me dieron el primer día que vine.
—Mmm— dijo la recepcionista al observar— puesto de secretaria— Continuo a lo que Malena asintió.
— Si. Eso fue lo que dije
»— Espere alli— señalo unas sillas junto a la pared— en un momento la atendera el Gerente— finalizó.
Hizo caso y se sentó. La veía com tomo el teléfono y lo sostenía con su hombro apegado a su oído mientras se limaba las uñas. Miro hacia otro lado, específicamente a su lado. Una mujer de cabello corto, maquillaje perfecto, piel blanca y sin mancha, un vestido increíblemente bello que llegaba un poco más abajo de sus rodillas y unos tacones rosa pastel decoraban sus envolvían sus pies.
Desvió la mirada en cuanto se dió cuenta que la chica volteo a verla, se sintió apenaba, la había observado demasiado.
Por un momento se sintió intimidada y muy pequeña a su lado, aunque estaba segura de sus capacidades era inevitable que sintiera inseguridad sobre su vestimenta al tener aquella mujer a su lado.
Minutos después después llegó el gerente y condujo a ambas a la oficina y dice ambas porque resulta que la otra chica que estaba a su lado venía por el mismo puesto.