Despues de darme un baño me siento como nuevo, lo necesitaba, tenía que quitarme este olor a alcohol mezclado y bajarme la calentura.
La suavidad de su piel, la sutileza de sus caricias y cada curva de su cuerpo me tienen al borde del abismo, después de tanto tiempo vuelvo a sentirme vivo y no quiero que está sensación sea pasajera, algo del momento y que después pueda cansarme. Malena acaba de levantar bandera verde que me invita a seguir y no pienso desaprovecharla, tal vez considere lo de ir despacio, quiero conocerla primero, quiero darme por primera vez esa oportunidad con alguien, aunque ese, sea un proceso demasiado lento para mí.
Saco algunos vegetales de la nevera entre otros ingredientes y me frustró al saber que mi conocimiento en la cocina es tan pobre. No quiero morirme por mi propia mano así que busco en mis contactos un sitio de comida a domicilio para tomarme esa sopa que tanto deseo.
Estoy secando mi cabello cuando una llamada de TaeHyung interrumpe mi búsqueda y chasqueo la lengua al recordar su abandono. Por primera vez en la mañana se digna a llamarme y preguntar si amanecí vivo.
Me quedo en silencio escuchando todas sus escusas y como habla tan rápido que no puedo enterderle.
— No te hagas el semental si ambos sabemos que disfrutaste que Malena se fuera contigo— dice y me doy por vencido a seguir la ley del hielo con él.
— Tal vez...— respondo.
— ¿Solo tal vez?, No me convences para nada así que iré a ti y quiero me lo digas de nuevo mientras me miras a los ojos. Mentiroso.
— No lo sé... No quiero a traidores cerca.
— ¿Estás seguro?, Porque aquí en mis manos tengo algo que te puede hacer cambiar de opinión — necesito saber que está tramando.
— No podrás convencerme aunque te humildes ante mi. Me dejaste solo, ebrio y pasando miles de vergüenzas ante la chica que me gusta, eso te hace un mal amigo.
— Gracias a este mal amigo esa linda pelirroja durmió contigo... ¿O me equivoco?.
— Te equivocas.
— Mentiroso— me dice por segunda vez— Vamos abreme la puerta, te traje algo que se que te va a gustar y compensará mi supuesto error.
¿Abreme la puerta?
Camino hasta el vestíbulo y enciendo la pequeña pantalla a un lado de la puerta y en efecto. El traidor está justo frente a la puerta esperando con una bolsa enorme en sus manos.
— ¿Que traes ahí?— lo interrogó aún sin abrirle.
— Mi tiquete de entrada, así que no seas rencoroso y déjame pasar.
— ¿Que, si no quiero?.
— Te quedarás sin un desayuno decente.
Desayuno significa comida así que le le abro tan rápido como puedo pero recuerdo que debo mantener mi pose de amigo traicionado y me hago el indignado cuando dice buenos días en su inglés a medio pelo.
— ¿Ella está aquí?— husmea el interior del apartamento penas asomándose y doy una palmada en su frente.
— No, no está... Ya se fue — digo y abre sus ojos en sobremanera.
»— No es nada de lo que estás pensando así que ya dame eso y vete— intento quitarle la bolsa pero usa su altura contra y mi y la levanta sobre su cabeza.
— Pero si acabo de llegar y tú no me has dado ningún detalle— pasa a un lado de mi acomodando todo sobre la mesa de la cocina mientras yo aspiro el delicioso aroma de la comida, estoy seguro que hay alitas rostizadas ahí.
»— Enserio eres una vergüenza— señala los ingredientes que antes había dejado sobre la mesa y lo vuelve a meter al refrigerador — ¿Que tal difícil podría ser cocinar arroz y freír un huevo?— me mira con desaprobación.
— Entonces lamento no saber hacerlo chef.
— Deberías— comienza a sacar los tuppers uno a uno y aparte una bolsita pequeña con medicamentos — estos son para tu resaca pero primero tienes que comer, no puedes tomarlos con el estómago vacío.
Yo busco los cubiertos y no veo la hora de comer todo eso.
— Come más despacio animal— dicho y hecho comienzo a ahogarme con la comida y TaeHyung da palmaditas en mi espalda hasta que me calmo con un vaso de agua.
TaeHyung me asusta, hasta la manera en como me regaña es como si fuera mi mamá y veo su gesto de te lo dije que me da escalofríos.
— ¿Con que derecho te atreves a llamarme animal?, Recuerda que soy mayor que tu escoria.
— Comes como un asqueroso cerdo, o no, creo que un cerdo tiene más modales que tú.
— Tu, pedazo de basura...— lo señalo queriendo decir algo pero guardo silencio.
— Si, lo que tú digas— con el rostro enrojecido por mi casi muerte por asfixia miro mi celular sin inguna notificación de mensaje o llamada, ¿Debería de llamarle y preguntarle si llego bien?, Tal vez esté ocupada.
»— ¡YoonGi— grita aturdiendome y le doy una mirada asesina.
— No grites, me duele la cabeza.
— Necesitaba saber si aún sigues en este planeta.
— Si, aún sigo aquí y para mí mala suerte comparto mi espacio personal contigo, traidor.
— Tenía algo urgente que hacer ¿Está bien?, Malena podía encargarse de ti, no pudiste estar en mejores manos.
— ¿Urgencia?, No me digas que uno de tus contactos con piernas esbeltas y tacones te necesitaba.
— JA JA, que gracioso te has vuelto Min. Eres muy gracioso y aparte hipócrita, ¿Quieres que también te recuerde tus andanzas?— dice y esquivo su mirada.
— Entonces dime cuál fue la dichosa urgencia— doy otro bocado y un momento a otro el rostro de TaeHyung se ve preocupado, procuro tragar todo para darle atención porque se que cuando el está así es algo serio.
— Mi mamá se puso un poco mal y tuve que llevarla al hospital— dice y da un largo suspiro.
— ¿La señora Kim?, ¿Pero que le pasó?.
— Tenia un dolor en el pecho pero aún así dijo que se sentía bien, ella es tan terca que aveces me desespera, el doctor también le recetó guardar reposo por unos días hasta que su corazón se sintiera bien pero sabes cómo ella. Su cardiopatia no le permite hacer esfuerzos pero con todo y eso quiso encargarse de la mayoría de arreglos para la boda de mi hermana, por suerte me llamo a tiempo cuando empezó a sentirse mal.