Amor de jefe /myg

Capitulo 22

Camino de un lado al otro mientras tía Amelia va detrás de mi haciéndome tantas preguntas que no puedo distinguir una de la otra, es como el zumbido de una abeja retumbando mis oídos que me fastidia cada vez más.

— ¡Eres una zorra!— deja escapar un chillido y me apresuró a tapar su boca para que no siga diciendo barbaridades que cierto niño podría escuchar.

— Baja la voz— digo con un poco de molestia pues esta mujer no sabe controlar lo que dice. Levanta los pulgares y hace una señal de paz indicándome que puedo soltarla ya que no dirá nada mas.

Descubro su boca lentamente por si hace algún movimiento en falso.

— ¿Esperas que crea que pasaste toda la noche con él y no pasó absolutamente nada?— dice con ironía al mismo tiempo que entrecierra sus ojos y me arrepiento de haber dejado libre esa lengua.

— Piensa lo que quieras— le doy la espalda y me voltea con brusquedad.

— No puedo creerlo, por fuera te ves como si no rompieras ni un plato pero por dentro eres tan pecaminosa como yo.

— Ya basta, Eun-tak podría escucharte— le advierto.

— Está bien no diré nada mas— uno, dos, tres...— ¿Al menos se cuidaron?.

— ¡¿Es en serio tía?!— la interrumpo porque ya está empezando a colmar mi paciencia.

Eun-tak sale de la habitación y lleva puesto su morral y su gorrito, su cara es de pocos amigos ya que le obligue a ponerse el gorro porque hace un poco de frío.

— Noona de verdad no es necesario— hace un puchero cruzándose de brazos.

— Si lo es— paso por un lado de tia Amelia casi escapando de su incómodo interrogatorio.

Tomo mi chaqueta y le coloco la suya también, iremos a dar un paseo, hace mucho que no lo hacemos y creo que es tiempo de esparcir la mente.

— ¿Segura que no quieres ir con nosotros?— pregunto de nuevo a Amelia pero ella asiente.

— Tengo algunas cosas que hacer— dice y por alguna razón no puedo creerle del todo.

— ¿Que tipo de cosas?— cuestiono de nuevo pero no me da la mas mínima atención y solo me da una sonrisa torcida, de esas que ella hace cuando está a punto de cometer sus Ameliezadas.

— Espero que no te metas en problemas— digo antes de salir y ella solo hace un gesto tranquilo.

El día parecía ser soleado, un exelente día para salir a pasear y tomar un poco de sol, pero con el transcurso de la mañana comenzó a nublarse, Eun-tak y yo creímos que nuestros planes se habían arruinado pero solo era mirar el lado positivo de las cosas, un simple clima no debería dañar nuestra salida.

Salimos de casa y vamos directo a un parque que está aquí cerca, en lo personal no tiene nada de interesante pero a Eun-tak le encanta, hay muchos niños jugando y brincando por todos lados, personas recostadas sobre el césped con sus canastas de comida y otras solo disfrutando del buen ambiente.

— ¿Puedo ir?— señala uno de los juegos y me mira suplicante. 

— Está bien, pero no vayas a otro lado— le hago saber y acaricio su cabeza. Se deshace del gorro y lo deja sobre mis manos antes de ir corriendo. Que astuto es.

Me siento sobre una de las bancas sin quitarle los ojos de encima y observo como se divierte, salta, corre y sonríe con emoción. Tiene mucha energía y eso es bueno... Pienso y aprieto su morral entre mis brazos. 

Entonces recuerdo a cierta persona que debe de estar muriendo en estos momento, busco el número de YoonGi en mi teléfono y no dudo en marcarle, la ira que tenía al regresar a casa y ver al espejo mi cuello todo marcado ya pasó. Esa sanguijuela algún día me las pagará.

Al escuchar su voz del otro lado de la línea me cuestiono si son la misma persona, suena tan empalagoso que creo podría producirme diabetes, escucho una carcajada al fondo que me resulta tan familiar que me es imposible imposible no reconocerla.

Le hago tantas preguntas por qué realmente me preocupa y entonces a quien no puedo reconocer es a mi misma, ¿Desde cuándo soy así?. Me propuse insultarlo de mil maneras por los chupetones pero simplemente no puedo, en lugar de eso le hago creer que Amelia está realmente molesta con él y segundos más tarde me despido y le cuelgo sin ninguna explicación.

El resto de la mañana Eun-tak y yo la pasamos en el parque, después comimos un helado y regresamos a casa para terminar el día sumergidos en el ocio y la vagancia.

 

( ... )

 

 

Cae la noche y aún no tengo ánimos de levantarme, miro mi rostro en el espejo completamente hinchado de tanto dormir y me desvisto para darme un baño por tercera vez en el día. 

Enciendo mi móvil que antes estaba apagado por las interminables llamadas y mensajes de la empresa ¿Es que acaso no puedo descansar un solo día?.Tomo algo que quedó de lo que trajo TaeHyung está mañana del refrigerador y ni siquiera me molesto en calentarlo. Tengo que aprender a cocinar urgentemente o morir en el intento.

¿Que hará Malena en estos momentos?, Me es inevitable pensar en ella o preocuparme de algo más, en definitiva tengo un serio problema.

[22:22] “ ¿Que haces ahora?”

Envío el mensaje y dejo el celular a un lado esperando su respuesta.

Uno, dos y hasta diez minutos y aún no me contesta, tomo de nuevo el celular y estoy a punto de eliminar el mensaje cuando recibo su respuesta.

[22:33] “ me preparo para ir a la cama” 

 [22:34] “ Quiero pruebas”

[22:34] “ no voy a enviarte una foto ahora”

[22:35] “¿por qué no?”

[22:35] “porque no quiero”

[22:35] “ ¿Ni siquiera una de tus pies?”

[22:36] “ ¿De mis pies?, ¿Para que la quieres?, Eso es raro. 

[ 22:36] “ No preguntes y solo házlo”

En un instante me envía la foto y más allá de ver sus delgados pies veo el borde de su pijama llegar a sus tobillos así que eso me comprueba lo que dice.

[ 22:36] “ Buena chica”




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