Amor de luna.

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Hola hola, antes de empezar te quería dar las gracias por pasarte por aquí,

Solo soy una seudo escritora . No olvides dejar tu comentario

 

Cap 1

Inicie la semana como siempre, hoy fui  la primera en levantarme, con la intención de que me diera tiempo de hacer todos los pendientes, preparar el desayuno, el lunch y adelantar los más posible a las tareas de la casa estaba tomando una taza de café cuando bajo mi esposo

 - Buenos días amor, me dijo Ricardo dándome un beso en la cabeza y sentándose del otro lado del desayunador a tomar su café. Hablamos de los pendientes de la semana, subo asegurarme, de que mi hijo este ya despierto para  ir a la escuela, Aron tenía los ojos azules como su papá y el pelo negro un poco ondulado y lun poco largo.

 

-Hola ma, buenos días- dice saliendo de su cuarto

-Buenos días ¿todo listo?

-Aja, ahora bajo

Después de despedir a Aron con un beso en ambas mejillas, cosa que sabía lo incomodaba, pero aun así lo hacía y de Ricardo con un simple beso, me arregle con unos pantalones de mezclilla entubados, una camiseta de color blanco con un saco azul y unos flats de color negro me mire en el espejo y vi que mi cabello negro,  ondulado no tenía remedio por lo que opte por amarrármelo en un Chongo.

Estaba en el super comprando lo que me hacía falta, cuando en unos de los pasillos se me acercó un chico bastante guapo, alto de buen cuerpo con el cabello amarrado en una pequeña coleta y no pude evitarlo. perdí todo rastro de discreción que tenía al verlo. El solo se acercó a mí con un gesto de confusión

"¿Pero qué está viendo? ¿a mí?, rara vez ves hombres como estos, ¿por qué se queda ahí parado? ¿Qué tengo por qué me mira?

- Me das permiso- dijo mientras sonreía de lado muy cerca de mi y estiraba pasando un brazo al frente de mí y sobre mi carrito para agarrar un producto del estante estaba aún lado mío.

 

Yo solo me puse colorada como tomate y dije -Gra gra gracias - qué, pero ¿por qué dije gracias? yo soy la que estaba estorbando, porque otra razón se me quedaría viendo un chico como este, aaay pero que tonta.´

El solo se rio y se fue de ahí pude observar mejor a este hombre, lleva a unos zapatos de piso y unos jeans y una chamarra de cuero negra con capucha, todo se le veía tan bien. 

 Al salir me subí a mi miniban para ver a unos clientes, soy contadora y no trabajo en ninguna empresa como tal, me dedico ayudar a pequeños negocios con las cuentas y los impuestos.

 

En el camino no pude evitar pensar en cómo llegué aquí, y como había caído en esta monotonía, no me mal interpreten, amo a mi hijo y mi esposo, pero a veces me pregunto, si esto es todo, vivir siempre de la misma forma, sin muchos lujos, preocupados de las deudas, ademas la relación con mi esposo  habaia cambaido, apenas teniamos tiempo el uno para el otro,  cansada de la monotonía.

-Hola señor Esteban como esta hoy? - salude al llegar a la empresa de mi cliente un señor muy guapo y amable.

-Muy bien, trabajando duro como siempre, gracias por venir pequeña -

El siempre me hablaba como si fuera una niña, aunque apenas aprontaba tener más de 40 años, 

Nunca me atreví preguntarle su edad, solo sabía que estaba casado y tenía una hija y dos hijos; tenía varias sucursales  yo solo me dedicaba a revisar que los numero cuadraran y no hubiera errores,

Como siempre me senté del otro lado del escritorio donde él se encontraba, y me puse a trabajar 

—Ivón creo que ya estoy cansado de estar siempre trabajando, me tomaré unas largas vacaciones- dijo con una sonrisa mientras miraba de lado como si recordara algo

-Hace bien en cuidarse y tomar un descanso, estoy segura que su esposa estará muy contenta - conteste mientras revisaba los libros.

-Creo que ella es la más emocionada- contestó riendo - Mi hijo tomara mi lugar mientras me ausente, espero que puedas seguir ayudándonos

-Por mi no se preocupe yo seguiré viniendo como siempre cada lunes.

 

 

Hoy era miércoles Después de arréglame sonó el timbre, no me moleste en abrir la puerta sabía que Vanessa entraría sin invitación,

-Hola, hola entro gritando, enfundada en un vestido estilo camiseta y unos bans, como siempre se veía espectacular, con su pelo pintado en dos tonos, nos conocimos hace unos años Ya. Que su hija y Aron fueron juntos al kínder. 

-Hola hermosa. -salude, mientras le pasaba una taza de café.

-Acompáñame al super, me he olvidado de unas cosas que tengo que comparar

- Tengo muchos pendientes y que ver a un cliente a las tres

-Por favor

-Pero tu invitas el desayuno.

 En el camino no dejaba de hablar, siempre tan optimista y alegre, era una buena y muy amigable, aunque estaba un poco sola, 

-Deberíamos ir aún show solo para chicas este fin de semana- dice muy emocionada 

- ¿Que esta loca? yo estoy casada y las dos tenemos hijos

-Ándale vamos, tenemos que salir, hace mucho que no nos divertimos, nos merecemos salir y alocarnos un rato.

Me reí por sus comentarios- ¿Cómo crees? Eso no es para mí.

-Pero si no vamos hacer nada malo, solo vamos a ver, darnos un buen taco de ojo, además de tomar algo, a parte Ricardo hace mucho tiempo que ni te pela solo llega a tú casa a dormir.

-Hablas de él como si fuera mala persona. - dije un poco enojada, aunque sabía que era cierto

-Yo No dije que fuera malo, pero creo que te mereces algo mejor. - dijo dando un suspiro.

- ¿Qué vas a comprar? - le pregunte al llegar al supermercado, en un intento de cambiar el tema, cosa que fue sencillo pues enseguida empezó a platicar de otras cosas. 

Dentro del super nos separamos para terminar más rápido, cuando de repente la veo caminado deprisa a hacia mí con una sonrisa traviesa en el rostro.

- Acabo de ver a un papucho- me dice gritando en vos baja. Recordé al chico de la otra vez, pero deseché la idea de inmediato, 




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