Esteban puso un brazo alado de mi cabeza acorralándome entre él y la pared, se me acercó con una sonrisa traviesa- me moría por verte -me beso hasta dejarme sin aliento.
-Mi amada, buenos días-
- Buen día, Esteban- dije sin aliento- excelente forma de empezar la mañana y me dio un casto beso en la boca, ahora si no le molesta busco a mi jefe. Porque tenemos mucho trabajo atrasado, ya que decidió tomarse unas vacaciones.-Se aclaró la garganta y se alejó un poco de mí,- bueno si es así. Buen día, señorita Ivón, Está lista para empezar el día.-dijo en tono serio.
- Acabo de recibir la mejor motivación del día - dije mientras le guiñaba un ojo, - lista para el trabajo, empecemos con esto.- dije tomando una pila de papeles. - tiene que firmar estos documentos y tiene que devolver la llamada con cada uno de estos clientes, aquí está su itinerario, y solo tiene que autorizar las siguientes propuestas
- Srta. Ivón parece no querer mezclar los negocios con lo personal,
-Así es Sr. Me gusta ser reconocida por mi trabajo, no quiero que vayan a decir que estoy aquí solo porque me acuesto con el jefe. Por cierto como su sectaria es mi obligación proporcionarle lo que necesite para facilitarle el trabajo, por lo que le traje esto.-dije mientras le daba una bolsa con algunas trufas de chocolate que hice con Aron
olfato el aire desde su lugar, me encantaba, que hiciera eso, y un destello rápido dorado pasó por sus ojos, estaba perdida. Cada acción de él me hechizaba, me hacía querer estar cerca de él y no separarme, casi volviéndose una necesidad.
Estuvimos trabajando como siempre, aunque él no perdía la oportunidad de darme un beso cada vez que podía, tomar mi mano o acercarse mucho a mí, me estaba volviendo un poco loca, no sé si sea por lo de ser mates, pero nunca me habían gustado ser de esas parejas acarameladas que siempre están uno sobre otro, pero viniendo de Esteban me encantaba, no puedo negar que yo también buscaba alguna forma de sentir su toque, como al darle una pluma tomaba su mano, o me acercaba un poco más de lo necesario, cuando le enseñaba los documentos, en busca de esa sensación cálida al estar cerca de él que me hacía sonreír.
Así pasó la Semana hasta hoy viernes, ya estaba cerca la hora de salida, él se levantó de su escritorio y cerró la puerta de la oficina,
-toda la semana te has burlado de mí.- dice Esteban con los ojos totalmente dorados y con una voz más grave de lo normal, posiblemente ahora sea más lobo que hombre.
-Disculpa no sé de qué hablas. -dije poniéndome nerviosa, mientras un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo.
- me has pedido que me comporte y que mantenga mi distancia, pero me has torturado con tu sexi caminar frente a mí, y con tus caricias involuntarias con tu cercanía y tu dulce aroma que me encanta, pero ahora tendrás que hacerte responsable, dice mientras se acercaba lentamente a mí, yo no sabía qué decir. Solo estaba petrificada viéndolo, se veía un poco salvaje y muy sexi. Rayos que estoy pensando si estoy en la oficina
-No sé de qué hablas -dije parándome de mi lugar guardando mis cosas, él se acercó por atrás y empezó a jugar con mi cabello y besar mi cuello.
-Creo que encontré tu punto débil. - susurra en mi oído.,
-Creo que así fue -sin más me dejé llevar por el momento.
El sábado en la mañana estábamos en la casa con Vanesa y Natalia, estábamos desayunando juntas aunque sabía que Aron la estaba pasando un poco mal se veía de mejor humor, en la tarde estaba ayudando a Aron a preparar sus cosas
porque quedamos en que los fines de semana lo pasaría con su papá, tenía miedo de que Aron se enterara de que estoy saliendo con alguien por otra persona,
Por más que lo estuve pensando no encontraba forma de decirle.
-Sabes Aron estoy pensando en empezar a salir con alguien,
-mmm y tú también nos vas a dejar por alguien más
-No mi amor las cosas no son así. Tu papá no te dejo, tú puedes verlo y hablarle cuando quieras y estoy segura de que él siempre te responderá y está para ti, mamá y papá desde hace mucho tiempo dejamos de querernos, pero a ti te seguimos amando como siempre y eso nunca va a cambiar.
- El amor n no se acaba siempre Hay para dar
-Si es así ¿por qué no se siguen amando?
- Por qué para que una pareja pueda ser feliz necesita más que amor.
- No me tienes que pedir permiso tú eres la mamá- me dijo un poco enfadado y salió de la habitación.
Hoy lunes teníamos una reunión en la empresa, para realizar la primera entrega en la empresa estaba un poco nerviosa porque Esteban me había dejado todo el trabajo, y de este día depende si seguimos trabajando con ellos.
Me puse unos pantalones negros con tacones y una blusa blanca un blazer color vino, así no tendría problemas con la camioneta de Esteban y no me preocuparía de morirme de frío. Lleve a Aron a la escuela y regrese a la casa a esperar a Esteban
al escuchar la camioneta, corrí para abrir la puerta
-Mi amada- me decía mientras acercaba su nariz a mi cuello, aunque ya se había convertido en nuestro saludo, me enloquecía un poco que hiciera esto, el extraño escalofrío que recorría todo mi cuerpo podía hacerme perder la razón y aturdir mis sentidos.
- Te vez hermosa
-muchas gracias, tú te ves muy sexy- él vestía unos pantalones de vestir con un saco y una camisa sin corbata
-Tengo mucha hambre, vámonos ya, para qué desayunamos,
Al entrar a la cafetería fuimos enseguida recibidos, pasamos por una mesa donde había puras mujeres y nada discretas empezaron a comérselo con la mirada, no pude evitar sentirme muy enojada, que falta de madurez, no se dan cuenta de que viene acompañado, no son nadas discretas, porque no miran a otro lado, este dios griego es mío, porque no mejor buscan el suyo. Me dieron ganas de tomarle la mano y robarle un beso, pero que me estaba pasando, en verdad no sabía por qué me sentía tan enfadada, además no es como si yo le pudiera robar un beso solo haría el ridículo intentando alcanzarlo.
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Editado: 30.07.2021