Dia común y ajetreado como todos los lunes en la capital, el van y ven de gente promedio mezclas de clases, y así todos con un destino rutinario a distintas labores, quehaceres del afán humano. Observados por el misterio del día, envueltos de expectativas trazadas para el vivir continuo, lleno de esperanzas.
El toma su ruta siempre a la misma hora porque es un joven con mucho sentido de responsabilidad o quizás es mas consciente que ella.
Ella de lo contrario toda desobligada despistada sin sentido de rutina, también usa el mismo colectivo.
El destino queriendo ser protagonista de uniones de amores no tan emocionantes si no ofertarles he inyectarles drama a la vida que gira a entorno de una rutina, trabajo, casa, estudio y vagancias…
Dia común y ajetreado como todos los lunes en la capital, el van y ven de gente promedio mezclas de clases, y así todos con un destino rutinario a distintas labores, quehaceres del afán humano. Observados por el misterio del día, envueltos de expectativas trazadas para el vivir continuo, lleno de esperanzas.
El toma su ruta siempre a la misma hora porque es un joven con mucho sentido de responsabilidad o quizás es mas consciente que ella.
Ella de lo contrario toda desobligada despistada sin sentido de rutina, también usa el mismo colectivo.
El destino queriendo ser protagonista de uniones de amores no tan emocionantes si no ofertarles he inyectarles drama a la vida que gira a entorno de una rutina, trabajo, casa, estudio y vagancias…
Ella tan amante de sí misma, orgullosa hasta la última hebra de su cabello, infantil he inmadura, aunque presuma de sabia y directa.
Él no es más que un misterio de su presencia de su forma tan alineada de vestir.
El destino sonríe y observa desde el ultimo asiento del lleno colectivo dentro de las posibilidades tenían que ser ellos, destino absurdo y alocado provoca miradas encontradas de dos almas.
Ella ajena a la mirada cálida y el intenso a derretir su mirada tan fría. Ella tan inconsciente de la comodidad que confunde con algo común sin mas que una mirada fría que ofrecer lo deja con la mirada colgada. Se marcha para no estancarse en la salida de su destino, agitado por que se le esta pasando su lugar de destino sonríe de desesperación avergonzado de haber perdido su tiempo queriendo enfriar su mirada como tempano de hielo.
Mas lo que no sabe es que el destino observo que ella no es de sonrisas faciales si no de sonrisas del alma.