Amor descabellado

Capitulo #1 Conociendo el terror

Hola, quería saludarlos , decirles que esto que me paso, aun no comprendo  que sentimientos debe despertar en mí, pero seguro en ustedes despertaran muchos, no quiero decirles mi nombre o mi edad, no sería algo fantástico , pero llámenme hye, mi vida era como las de ustedes tranquila y  aburrida o eso creía yo, pero bueno  como mi abuelo me dijo antes de partir de este mundo “no sabes que es la felicidad hasta que no conoces la tristeza”, en aquel momento yo no le entendí  y quizás como ustedes pensé que los abuelos  solo dicen cosas sin sentidos pero todo cambiaria ese día.

El día que mi vida   tranquila  y aburrida llegaría a su fin, aquel 16 de julio todo lo cambiaria, me desperté e hice de desayunar como era de costumbre , mi abuela dormía aun cuando Salí de casa, no quise despertarla y fui al colegio como lo habitual, las clases fueron de lo más normal y reí tanto que hasta mi estómago llego a doler mis compañeros propusieron quedar nos a tomar algo pero yo sabía que mi abuela tenía que estar cansada y  quería ir a cuidar de ella  por lo que  dije  que no  y  regrese a casa por el mismo camino de siempre, aquel  día estaba nublado y lloviznaba un poco, a lo lejos vi venir un chico quizás de mi edad o más eso creí, el paso por mi lado se veía bien y era guapo por lo que al sonreírme no dude en responderle con una sonrisa, y seguí mi camino  no me di cuenta que  el  chico se había regresado y me seguía no hasta que su brazo derecho  rodeo desde atrás mi cintura y su mano izquierda cubrió mi boca,  subí mis manos agarrando la de él intentando quitarla , moví mis piernas  intentado no se quizás ¿correr?. Lo cierto es que sentía que me apretaba aún más y me dolía tanto que no podía respirar, arañé sus brazos intentando zafarme, fue cuando sentí como mi rostro impactaba contra la pared, moví un poco mis ojos buscando alguna persona, pero nadie pasaba por aquella calle estaba tan solitaria y oscura, y la tormenta aumentaba y con ella mi miedo que no me dejaba pensar, aquella mano que estaba en mi cadera empezó a bajar hasta  mi pierna y subir de nuevo pero esta vez por debajo de mi falda, logrando llegar hasta mi intimidad, rosándome allí y moviendo sus dedos   por toda mi vaina , podía sentir aquella fuerte respiración en mi cuello ese aire caliente  que salía de su boca y se estrellaba contra mi cuello y su lengua y diente que me  marcaban, el  bajo su mano hasta mis pechos empezando a  abrir mi blusa  tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar  , sus manos eran grandes él era grande y yo tan pequeña, me sentía débil y frágil,   mi corazón se aceleraba  y mis lágrimas se confundían con la lluvia que humedecían nuestros cuerpos, aquel hombre se acercaba más hasta que pude sentir su miembro erecto no sé qué en que momento él lo saco o pero se sentía muy fuerte que golpeaba mi trasero, y sentí como su desesperación  que su mano dejo de acariciarme para jalar mis medias y mis bragas terminando  por rasgar estas   intentaba agarrarlo y en mi afán  por detenerlo rasgaba sus manos  pero el no se detenía  y yo  no sabía cómo detenerlo por mucho  que suplique, que grite   él seguía, llego un momento donde sentí como su  duro miembro luchaba para entrar en mí, intente mover me más rápido  pero sentí  un gran dolor por dentro y sus jadeos aumentaron  en ese momento deje de pelear , y el lo supo me abrazo y empezó a moverse tan rápido estremeciéndome con cada envestida , aquella fuerte respiración cada vez amas agitada, cada vez más fuerte y cada vez más asquerosa , sus manos  que rosaban mis labios vaginales como si jugar con ellos fuera un dulce placer y aquella otra mano que agarraba mis senos y apretar estos  una y otra y otra vez, no sé cuánto tiempo paso , pero sus movimientos empezaron a ser más lentos hasta que el me soltó, mis piernas temblaban y caí al suelo  mientras veía  como el solo se alejaba, les diré  jamás hablo , nunca escuche su voz  pero si su risa mientras se alejaba,  espere un momento para intentar levantarme pero  sentí como  algo bajaba por mis piernas y mi cuerpo se desplomo no sé cuánto tiempo estuve allí lo que si se es que solo escuche la voz de mi abuela y  a lo lejos  intente abrir los ojos y había muchas personas alrededor   no sabía dónde estaba no podía ni hablar, escuche a la policía o eso creo y una ambulancia donde me subieron.

Al despertar estaba en la clínica, fueron muchas preguntas, fueron muchas horas muchas personas, pero no podía responderlas porque ni yo sabía que había pasado.
todos pedían que fuera fuerte, y me preguntaba cómo podían pedirme algo así cuando ellos no sentían lo que yo en ese momento cuando por más que grite nadie llego a detenerlo, cuando pensaba en como vería a mis amigos, pero eso no era lo único que tendría que vivir.

 Los primeros dos meses fueron muy difíciles, pero al fin podía , cuando ya empecé a no culparme y cuando podía caminar  sola y mirar a un hombre a lo lejos y no  tener miedo,  pero como las cosas a veces no son como creemos  un fuerte dolor en mi vientre  me hizo ir de urgencias a la clínica,  después de la revisión y de algunos exámenes  mi abuela tomaba mi mano y yo intentaba sonreírle , tenía miedo pero no le demostraba  no quería preocuparla , esperamos un par de horas hasta que el doctor por fin entro y nos miró, creo que su mirada era más que todo de lastima, recuerdo que movió su silla para estar a mi lado   y miro a mi abuela ,  empezó por decirme que mi decisión  nadie la criticaría, lo mire sin entender pero el siguió y dijo estas palabras “estas embarazada”, mi corazón estaba tan confundido tan apretado, pensé  que tenía que hacer borrar esa marca, pero entonces crearía otra marca  y como vivir  con ellas con cualquiera de las dos  y como sobrevivir con esto, pedí pensar aquello unos días nada más , el doctor dijo que podía pero que la decisión debía tomarla pronto, les diré que fueron noches sin dormir , pero al final yo y aquella marca  no teníamos la culpa de nada, decidí tenerlo criar a un ser bueno  no fue tan difícil los primeros meses, mi cuerpo se volvía grande y en mi vientre algo se movía y pateaba, al fin llego un día que jamás olvidaría , me despertó un dolor  tan grande   y sentí  , fuimos al médico y mientras íbamos , yo seguía repitiéndome , nosotros no tenemos la culpa, no tenemos la culpa , aquellas palabras se repitieron en mi hasta que mis oídos escucharon el llanto que hizo que mis ojos se inundaran  y  que unas gotas  agua corriera por mis mejillas, que mi cuerpo se estremeciera y temblara , pero esta vez de una gran alegría, al ver  a quien se  convertiría en mi sol y alumbraría mis días más oscuros.



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En el texto hay: tristeza, historia, amor

Editado: 15.04.2020

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