Capítulo LXXXV

En el capítulo anterior…

La lucha entre las gemelas del aquelarre y los protagonistas de esta historia iba a comenzar. Nos deja en suspenso si es que saldrán con vida todos o tendremos alguna perdida.

Las manos de Ángela se hacen puños y da un gancho derecho al aire. Una roca sale disparada del suelo y golpea a Claire. Esta cae al suelo y su hermana corre a levantarla.

-Esa rubia es muy poderosa, no te confíes- le dice Rouse a su hermana mientras la levantaba.  Se agarran las manos y cierran sus ojos. La tierra empieza a temblar y raíces salen del suelo y atrapan a todos. Por más que querían soltarse no podían.

Fernando saca sus colmillos y muerde una raíz y al saborearla se quema la boca. Tose y escupe un líquido negro.  Las gemelas le dicen que esas raíces tienen su sangre y es tóxica para los vampiros.

Ángela se ve en aprietos y empieza a enfadarse, pero poco a poco las raíces se van secando. Todos se asombran y las gemelas no saben por qué pasaba eso.

-No me gusta que traten a mis alumnos de esa manera- se escucha.

Todos voltean y era Bend absorbiendo el hechizo de las gemelas en las raíces. Denise sonríe y corre a abrazarlo. –Gracias por venir- le dice.

-Jamás podría dejarte morir aquí y en manos de estas horrendas brujas- responde Bend.

-Incendia, Incendia- dicen las gemelas al mismo tiempo. Una enorme llamarada se creó en el suelo. Bend agarra a Denise y lo aleja del fuego. Ángela con su poder de telequinesis intenta detener el fuego para que no se expanda, pero el poder de las brujas era muy fuerte. La joven seguía luchando, pero ya se veía perdida. Cae de rodillas, pero continúa con sus manos extendidas deteniendo el fuego.

-Oye tú, ¿con tus totens no puedes ayudar a controlar ese fuego? - le pregunta Fer a Ket. Ella lo mira y le dice que lo intentó, pero ese fuego no es natural, es creado por las gemelas así que sólo ellas lo pueden parar.