Londres-1882
Junio-03
Heinks person
El sudor corría por la frente de heinks Person que se encontraba parado frente al estudio de su señor Antonio Coors con intención de pedirle o suplicarle si era necesario, dejar que su hija Christina trabajara en la casa, el sabía que era arriesgado pero la niña era tan terca como una mula y lo obligó a tomar la decisión de venir.
No es que heinks tuviera miedo es que su señor tenía un carácter muy fuerte y áspero, pero se arriesgaría a eso y más por el bienestar de su hija.
-Pasa heinks_ Grito el señor Coors desde dentro de la habitación no se oía de buen humor pero heinks quitó los malos pensamientos de su mente y abrió la puerta con cuidado.
-A lo que viniste, heinks no tengo todo el día_ El señor estaba escribiendo en el escritorio y ni siquiera levanto la mirada hacia heinks que ya se encontraba justo frente a el, respiro hondo y hablo:
-Le quisiera pedir un gran favor solo si mi señor me consede la oportunidad_ Antonio levanto la mirada de su escritorio.
--Tienes más de veinte años trabajando aquí Heinks, pide lo que necesites_ a heinks se le iluminó la cara y bajo su mirada al suelo sintiéndose intimidado por la mirada de su señor.
-Sabe que tengo una hija, su madre enfermo hace meses y el dinero no alcanza para sus medicinas, todavía no a cumplido sus 18 años y ya anda buscando trabajo entonces..._ no pudo terminar de hablar porque el señor lo corto.
-Lo que me pides es que le dé trabajo a tu hija?_ preguntó el señor arreglando su postura para detallarlo mejor.
-Si señor
-Esta bien, habla con feliz y recuerda que lo hago porque es tu hija_ A heinks se le escapó un suspiro, estaba feliz todo había salido bien solo tenía que mantener a su hija alejada de sus señores.
-Gracias señor, le aseguro que mañana temprano la tendrá trabajando_ Heinks resibio un asentimiento por parte de su señor y con un movimiento de mano fue despedido.
Christina person
Christina se encontraba lista para trabajar y dar lo mejor de ella por el bien de su madre no es que haya sido una biena idea dejar a su madre al cuidado de su tio joel pero no tenia opcion necesitaba el trabajo y ahora que lo tenia debia concervarlo no es que sea tan tonta como para no notar la mirada de asco y desprecio que el mayordomo en jefe <felix Sommers> le habia lanzado y estaba segura que el haria hasta lo imposible por que ella cometiera un error pero le demostraria a el ya todos que puede hacer eso y mas.
-Person..._El mayordomo Felix arrastro las palabras cual serpiente venenoza, no le agradaba la chica y eso lo tenia alerta a cualquier movimiento.
-Jefe..._ Respondio Chirstina soltando su propio veneno no es una estupida sabia que estaba en riesgo su trabajo por hablar asi, pero no se dejaria pisotear tan facilmente.
-Le toca el jardin, en la cosina podra encontrar a Alice Fillis ella le explicara..._El mayordomo no espero a que la joven habriera la boca cuando ya se encontraba doblando una esquina del inmenso pasillo.
Antonio Coors
Levanto la mirada a su fiel sirviente por más de 30 años, Felix Sommers siempre a estado a su lado.
-Si feliz, mañana mi esposa, mi hija y su familia volveran a londres y quiero que por favor todo este en orden_ Sentencio mientras miraba a Feliz.
-no se preocupe mi señor todo estará en orden si no necesita nada más_ felix agregó.
-como va la hija de heinks, tengo entendido que ya empezo a trabajar_ felix puso cara de disgusto con la sola mension de la chica.
-No cuestiono sus desiciones señor, pero ya tenemos cuatro negros en la casa y sabe que los negros no son de fiar_ dijo felix tratando de hacerlo entrar en razon, no le diria que no fue una desicion muy inteligente de su parte.
-Vigilala, no la pierdas de vista no quiero problemas y menos ahora_ felix asintio con la cabeza y se dirigio a buscar a christina.
Christina Person
Habia terminado, por fin habia terminado le toco limpiar todo el jardin ella sola tenia un terrible dolor en la espalda y los sudores bajando por su clavicula como lluvia, entro en la cocina con la respiracion entre cortada y fue recibida por alice fillis quien abrio los ojos como platos.
sin desir nada christina se sento y alice le tendio un vaso de agua.
-Perdon, se que debi ayudarte porque era tu primer dia pero no pude estaba muy ocupada en la cosina_ Se disculpo alice, christina vio un brillo de sinceridad en sus ojos y le regalo una sonrisa tranquilizadora.
-No te preocupes, estoy bien_ aseguro la morena mientras se levantaban - nos vemos mañana...