Capitulo 27

♤♤ Capítulo 27 ♤♤

AMELIA

--Estas lista-..  me habla mientras me besa, yo la verdad no puedo hablar, sus besos son adictivos, que no quiero separarme.

--Si, vámonos o llegaremos tarde-.. le digo aun besándonos.

Me separo porque necesito respirar, lo miro y sonrió, el me sostiene de la cintura y me acaricia la mejilla, su tacto hace que mi piel se erice.

--Pero si quieres nos quedamos-..  me dice, por su voz creo que está muy excitado.

--Pues no, tu insististe mucho en esta cita-.. digo con una sonrisa y empiezo a caminar, subiéndome al coche. Me gusta dejarlo con las ganas.  

Esta semana que llevamos de novio han sido increíble, él es tan tierno, cariñoso, pero cuando estamos solo es todo un salvaje, me encanta, pero yo no me quedo atrás, con el estoy actuando como nunca, soy mucho más débil y no me canso de hacer el amor, siento que me volví una ninfómana.

--La podemos dejar para otro día-.. dice entrando al carro, lo miro y tiene esa mirada que me encanta y que me hace decir todo que sí.

--No, se te olvida que la suspendimos por nuestra calentura, tenemos que controlarnos esto no es normal, así que arranca-..  le digo sonriendo, lo escucho protestar.

Solo me dedico a reír y el arranca, después que nos hicimos novios no hemos tenido una cita oficial, la hemos pasado trabajando y he llegado cansada a la casa, dormí varios días con él, bueno casi no dormí porque no me dejaba, aunque yo no protestaba.

La verdad me siento bien siendo su novia, no pensé que me volvería a enamorar, pero trato de no mostrar mucho ese enamoramiento, nose porque, pero siento que no debería. Estos días ya terminaron de arreglarle la oficina, que casualmente queda justo al lado de la mía, esto será muy emocionante, tenerlo tan cerca, aunque tengo que controlarme.

Llegamos a un restaurante, el no dijo nada en todo el trayecto, creo que está molesto por el rechazo, pero él tiene que entender que no todo será sexo, vaya, me desconozco, antes ese no era mi pensar, que cosas. Se estaciona y volteo a verlo.

--Estas molesto-.. el me mira.

--No, porque lo estaría-.. sí está molesto, ese tono lo dice todo.

--Estas seguro, no quiero que estes así en nuestra primera cita-.. le digo mientras me muerdo el labio y le empiezo acariciarle su parte, siento como se tensa.  –Mírame-.. le digo y el cómo niño obediente lo hace, le doy una sonrisa coqueta.

--No hagas eso, por favor-.. me dice con voz ronca, no hago caso y me acerco más para besarlo, nos besamos apasionadamente, mientras continúo tocándolo, como puedo empiezo acomodarme encima de él, por suerte tengo un vestido bastante ligero.

Ya arriba me le empiezo a mover, aunque es un poco incomodo, el volante no me permite tener mucho movimiento. El me separa y me mira desconcertado.

--Espera, no podemos hacerlo aquí-.. me dice agitado.    

Se que estamos en un lugar público, pero es de noche y los cristales están bastante oscuro, aunque creo que no es mala idea, nunca lo había hacho en un carro.  Pienso.

--Tienes razón pero quiero que me cojas aquí y ahora-.. digo decidida y lo beso, el no protesta, bajo mi mano a su pantalón y le bajo el sipe, como puedo le saco su miembro, el me sube el vestido y empieza a buscar algo.  –No tengo nada puesto-.. digo agitada, y veo como me sonríe.

El echa el asiento atrás y de un solo movimiento se introduce en mí, tiro un pequeño grito y empiezo a moverme lentamente, arriba y abajo, no voy rápido porque estoy un poco incomoda, pero no me importa, lo beso apasionadamente.  Acelero más el ritmo y siento como estoy a poquito de correrme.

Él llega primero en venirse y a lo segundo llego yo, ahogo el grito, porque si grito como mayormente lo hago, se escuchará hasta dentro del restaurante, coloco mi cabeza en medio de su cuello, intentando controlar la adrenalina de mi cuerpo. Nuestra respiración se escucha pesada, el empieza a darme pequeños besos en el cuello y acariciarme la espalda.

De repente escuchamos unos toques en la puerta y nos espantamos, miramos y hay una persona, mierda, me levanto rápido, colocándome en mi asiento, me siento con el vestido que no toque el asiento, porque se ensuciaría todo. Veo que el baja el cristal, miro abajo y se colocó una chaqueta que la tenía en el carro y en qué momento ni cuenta me di.

--Disculpen las molestias, vi que tenían rato que se estacionaron y no bajaban, ¿está todo bien? -.. el hombre nos mira como si fuéramos sospecho de algo.