Amor en la oscurida

capítulo 50: El Descubrimiento

El sol de la mañana filtraba su luz dorada a través de las cortinas de la habitación de Emely. Ella se levantó sintiéndose más cansada de lo habitual, con una extraña sensación de náuseas que no había experimentado antes. Sus pensamientos volaban mientras intentaba concentrarse en las tareas del día.

Emely: (pensando) ¿Qué me pasa? No puedo estar enferma ahora...

A medida que los días pasaban, los síntomas se volvieron más evidentes. Emely comenzó a sospechar lo que podría estar ocurriendo, pero el miedo y la incertidumbre la mantenían en silencio. Finalmente, decidió enfrentarse a la realidad y hacerse una prueba de embarazo.

El Momento de la Verdad

Emely estaba sola en su apartamento, sosteniendo la prueba de embarazo con manos temblorosas. Se sentó en el borde de la cama, mirando el dispositivo mientras su corazón latía con fuerza. Cerró los ojos y respiró profundamente antes de mirar el resultado.

Emely: (susurrando) Dos líneas... estoy embarazada.

La noticia la golpeó con una fuerza inesperada. Una mezcla de emociones se apoderó de ella: miedo, alegría, incertidumbre y amor. Sabía que tenía que contarle a Darwin, pero no sabía cómo reaccionaría él ante la noticia.

La Revelación a Darwin

Esa misma noche, Emely esperó a que Darwin llegara a su apartamento. Cuando él entró, pudo ver la preocupación en los ojos de Emely. Sin decir una palabra, la abrazó, sintiendo que algo importante estaba a punto de ser revelado.

Darwin: (suavemente) Emely, ¿qué pasa?

Emely: (tomando su mano) Darwin, necesito contarte algo. Hoy me hice una prueba de embarazo y... estoy esperando un bebé.

El rostro de Darwin se transformó en una mezcla de sorpresa y alegría. Abrazó a Emely con fuerza, sus ojos llenos de emoción.

Darwin: (sonriendo) Emely, esto es... esto es increíble. Vamos a ser padres.

Emely: (con lágrimas en los ojos) Lo sé, Darwin. Estoy asustada, pero también emocionada. No puedo imaginarme hacer esto sin ti.

Darwin: (besando su frente) No tienes que hacerlo sola, Emely. Estoy aquí contigo, y juntos vamos a superar todo lo que venga.




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