Llamamos amor a ese sentimiento de asfixia que se produce al ver a esa persona especial. Y cada que te veo, siento que mi mundo es un océano. Pero no puedo distinguir que es lo que veo en tu mirada.
Me da miedo, decifrar tu enigma y equivocarme.
Capítulo 6 𝄞 Cita
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No podía concentrarme, las clases eran de pura divagación. Zayran había pensado en mí para un evento familiar.
Estaba ansiosa por que el día terminara. La clase avanzaba lento. Era la última del día para poder irme. Sé que no debía emocionarme, si me emocionaba y algo pasaba era como ganar un enemigo sin hacer nada más que respirar. Pero yo me decía mi misma que no tenía por qué enfadarme o incluso sentirme agobiada, él ya había confirmado que no eran nada.
De igual manera no me quería hacer ilusiones. El timbre sonó y yo comencé a guardar las cosas. Salí directo a baño para poder arreglarme. Pero al entrar me encontré con Miranda. Quien se retocaba su labial durazno en el espejo. Yo me coloqué en el espejo lejano a ella. Saque mi cepillo y comencé a cepillarme el cabello y amarrarlo en una coleta semialta.
-Ni con todo lo que hagas me lo vas a quitar. -mencionó fríamente, ella junto y separó sus labios y me miró, como si yo fuera la mala de la historia.
-No entiendo de qué hablas. -dije mientras guardaba mis cosas, me prepare para salir, pero ella volvió a hablar.
-No podrás enamorar a Zayran. Él es mío. Y si crees que una rata como tú me lo va a quitar estás equivocada.
-¿Disculpa? En primer lugar, él no tiene nada que ver contigo, no son nada. Y si quisiera estar con él ya lo hubiera hecho.
-No puedes ocultar bien tus sentimientos niña arrimada.
-Tú no puedes obligar a alguien a que te ame.
-Te vas a arrepentir de meterte en mi relación. Vas a arrepentirte de haber puesto un pie, en esta ciudad. -mencionó cerca de mi rostro. Al terminar se fue marcando fuertemente sus pisadas.
Suspiré, no supe por qué le respondí, a la primera debí haberme ido en silencio. Ahora ya tengo a una enemiga, rica y mimada. Estaba frustrada que azote la puerta al salir del baño. Tyrone se sorprendió al ver que la puerta se abrió fuertemente.
-Ey, Ady, calma, pero que tú eres enojada. Perdón, por qué estás enojada. -dijo limpiando el chocolate que le cayó en la mochila que traía en frente.
Exasperada suspiré y me acerqué a él -Es Miranda, cree que tengo algo con Zayran, y está amenazando con destruir mi vida.
Tyrone abrio los ojos sorprendido -. ¿No es eso cierto? -no podía creer lo que estaba diciendo.
-¡¿Qué!? ¡Yo no, no ha pasado eso! ¿De dónde sacas eso?
-Ja, ja, es obvio desde que actuaron y cómo se acercaron. Pero si no, es porque aún no pasa.
Le di un golpe en el brazo suavemente, él se rio y ambos caminamos a la salida. Pude ver que Zayran hablaba con un chico en un automóvil quien abrazaba a una hermosa mujer. Tyrone y yo nos acercamos, Zayran se volteó y sonrió. Tierra trágame si es que mi rostro se está poniendo colorado en estos momentos. Era como si la sonrisa me pegara como el sol de verano, me derretía el corazón. Sentí un codazo por parte de Tyrone.
-Me voy Ady, me texteas cuando llegues a tu casa. -Tyrone se despidió y salió de mi vista. Cuando me voltee a Zayran y su amigo, él estaba mirando a Tyrone con el ceño fruncido.
-¡Tú eres la chica de los batidos! -El chico junto a Zayran habló, sacándolo de sus pensamientos él me miró esperando una respuesta a la emoción de su amigo.
-Esa soy yo.
-Mi hermana te va a amar.
-Ey, mejor vámonos nuestras familias nos esperan.
Todos subimos al auto, y no faltaba ver a Miranda, mirándonos a todos con odio, pero me miraba más a mí, con resentimiento. Me volteé a otro lado. Sentía un malestar que comenzaba a atormentarme. El carro hecho a andar, y podía sentir la brisa que entraba libremente sin el capo del carro. Era realmente muy novedoso. Acomodaba mi cabello que gracias al aire me daba en la cara -. No dejes que te atormente -Zayran susurró a mi oído. Tomó uno de los mechones que me atormentaban en el rostro y lo coloco tras mi oreja.
-¿Por qué haces eso? -dije mientras lo miraba con el corazón en la boca. Los nervios me invadieron y mi pulso se acerelaba.
-Miranda siempre ha pensado que puede tener lo que quiere y ha pasado un rato desde que le puso los ojos a Zayran -la chica mencionó mientras arreglaba su maquillaje en el espejo del automóvil. Sus ojos se encontraron con los míos en el espejo, sonrió, creo que noto como me sonroje.
-En mirandalandia todo es posible menos lo que es real -el joven que conducía bromeo.
-Adina, ellos son Sian y su novia Sofía. Su hermana va a estar en el mismo baile que mi hermana. -Zayran se acercó al frente y tomo algo que estaba en medio de los asientos principales, se volvió a recargar y me tendió una botella de agua. La tomé y bebí un poco de agua. El trayecto fue divertido, la música que ponían hacia que todos cantáramos. Cuándo el camino término llegamos a un hermoso auditorio estilo vintage. Los colores cafés eran los que más resaltaban, el nombre en letras negras "Baile de Girasoles" estaba muy llamativo.
Todos entramos y Zayran tomo mi mano, él me jaló separándonos de sus amigos. Dios, no solo es atractivo, es como si de alguna forma todo lo que hiciera diera un vuelco a mi corazón. El bullicio de la gente estaba en alto y resonaba mientras veía a unas hermosas niñas vestidas de amarillo, con una falda que parecían pétalos de girasoles. En el centro había unos hermosos puntos de piedras color café brillante. Ahora tomaba sentido lo de baile de girasoles. Comenzamos a acercarnos a una familia que le entregaba flores a una chica de cabello rizado, sus risos eran definidas y estaban amarrados en una cola alta, su cabello era hermoso, me encantaba lo largo que lo tenía.
Ella se volteó y lo primero que vi fueron sus hermosos ojos miel que hacían contraste con su piel bronceada y sus pecas. Era sorprendente, ella sonrió y corrió a Zayran, él soltó mi mano, se incoó y abrio los brazos. Ella saltó hacia él con un ramo de flores.