Capítulo 4: Josh

Observo a Triana arrodillada en la arena pasándole cera a su tabla de surf. Ella surfea, yo trago agua si lo intento, así que me senté en el porche de su casa a intentar trabajar aprovechando la mañana fresca del sábado y ella quiso surfear. Sin embargo, mis ojos no se han apartado de ella en ningún momento y no me gustó que unos tipos la miraran como si quisieran comérsela.

Me digo a mí mismo que es debido al hombre que intentó abusar de ella porque sigue suelto, pero la realidad es diferente. Es decir, me preocupa, sin embargo, no es solo eso. Tengo tantos sentimientos mezclados por causa de ella y me siento completamente perdido.

Todo por culpa de Milka que insinuó que algo podría pasar entre Triana y yo. Si ella no hubiera dicho nada, no estaría pensando en cosas que no son.

No puedo desear a prima por más que no sea mi prima de sangre.

Agarro mi celular y busco la aplicación de citas que Milka instaló en mi teléfono. Le comenté que estaba un poco cansado de andar saltando de mujer en mujer teniendo sexo sin compromiso luego de ver que casi todos tienen relaciones serias. Ella sugirió salir con alguna mujer en una cita evitando acostarme con ella en la primera cita o en la segunda para demostrar que soy un hombre serio y busco una relación formal.

No soy bueno en las citas. Tuve dos citas en mi vida con dos mujeres diferentes. La primera fue en la escuela. Fuimos al cine, a comer pizza y luego la llevé a su casa. En esa época era más virgen que la virgen Maria. No salimos de nuevo porque ella se fue con otro. Y creo que tuve una segunda cita con otra en la Universidad para hacerle la pata a un amigo que quería estar con la amiga, pero me acosté con ella al final de la cita y perdí el interés, luego ella se enojó porque no la llamé y le dije que no lo hice porque no me había dado su número, ella me dijo que yo no lo pedí y fue así porque no me interesaba tenerlo. Se enojó cuando se lo dije y no me habló más. No sé que le pasó. Uno miente y se enojan, uno es sincero y también se enojan. Desde ahí fue salidas casuales, sexo esporádico y si te he visto no me acuerdo.

Ahora todos tienen relaciones serias, incluso Oriana que la hacía la solterona de la familia después de ver lo mala que era eligiendo hombres.

Triana está soltera, pero no lo estará por mucho tiempo porque tiene muchas cualidades que cualquier hombre desea en una novia y ella es mujer para relaciones serias. Nunca fue de las que salta de hombre en hombre.

Sacudo la cabeza e inicio sesión. Milka me hizo un perfil y no volví a entrar después de eso creyendo que es una tontería y no sabe con quien te puedes encontrar. Yo soy ingeniero en sistemas, trabajo con computadoras y sé lo peligroso que puede ser. Hay que ir con cuidado.

Vaya, veinte solicitudes de mujeres. No creí que sería Brad Pitt en su época buena. Milka puso que soy ingeniero, soltero, que me gustan los animales y pasar el buen rato en una buena fiesta, pero también en una buena cena o charla.

¿Cena y charla?

—¿Qué haces? —me sobresalto y casi dejo caer el teléfono al suelo.

Triana se sienta a mi lado riendo.

—No me asustes.

—¿Estabas viendo porno o algo prohibido? —sonríe con picardía.

—No, no me avergüenza admitir que veía porno. Antes, ahora no, ya maduré—le enseño la pantalla—. Milka me hizo un perfil en una app de citas y estaba viendo las candidatas.

Ella se acomoda a mi lado con confianza y trago con fuerza. Esto fue algo común. ¿Por qué ahora me afecta?

No hago caso a esas emociones y me enfoco en mi perfil de la app.

—¿Vas a salir con alguien?

—Lo he estado pensando. ¿Tú no quieres volver a tener una relación?

Ella suspira.

—No lo sé. A Anthony lo tengo superado, solo que no apareció ningún hombre que llame mi atención. Y con esto del acosador…

—No creo que regrese.

Trato de decirlo con convicción. Yo opino que no regresará, no obstante, también temo que lo haga y termine lo que empezó. Puede que solo está esperando que las cosas se calmen, bajen la guardia… Mejor no pienso en eso. Mente positiva.

—No lo sé, Josh. Sabía mi nombre, lo que me da a pensar que no fue una elección al azar. Podría estar esperando que baje la guardia. ¿Y si pasa como en las películas donde la mujer comienza a salir con un hombre sin saber que es su acosador?

Río.

—Es una locura. Si pretendiera eso, lo habría intentado antes de entrar como lo hizo.

—El miedo está. Además, estoy bien así. Ser soltera no es el fin del mundo y no soy de las que se muere por eso. No tengo problemas en ser una solterona con gatos—me quita el celular—. Veamos tus posibles novias.

Ruedo los ojos, acomoda el celular en medio de los dos y analizamos los perfiles.

—Esa tal Lucy es guapa. —destaco.

—Por favor, tiene más filtros que mi cafetera. Una mujer que pone tantos filtros demuestra inseguridad o que oculta algo detrás de estos.

—Es cierto.

Le da a ignorar y pasa a la siguiente. A esta la descarto yo, al igual que las tres siguientes porque sus fotos sensuales no me dan impresión de buscar una cita seria, sino sexo de una noche o les gusta llamar la atención.