Amor en penumbas

Capítulo 5: Triana

Margot toma asiento a mi lado y pide una copa de vino mientras me dice que se quedó sorprendida que Josh tuviera una cita. Ella lo conoce desde que teníamos dieciséis años e íbamos a la escuela y sabe que no es de los que tiene citas.  

—Valerie estará decepcionada.

—¿Sigues hablando con ella? —le doy un trago a mi mojito—. Josh dijo que gritó como hiena a punto de parir mientras tenían sexo.

Mi amiga ríe.

—No lo dudo—reímos—. No, no hablo con ella, pero sé que anda pendiente de las redes de Josh y le da que le gusta a todas sus fotos.

—Josh casi no sube fotos y cuando lo hace, ni se fija quien la mira y quien no. Muchas de las fotos las he subido yo en su cuenta porque sé su contraseña.  

—Cada vez que sube, ella le comenta algo.

—Tampoco he prestado atención. Y salió con una madre soltera que tiene la misma profesión que él. Capaz se entienden.

—Es complicado salir con padres solteros. Yo lo intenté. El niño era un malcriado de primer nivel y la madre no dejaba de llamarlo por tonterías. Al final me cansé y lo terminé luego de un mes.  

—Lo recuerdo. No todos son así. Mira a mi amiga Belle que está casada con un hombre que tiene una hija con otra mujer. Y es amiga de la madre de la niña. Cenan todos juntos, con el esposo de ella y su hijo incluido.

—Sven nunca tuvo una relación amorosa con la madre de la niña, según recuerdo. Si bien hay casos que todos se llevan bien, la mayoría no. Yo tuve una mala experiencia y me sirvió para evitar a los padres solteros al menos que sea viudo y el niño o niña bueno.

—Apenas es la primera salida. Veremos como le va a Josh.

Vuelvo a beber para no pensar en ello.

No tengo idea que me pasa, no sé por qué me molesta un poco que él haya tenido una cita con alguien. Tal vez por no estar acostumbrada a que las tenga.

No quiero pensar que comencé a desarrollar sentimientos por Josh. Sentimientos que van más allá de primos y amigos porque es imposible.

—Qué bueno que decidieras salir a tomar algo conmigo. Te has encerrado mucho en ti misma desde que lo que pasó. Y siento mencionarlo.

En cuanto Josh comenzó a prepararse para su cita, le escribí a Margot para salir porque no quería quedarme sola en casa y necesitaba despejar en la mente para no pensar en lo que siento o no por Josh.

Aquí estamos. Un sábado por la noche en un bar.

—No te preocupes. Ya pasaron tres semanas y no puedo seguir pensando que alguien me persigue. Quiero creer que Josh tiene razón y aquel hombre me diera como caso perdido luego de fallar en su intento y que la policía no deja de buscar.

—Salud por eso—levanta la copa de vino en mi dirección y la choco con mi vaso de mojito—. Hablando de Josh, no sabía que vendría a este lugar.

—¿De qué hablas?

Señala con la barbilla a un lugar detrás de mí, me doy la vuelta y ahí está Josh con quien debe ser su cita. Una mujer joven, guapa y con quien está entretenida porque él está riendo.

Trago con fuerza y bebo un mojito. No puede ser que sienta celos. No es posible.

¿Por qué sentiría algo más por Josh justo ahora? ¿Por qué no sentí celos de otras mujeres? «Porque sabías que esas mujeres no significaban nada para Josh y que él las dejaría luego de acostarse con ellas, y con esta busca algo más».

Aparto la mirada y exhalo un suspiro.

—Si es la mamá soltera, es guapa y parecen estar pasándola bien.

—Sí.

—¿Por qué no pareces feliz con eso?

—¿De qué hablas?

—Soy una de tus mejores amigas y te conozco. No pareces feliz viendo a tu mejor amigo feliz con una mujer que parece buena.

—Apenas la conoció hoy. Y es Josh. Ya sabes como es.

—Yo siento que hay algo más—sacudo la cabeza y sonrío—. Fingiré que te creo porque no quiero ponerte de mal humor.

Margot es mi mejor amiga y una confidente, sin embargo, no quiero comentarle acerca de mis dudas y nuevos sentimientos hacia Josh porque no los tengo claro y decirlo en voz alta sería admitir algo a lo que no estoy dispuesta.

Si Josh decide tener una relación con esa mujer o con otra, tendré que aceptarlo y apoyarlo. Lo que importa es que sea buena persona y lo haga feliz.

Pido otro mojito y Margot pregunta si comí algo. Claro que comí, como chef disfruto de cocinar y comer.

Diez minutos después, me olvido de Josh y enfoco mi atención en los dos hombres que se acercaron a Margot y a mí para invitarnos a tomar algo. Margot los echa con muy poca sutileza y yo pedí agua para evitar embriagarme.

—Antes salíamos y encontrábamos chicos guapos, simpáticos e inteligentes. Ahora hay puros bichos raros.

—Ya tenemos treinta. Queremos otras cosas y los gustos ya no son los mismos—bebo agua—. ¿Recuerdas que te dije que te quería presentar a un amigo de mi hermano?

Ruedo los ojos.



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En el texto hay: humor, acosador, romance

Editado: 16.06.2024

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