Amor en penumbas

Capítulo 6: Josh

Kate me hace señas con la mano y vuelvo mi atención a ella.

—Lo siento. ¿Decías?

—Te has distraído.

Sí, mirando a Triana bailar con un hombre. Vi a su amiga Margot cerca.

Me sorprendió ver a Triana aquí. Le pregunté si tenía planes y dijo que no, que solo miraría una película. Me preocupó dejarla sola porque sé que le cuesta quedarse desde lo que pasó, en especial en las noches, pero dijo que le pediría a Margot que pasara. De seguro ella la convenció para salir.

—Lo siento. Es que vi a unas amigas en la pista. O eso creo, no estaba seguro. —le sonrío.

Kate es una mujer agradable, divertida e inteligente. Ama a su hijo. Mi preocupación era su ex, hasta que me enseñó un mensaje de él donde ella le decía que tenía una cita, pero que le avisara si algo pasaba con el niño. Su ex le dijo que no se preocupara y la pasara bien. No tienen una relación como Sven con su ex que son amigos, pero se llevan bien.

Sin embargo, desde que vi a Triana, mi mente dejó de estar en esta cita.

—¿Amigas estrictas?

—Nunca me acosté con ellas. Son amigas. Crecí con una de ellas, se llama Triana. Su madre y mi padre son hermanos adoptivos, así que fuimos criados como primos. La otra se llama Margot y es la mejor amiga de ella y la conozco desde que iban juntas a la escuela. Tengo otra amiga estricta que se llama Milka y está casada con mi primo Kenny, quien es mi falso ex esposo.

—¿Falso ex esposo?

Le cuento por qué le digo así y ella ríe.

—Un poco loco y raro.

—Ni que lo digas. Ni te imaginas las miradas que nos dieron algunos cuando escuchaban la conversación fuera de contexto.

Miro disimuladamente hacia la pista. Kate se disculpa para revisar su teléfono y yo aprovecho para sacar el mío y preguntarle a Triana si está bien.

—Lo siento. Mi hijo estuvo con un poco de fiebre y me preocupa—guarda el celular—. Hugo ya me dijo que está durmiendo tranquilamente y no ha vuelto a tener fiebre.

—No te preocupes.

—Gracias por no salir corriendo cuando te dije que tengo un hijo. La mayoría de los hombres huye—ríe—. Al principio opté por no decir nada de él hasta que hubiera algo de confianza, pero me fue mal y decidí ser honesta desde el principio.

—Me alegra que lo hayas sido.

—¿Eso significa que podríamos salir de nuevo?

Dudo en la respuesta porque no estoy seguro de que haya sido buena idea salir con alguien cuando tengo tantas dudas sobre mis sentimientos por Triana, pero estar con ella es imposible y no puedo quedarme estancado.

—Sí, claro. Si no te espanté con mis anécdotas.

Ríe.

—Para nada. Soy una mujer fuerte.

En ese momento Margot aparece frente a mí con cara de pánico.

—Margot.

—Josh, lamento interrumpir tu cita, pero tienes que ir con Triana. Tiene un ataque de pánico porque dice que su acosador está aquí. Está muy nerviosa y dice que no quiere salir porque el acosador la está esperando.

Me pongo en pie de un salto.

—¿Dónde está?

—En la zona privada.

—¿Qué sucede? —pregunta Kate.

La miro y no puedo llevarla conmigo hasta Triana porque a esta no le va a gustar.

—Lo siento, debo irme, una emergencia. Lo siento mucho—dejo dinero en la mesa—. Te llamaré y lo digo en serio. Si no fuera importante no mi iría.

—Sí, claro.

—Si te dijo que te llamará, lo hará, de lo contrario no te lo hubiera dicho. —dice Margot.

—¿Cómo sabes eso?

—Mi ex amiga Valerie se enojó cuando te quiso dar su número y le dijiste que no lo querías porque no ibas a llamarla—Kate abre los ojos—. Así de sincero es.

Me río, Kate me brinda una sonrisa y me dice que espera que todo está bien. Yo sigo a Margot a donde se encuentra Triana.

Sabía que ella no estaba bien del todo. No he pasado por alto la forma en la que mira por la ventana cuando la noche cae y sé que tiene pesadillas. No quise decir nada para no presionarla. Tal vez sea hora que busque un terapeuta.

Margot me comenta que estaba bailando con un hombre cuando vio a Triana pasar y la agarró para preguntarle por el amigo del hermano, justo en ese momento se dio cuenta de que algo no andaba bien. Tenía cara de terror.

Llegamos a los apartados. Triana está sentada con la cabeza baja y los ojos cerrados. A su lado está el hombre que estaba bailando con ella, y acaricia su espalda al mismo tiempo que le susurra algunas palabras.

Aprieto los dientes y me acerco. Me arrodillo frente a ella ignorando al castaño de cabello rebelde que parece un modelo salido de una revista.

—Tri.

Ella alza la mirada y se tira a mis brazos. La abrazo con fuerza, acariciando su espalda y susurrándole que está a salvo. 



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En el texto hay: humor, acosador, romance

Editado: 16.06.2024

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