¿Por qué hablar cuando las palabras envejecen y la moral del pasado no aqueja?
Nuestras miradas susurran lo que las voces callan y bajo la luna menguante nos desarman
dejamos en silencio lo que nunca paso. En la oscuridad de la noche mi corazón me abandono
como estrellas brillando en un cielo sin fin, nos permite encontrándonos con el dolor.
aunque las miradas no pueden ocultar la verdad, la sociedad muestran frialdad
vivimos imaginando el pasado con ilusión, bajo las miradas que callan lo que siente el corazón
Cada beso que nunca se dio es un poema que declara nuestra unión,
cada abrazo que anhela mi alma es un refugio que proclamo con dolor.
En la soledad se ama sin embargo el universo nos observa con camal,
En el tumulto del día, el mundo murmura haciendo más claro el karma
nuestro silencio un cadena que perdura y nuestras miradas se enlazan en un pacto singular.
en nuestra soledad compartimos la eternidad, donde solo tú y yo conocemos la verdadera realidad.
Bajo el lamento estrellado se escribe nuestra historia, grabando el dolor que impulsa cada latido,
cada noche un suplicio sin igual que durara nuestra pequeña eternidad
Así que, ante este horror, sin temor y con dolor
seguimos nuestro camino, mientras las palabras se desvanecen en el viento.
nuestro amor permanece en silencio.