Amor fingido

10.Puedo ser quien quieras

Nos encontramos en uno de nuestros descansos, esos segundos de paz antes de que la locura comenzará de nuevo. Por lo general este era el instante en el que las maquillistas se nos acercaban para retorcanos o nos cambiábamos de atuendo en el caso de que haya habido un accidente involucrando una taza de café entre transmisiones.

Para mí era ese minúsculo espacio que tenía para sacarme la careta de “periodista alegre” y podía ser yo. Hace una semana atrás no había mucha diferencia entre una y otra, sin embargo hoy la historia era distinta.

Por mucho que lo intentase , no conseguía conectar con esa persona que me observaba desde el espejo. La luz que había en sus pupilas se habia apagado y parecía no tener intención alguna de volver.

Mí única compañía en mí desconsuelo era mí móvil , al que últimamente, por más que odie reconocerlo, vivía pegada. Era mí distracción favorita.

-Con quien estás hablando? -inquirio una voz a mí costado, una que le pertenecía a un ser humano del que me gustaría permanecer alejada.

Paradójicamente era al que había escogido para enfurecer a Connor. Vaya suerte la mía. De verdad tenía que empezar a tomar mejores decisiones, o alguien debería tomarse la molestia y obligarme a sopesar las consecuencias que traían consigo.

-Con mí hermana-respondí a secas.

Si hoy no estaba de humor para socializar que no se notara,no?

-Mandale saludos y dile que cuando quiera puede usarme como conductor designado.

Justo lo que me estaba haciendo falta hoy, el retorcido humor de este patán.

-No te ofendas pero tu no eres su tipo-sentencie - Lo lamento mucho.

-No me ofende- hace una reverencia- Aunque a que te refieres con ello?

-Los tipos cuadrados y aburridos, que respetaban las reglas . A rajatabla- abrí grande los ojos para ponerle más énfasis a mí declaración.

-Jamas entendere eso de la juventud.

-La juventud?- pregunté, y la burla se colo entre mis palabras. Sin querer…Okay, me pillaron, fue bien intencionada-Cuántos años tienes porque estas sonando como un anciano. Aún no pisas los 40 y te comportas como un dinosaurio - renegue -Que decepción.

-Por que sería una? Si mal no recuerdo tu fuiste la que me comunícaste mí apodo, relacionado con las tinieblas.

-No lo sé, siempre te imagine como un sujeto con un espíritu libre y… Joven. Desconocía que detrás de esa fachada se escondía un abuelo de 80 años.

-Y ahora estás sacando de contexto lo que te dije- mascullo- Lo que no me cabe en la cabeza es como la gente de la edad de tu hermana tiene una tendencia a la rapidez y un hambre voraz por querer morir jóvenes. Cómo si eso les permitiese dejar un legado… legendario, valga la redundancia- Es que los libros de historia no les han enseñado absolutamente nada? No se dan cuenta de que si se despiden de su vida antes de los 30 no tendrán mucho para dejar.

-Hey -me quejé - Que “El club de lo 27” le ofreció bastante a este mundo.

-Claro, el punto ahí es que ellos ya eran famosos y tuvieron la posibilidad de explotar su potencial y talento, hoy no muchos lo consiguen antes de los 40. Es tan sencillo como ser consciente de que se quedarán a mitad de camino.

-Es que tu no eras así en la adolescencia ? No te creías invencible y capaz de lo que fuese?

Nego.

-Solo en la primera parte, en el resto no. Desde una temprana edad tenía muy en claro que no quería saltarme ninguna etapa y prefería vivir paso a paso.

-Y encima tienes el lujo de llamarme cuadrada…. A mi- me señale.

-Oye, que esa acusación no salió de estos labios.

No miento cuando digo que maldije ese acto tan sencillo e inocente, en simple apariencia,porque en mí interior tenía la sospecha de que lo estaba haciendo a propósito para que yo me fijase en ellos.

O tal vez solo era mí imaginación que me estaba jugando una mala pasada… De nuevo.

-Te aseguro que lo piensas por más que no lo expreses. Simplemente prefieres guardartelo para ti porque eres un cobarde - comencé a hacer ruidos de gallina.

Si él había plantado en mí mente el interrogatorio de a que debía saber su boca, era justo que también sufriera.

-Confia en mí, soy cualquier cosa menos un cobarde.

-Puede anoche no dabas esa impresión, tratando de retractarte de mí propuesta - afirme- Punto aparte, si no quieres lidiar con los inconvenientes de la juventud deberías meterte con gente de su edad- sugerí.

-Es aburrida.

-O sea que te gustan las presas de menor edad para así poder nutrirte del colágeno de tus víctimas.

-No llamaría así a mis conquistas.

-Esas conquistas están aquí entre nosotros porque hacd mucho que te veo junto a una.

-Eso es porque no le tengo miedo a estar solo. No me urge llenar el vacío que una deja con otra persona.

-Es eso acaso una indirecta para mí?

-Si el zapato te queda por algo sera-se alzó de hombros.

-Siento tirar abajo tu teoría, sin embargo yo no soy de esas. No necesito ni clamo por tener un hombre a mí lado.

-Entonces porque estabas tan desesperada con este loco planteamiento a través del cual pretendes poner celoso a tu ex.

-Facil- chasquee mis dedos- Resulta que hace unos meses atrás él me había comentado , en una de las pocas veces que decidió ser sincero conmigo, que sentía cierta envidia de ti y que no le despertaba un gran sentimiento de confianza. Cuando lo interrogue no le quedo alternativa más que preguntarme si pasábamos mucho tiempo juntos tras bambalinas.

-Que respondiste a eso?

-Fui con la verdad.Le explique que no nos soportabamos porque tu menospreciabas constantemente no trabajo.

Un gruñido se escapó desde el fondo de su garganta.

-Escucha si quieres que esto funcione debes dejar atrás ese resentimiento.

-Estoy trabajando en ello, no creas que va a pasar pronto.

-No es mí problema, es tuyo. Tu serás la que tendrá que esforzarse más para conseguirlo.Yo ya dejé esto en el pasado, donde pertenece. Dime… porque das las vibras de ser alguien a quien le cuesta olvidarse de las cosas?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.