Amor imperdonable de un millonario: (libro 1)

Viniste por mí

Lo siento deberás-Agacho mi rostro.
-Ya te dije que no te preocupes, lo entiendo-Acaricia mi cabeza.
Ramiro miró su reloj y ya eran las siete de la noche.
-Coral es hora de que me vaya-Me miró con tristeza, él odiaba está hora, era la hora en la que todas las visitas tenían que marcharse, para poder dejar dormír a los pacientes. Y claro era la hora en la que me tenía que decir adiós.
-Si, lo entiendo, entonces nos vemos.
-Bueno mi pequeña lunática, nos vemos mañana-Se inclinó hasta mi altura y dejó un beso muy cerca de mis labios-Te quiero mucho-Susurro cerca de mi oído.
-Yo también te quiero mucho, mucho-Sale de la habitación con una inmensa sonrisa.
Me recuesto a la cama nuevamente, tenía un gran vacío luego de que Ramiro se marchara, está tarde los médicos habían decidido quitar temporalmente mi teléfono, ellos manifiestan de que eso me causa más estrés, no le veo problema el que me lo hubieran quitado, pero por favor, es el único medio por el cual miro si Deivis se reporta o no.
A la mañana siguiente me levanto con los ánimos por el piso, está vez me sentía con ganas de vomitar y un dolor de cabeza como si hubiera tomado toda una noche.
-Señora, aquí está su medicina-Dijo la enfermera de buen humor.
-Muchas gracias-Tome la bandeja en dónde traía la medicina-La enfermera no se había marchado seguí allí parada mientras me veía la cara-¿Pasa algo?-Pregunté confusa y en mis manos sostenía el agua.
-Tómese la medicina. Y de inmediato desayuné. Para hoy le preparamos un menú especial, debido a su embarazo.
-Que gratificante -Reí asomándose a la bandeja. Había una manzana y unos espárragos cocidos con tocino.
-Lista señora, ahora sí. Tome su medicina.
-No me digas que estás allí parada vigilando si tomo está píldora-Supuse y ella asintió.
-Si, estás en lo cierto.
-Bah-hago una mueca de desagrado.
Me tomo la píldora y luego la miró con una sonrisa, ella se marcha del hospital y yo me dispongo a ir al baño.
Hice mis necesidades y luego salgo del baño cerrando la puerta tras de mí.
-Otro día aburrido-Solté un suspiro.
Estaba tan fastidiada que me puse a escuchar música en la pequeña radio que me regaló Ramiro.
-¡Bájale el volumen a esa maldita cosa!-Gritó la señora que está al lado de mi habitación, bueno ella es nueva aquí, ingresó debido a un accidente que tuvo.
-No te pongas de enojona amiga-Solté una carcajada y le baje un poco a la música.
Tenía ganas de ser feliz, solo un poco, quería olvidar todos mis problemas, por eso me puse a bailar.
A mí mente llegó el dulce rostro de mi novio, sus hermosos ojos negros acompañado de sus labios rosas, se me extremese la piel en cuanto lo imagino.
Deivis te amo con todo mi corazón.
-Hola buenos días-Detengo mis pasos y me asuste un poco, ya que odio que me hablen de manera desprevenida, en cuanto volteo para ver quién es, mi piel se me pone helada.
-B-Buenas-¿Quién demonios es este hombre? Es un joven de algunos treinta años, está vestido de médico y en la parte izquierda de su camisa dice que es neurólogo.
-Soy el neurólogo Hamilton-Sonríe y mete sus manos en los bolsillos de su bata.
-Ah, eso veo-Respondí sentándome en la cama.
-Estoy aquí porque necesito valorarte.
-Otra vez-dije aburrida-Si me van a internar háganlo de una buena vez, no quiero más rodeo-Ya estaba mamada de todo esto.
❤️
-Calmate-Eleva sus manos en son de paz.
-Doctor, estoy aburrida, ¿Usted no entiende eso?.
-Lo entiendo más que nadie, pero estamos para ayudarte.
-Están bien, ¿entonces qué es lo que quieres valorar?
-Primero que nada, déjame tomar asiento ¿Puedo?-Me eché a reír, ya que eso sonó chistoso.
-Pues claro que puedes, ni que el sofá fuera mío-Se sentó en el sofá, y luego me miró, sé que está estudiando cada movimiento que hago, me imagino que me estará diagnosticando, loquera severa-Dime, ¿que es lo que haces aquí doctor? Usted disculpe si soy grosera, pero es que esto me está enloqueciendo, y para rematar me quitan mi teléfono. ¡No es justo!-Grité frustrada.
-Le aumentaremos la dosis de su medicina y también añadiremos terapia tanto conductual, como intensiva.
-Lo que faltaba, ustedes solo me quieren dopar, como un maldito vegetal.
-Eso es todo señora coral, si me disculpa-Se levanta de su asiento y sale de la habitación, ese maldito viene aquí solo para decirme que me va a aumentar la dosis y más terapia.
-¡Quiero salir malditos!-Rugo dándole un golpe a la puerta.
Me tengo que ir de aquí, si o si, trago grueso y paso mis manos por mi cabello, estaba desesperada, no puedo seguir aquí, tengo que rehacer mi vida, además mi embarazo muy pronto se verá más reflejado, tengo que hacer algo en esta vida por mi hijo, no puedo pasar mi embarazo en este maldito lugar.
Está noche me voy a escapar, lo juro.
Ya es mediodía, me encuentro tomándome unas sopas de carne, las cuales me gustan mucho aunque no sepan de lo más delicioso están agradables.
Hoy Ramiro no ha llegado qué extraño. Él suele venir muy temprano a visitarme.
Es el único que ha estado para mí, porque mi hermana me abandonó, claro se aburrió de esta porquería.
-Señora alguien vino a visitarla-Dijo la enfermera mientras me traía la medicina.
-¿Quien es?-Dije con la esperanza de que fuera mi novio.
-No lo sé, es un hombre muy bello-Se echó a reír, el único hombre bello que conozco es Deivis.
-Dígale que venga-Le entregó el vaso a la enfermera y ella se marcha de manera rápida.
A los pocos minutos esa persona entra, y mi corazón se detuvo en cuestión de segundos, no podía creer que era él, ese hombre que ciega mis pensamientos y derrite mi cuerpo.
-Mi vida-Me levantó de la cama y corro hacia sus brazos-Estaba muy preocupada por ti-Mis ojos se aguaron ya que tenía tantas ganas de llorar.
-Mi Reyna-Me abraza, el olor de su rico perfume hace que mi corazón vuelva a la realidad.
-No puedo creer que seas tu mi vida.
-Soy el mismo, de carne y hueso.
-Deivis mi cielo-Rompo en llanto y él me abraza más fuerte.
-Shhh, ya estoy aquí mi niña-Toma mi rostro dentro de sus suaves manos y me obliga a mirarlo-Estas conmigo mi bebé, no pasará nada-Su penetrante mirada me hace estremecer, extrañaba está sensación.




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