--¿Papi?.
-Si, mi papi tiene un auto muy grande-Entonces eso era lo que quería decir.
-Entonces vamos hacia la casa de tu padre. La niña sonríe y me tomó de la mano para luego caminar juntas hacia la entrada de su casa. En cuanto iba a tocar la puerta la niña se adelantó y gritó. -¡Papá!-Mire a la niña de inmediato y ella sonrió con una sonrisa muy hermosa aunque a sus encías le faltaban unos cuantos dientes. No pasaron ni cinco segundos cuando la puerta se abrió dejando ver a un hombre de aspecto viejo. Casi que un anciano.
-¿Dime hija?-El hombre rodó sus ojos grises hacia la pequeña criatura.
-Papi me he encontrado una amiga en el camino-El viejo rodó sus ojos ahora hacia mí, me miró con muchísima atención y luego sonrió.
-Me alegra que mi hija haya encontrado una amiga.
-Hola señor. Bueno en realidad estaba buscando una salida para tomar un taxi y bueno…Me tope con su hija y ella me dijo que usted tenía un auto-Solté la bomba no podía quedarme ni un segundo más con ellos, de lo contrario, Deivis vendría por mi .
-Veo que estás un poco alterada no te preocupes, ahora mismo iré a buscar las llaves-El viejo dio media vuelta y se dirigió a un rincón de la casa para así poder tomar unas llaves que estaban colgadas en un clavo.
-Ya verás que papá te va a llevar a tu casa-La nińa expuso.
-Listo… vamos al garaje, te llevaré a casa mujer-Tenía un poco de miedo no lo voy a dudar, estaba subiendo al auto de un desconocido, aunque no era la primera vez, cabe admitirlo.
-¿Oye pero dónde vives?-Preguntó la niña acomodándose dentro del auto, y dejando su globo a un lado.
-Vivo en el… Detuve mis palabras, y me acordé que en el portal vivía mi hermano, y cuando digo vivía, era por qué lo más seguro es que ya no estaba, debido a la fuerte masacre que hubo en aquel entonces, en donde murió la criada entre otros hombres que estaban bajo el mando de mi hermano. ¿Qué le respondo a la niña? No sabía que decir por ello le di la dirección de una vieja amiga. Claro está, no nos vemos desde que terminamos la universidad. Me imagino que ya debe tener su familia.
-Vivo en la condesa-Le respondí a la criatura.
-Entonces vamos para la calle la condesa-Afirmó el viejo mientras acelera el vehículo. Asentí con una sonrisa falsa ya que por dentro moría de miedo.
-papi, la hermana, es muy alta-Senti pequeños corrientazos en mi estómago cuando escucho la palabra hermana, realmente ya habían pasado varios meses desde que vi a mi hermana y eso me dolió en el corazón.
-Si…la hermana es muy grande¿Verdad?-Cuestiona el viejo mientras me mira por el retrovisor.
-Algún día serás así de grande como yo-Llevo mi mano por encima de la cabeza de la niña y ella sonrió. La acarició y me sentí tan mal, este pudo haber sido Alan, si no hubiera muerto, de inmediato mis lágrimas salieron por sí solas, era inevitable controlarlas.
-¿Por qué llora la hermana mayor?-Preguntó la niña. sus bellos ojos me miraban con tan inocencia que era imposible no darle un abrazo.
-Solo lloro de felicidad, de ver que una niña tan bonita, quiera ser como yo. Mientras el auto se desplazaba acercándome cada vez más a mi destino, la pequeña niña se durmió encima de mis piernas, el calor que brotaba de su cuerpo me era muy familiar.
-Bueno, señorita, hemos llegado-Aviso el viejo mientras se apoyaba de su asiento para poder mirar hacia atrás.
-Muchas gracias señor-Le había agradecido pero la nena aún estaba durmiendo, se le vio tan feliz encima de mis piernas.
-Fue un gusto conocerle-Anunció el viejo con una sonrisa tan elegante que dejaba ver sus dientes. Me incliné y dejé un beso en la frente de la pequeña, luego la fui separando de mi poco a poco hasta dejarla completamente acostada en el cojín del auto. Salí del auto con una sonrisa tímida, creo que ellos han hecho mucho por mi, la verdad no merezco la ayuda de nadie, he sido una maldita mentirosa. -Señorita le deseo muchos éxitos en su vida al igual que su pequeño bebé-El hombre miro mi barriga la cual marcaba el gran bebé que llevo dentro. -Muchas gracias, por cierto, cuide muy bien a su hija, es una niña muy hermosa-El hombre asintió y con una sonrisa se subió a su auto para después desplazar las llantas de su auto, las cuales estaban encima del pavimento y poco a poco ir desapareciendo de mi vista. Solté un suspiro, y pensé. -Cómo hay gente buena en este mundo-Sonreí como tonta y me dirigí hacia la casa de mi amiga, es muy hermosa, de hecho ha cambiado un montón recuerdo que cuando la visité por última vez, solo era de un piso, y ahora es de dos. También hay un pequeño parque. Me imagino que ya tiene hijos. En cuanto llegué a la puerta levanté mi mano y con dos toques hice sonar la puerta. Nadie sale… Toque nuevamente, y por fin escuche un ¡Espere un momento! Es la voz de Anastasia, sentí mucha emoción de volver a verla, solo espero que me dé alojamiento en su casa que de por ciento es muy grande… La puerta se abrió dejando ver a Anastasia, abrí mis ojos en cuanto supe que aún conservaba el bello color de su cabello que siempre usaba en la universidad. Rojo.
-¿Coral?-Me miró extrañada. Luego asentí y de inmediato la abracé.
-Amiga… -¿Cómo estás hermosa coral?-Me corresponde el abrazo. Su aroma era agradable, olía un perfume fino.
-Estoy muy bien-Respondí en un susurro. Ambas nos separamos y de inmediato ella me invita a pasar, al entrar me di cuenta que todo había cambiado, la sala es más bonita, tiene un hermoso sofá de color negro con unos cojines hechos con piel de animal, y unos cuadros hechos a mano .
-Siéntete en casa, en breve traeré una bebida de manzana-Ella salió casi que corriendo y fue hasta la cocina… Y desde lejos me hacía preguntas, estaba muy emocionada por volverme a ver. -Coral me da mucho gusto que vinieras por aquí, y dime…¿Cómo está tu familia?.
-Todos estamos muy bien-Me detuve y pensé. ¿Por qué no decir la verdad?. Es hora de que cuente todo, no puedo seguir en mi mundo de mentiras. Ella es mi amiga y siempre lo fue, más bien fui yo quien se separó y todo a causa de la maldita mafia, no podía tenerla a mi lado, al menos para salvar su vida, ya que soy hija y hermana de los Velázquez. Ella volvió con las bebidas en su mano y me ofreció una. La tome y de inmediato le di un sorbo, estaba deliciosa, recuerdo que era la bebida favorita de Anastasia en la universidad.
-Oye coral y dime…¿De quién es ese bebé que llevas dentro? ¿Te casaste?-La mire con angustia a lo que ella se dió cuenta y añade-No te preocupes, si quieres me lo puedes contar en otro momento-
-Amiga, lo que sucede es que me embaracé del hombre equivocado…Yo, yo a él lo amo, pero él a mi no, osea… no sé si me ame también-Estaba tan alterada que empezó a decir garabatos.
-Cálmate, solo respira y me puedes ir contando de a poco ¿Vale?
-Está bien…-Solté un suspiro y conté hasta diez-Amiga yo he sido una mentirosa durante todo este tiempo, conocí a un hombre en una discoteca, nos enamoramos, pero…No quise contarle la verdad acerca de mi vida, de lo peligroso que puede ser tener una relacion conmigo, mi familia es altamente peligrosa.
-Lo sé…-Respondió Anastasia. -¿Cómo que lo sabes?-Pregunté con las lágrimas caídas.
-Tu hermana Carolina me lo contó todo-Anastasia quitó un mechón de pelo que estaba en mi frente y lo colocó detrás de mi oreja.
-Mi hermana. ¿Sabes algo de ella?.
-No, te estoy hablando de hace un par de años, pero de ella no se nada. ¿Qué ha pasado con ella?.
-No lo sé, a causa de mis mentiras perdí a mi hermana, al hijo de mi novio, y a él hombre del cual vivo locamente enamorada y quién ahora es el padre de mi hijo, que de por ciento le dispare-Rompí en llanto nuevamente , son tantas cosas que no se por donde empezar.
-No soy nadie para juzgar, solo confía en mí, y puedes contarme cuando te sientas más tranquila, por ahora solo descansa, tus ojos tienen bolsas de orejas.
-Si, de hecho no he dormido nada. Me recosté en el sofá el cual se sintió acogedor y cerré mis ojos, hasta quedar completamente dormida