Amor maya

Capitulo 14

Berenice no sentía ningún remordimiento por lo que había pasado la noche anterior en la plaza

De hecho, parecía no darle importancia.

Era sábado a medio día y estaba muy ocupada desde temprano en su computadora. Se dedicaba a buscar información sobre los personajes de su sueño, la bruja y las ciudades mayas que aún estaban en pie.

Seguir con esa idea le haría mantenerse activa, era algo con lo que seguía muy firme y no deseaba eliminar la idea de su mente.

Estaba muy seria, mucho más de lo que antes se había mostrado. Traía un pans color gris en combinación con una sudadera. Su cabello recogido mientras que su mirada era seria, incomprendida y molesta. Sus ojos estaban algo cansados y el tono rojo reflejaba las horas que había pasado ahí.

No había pensado en su amiga, aunque por lógica le debía una disculpa. Pero Berenice era la que se sentía ofendía por haberle hecho caso y obtener esa mala experiencia con Gonzalo.

Lorena por su parte era muy noble y buena con todos. Pero esta vez tampoco quería dar a torcer su enojo y no se había comunicado con su amiga, no había llamadas y tampoco mensajes.

Había sido un periodo de comunicación nula hasta que su celular sonó.

—¿Bueno?—Dijo ella al responder y ver que era un número desconocido. Una parte de ella, con la gran imaginación que tenía. Le hizo pensar que Gonzalo había obtenido su número y le llamaba para disculparse con. En su mente solo existía el coraje hacía su vecino, así que no entendía porque en el fondo deseaba recibir una llamada por su parte.

—Buen día, ¿Señorita Torres?—Preguntó una voz del otro lado de la llamada.

—Si, soy yo.—Dijo con voz en suspenso y con mucha incertidumbre.

—¿Qué tal? Soy el profesor Rubén Vázquez. —Era la voz de un hombre mayor, muy gruesa, como si de un locutor de radio se tratara. —Me dijo mi asistente que necesitaba de mis servicios.

—Oh claro, por supuesto.—Dijo después de un momento en el que su mente analizó la voz y entendió que su fantasía era solo eso, Gonzalo no estaba llamándole.—Buen día, ¿Cómo le va?

—Muy bien gracias. Disculpe que le haya marcado hasta ahora pero el trabajo en la universidad ha sido mucho.—Era un hombre intelectual, muy ocupado pero con dificultad para socializar. —Pero ahora sí tiene tiempo, la puedo atender.

—Si profesor, le agradezco su tiempo y la llamada.—Berenice recordó el ser amable y atenta, algo que siempre había sido característica en ella.—Tengo el tiempo y me gustaría que me respondiera algunas preguntas.

—Por supuesto. Me dijeron que está interesada en la cultura maya.—Era un tema que en verdad le apasionaba y así lo dejó ver desde ese momento.—En concreto, quiere saber sobre algunos personajes y un lugar, ¿No?

—Si, es sobre una princesa que vivió entre el año 600 y 700 d.c—Dijo mientras leía sus apuntes.—O al menos eso pude investigar.

—Umm, eso es un período curioso. La época de gran expansión, por así decirlo.—El profesor se había puesto serio ahora que conocía ese tema.—El gran emperador en ese periodo fue ”Kaguar el justo” Apodado así porque su imperio alcanzó un gran nivel gracias a qué apoyo todas las ciencias y a todos por igual. Alcanzando un desarrollo inigualable para los demás pueblos.

—Si, he leído mucho sobre él pero curiosamente.—Berenice también estaba muy seria, era el momento para descubrir la veracidad de sus sueños.—No aparece nada sobre una princesa, como si los datos no estuvieran.

—¿Y usted cómo está tan segura que deberían estar ahí?—Le intrigaba al profesor saberlo.

—Es una larga historia. Debido a un amuleto conocí primero a esa princesa que la historia del pueblo maya en si. Estoy buscando como encajarla en la historia con los datos que tengo.

—Bueno, hay muchos mitos y leyendas sobre esa cultura en particular. No puedo asegurarle que todo lo que se dice haya ocurrido en verdad.

—Si, eso lo sé, por eso creo que nadie mejor que usted para orientarme sobre esa princesa y su existencia.

—Trataré de ser lo más útil posible… gracias por el halago.

Berenice no perdió el tiempo en explicarle todo lo que había escuchado de la princesa, su relación con Balam, la bruja, las pirámides que vió, el emperador, etc.

Todo con la intención de que este hombre pudiera reconocer el periodo de tiempo en el que ella existió y así poder obtener más datos.

El profesor se quedó maravillado con la forma en la que Berenice narraba, era como escuchar un audio libro de su materia favorita.

Tomaba notas pues había algunos datos interesantes que incluso él desconocía. Cosas que ni en sus múltiples años de estudio había logrado adquirir.

El resumen fue corto pero muy puntual y al finalizarlo llegó la parte más importante para Berenice, escuchar la conclusión del profesor.

—Es muy interesante todo lo que reunió.—Dijo él, preparándose para dar su discurso.—Habia escuchado muchas cosas pero ahora con mi libro puedo ver detalles que salieron de mis manos. Hay un registro de que este emperador tuvo una hija pero es como si su existencia hubiera sido borrada. No le hablo de documentos que se perdieron en el tiempo si no que ellos mismo intentaron no narrar, como si desearan que su nombre quedara en el olvido.—El profesor hablaba muy rápido, más que una clase era como si contara un gran descubrimiento.—Hay tres leyendas que hablan de esa doncella, cosas que se compartieron de boca en boca y no de una forma escrita. Eso hasta que el dominio español decidió hacerlo parte de una literatura escrita.

—¿Por qué harían eso?—Tenía la costumbre de ponerse en el lugar de la princesa como si fuera ella misma.—¿Tan mala sería como para tomar ese decisión?

—Creo que tal vez podemos resolver eso con ayuda de los tres relatos que le comenté.—Respondió Rubén muy analítico. —Si me permite, le haré un resumen de los tres.

—Por supuesto, se lo agradecería mucho.

Relato del amor prohibido

Dicen las lenguas antiguas que el amor verdadero es lo opuesto a cualquier hechicería antigua que se haya visto. Ese poder puede repeler todo mal siempre y cuando asi se desee. Por eso, las brujas antiguas buscaban deshacer a las parejas que pusieran en riesgo esto pues así su poder sería absoluto. Con eso en mente sería más fácil gobernar y controlar a todos. Las brujas eran las verdaderas líderes de todos estos grupos hasta que no hubo más necesidad de expansión ni guerras. Así, poco a poco fueron olvidadas. Ya nadie requería sus servicios y al no ser respetadas perdieron su poder. Se dice que estos seres no descansan pues sus deseos de venganza están muy latentes.




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