Dicen que en este mundo hay energías más allá de nuestro comprendimiento. Son unas que nos permiten alcanzar incluso lo que más deseamos. Esas energías están ahí solo debemos aprender cómo descubrirlas y usarlas.
Varias de estas energías se manifestaron en la vida de quienes siguieron la aventura acompañando a Gonzalo y Berenice.
Todavía había nacido por el deseo de sanar una herida en el amor creyendo que este último consistía en encontrar a alguien con quien vivir y que te hiciera feliz, pero en su camino descubrieron que el amor es una energía que va mucho más allá de la felicidad, algo que te permite vincularte con una persona realmente y que en los momentos buenos y malos permaneces con ella, así se alcanza la verdadera felicidad, buscándola por uno mismo y no recibiendola de alguien más.
Además de esto, también se encontraron con una fuerza sobrenatural antigua, una que rebasó los límites del tiempo y el espacio para involucrarse en sus vidas. Entendieron también que la reencarnación era posible pero que sin importar cuántas vidas experimentes, cada una es única y especial y no te ata el pasado, en cambio, necesitas superarla para llegar a tu destino.
Los espíritus del guerrero Bal y la princesa Itza eran un claro ejemplo de esto. Habían estado atrapados durante tantos años pero nunca modificaron su esencia ni dejaron de pensar el uno en el otro. Sabían que tarde o temprano volverían a estar juntos y estrecharse
después de que Berenice y Luis tocaran las paredes.
Ese momento llegó, los dos espíritus quedaron libres para unirse una vez más.
Al salir, sintieron sus presencias mutuas y avanzaron hasta el centro para unirse sus figuras. Se distinguían *p*n*s por los ojos de los que contemplaban. Era un tono blanco el que lo rodeaba e intentaban mantener una figura humanoide aunque no lo hicieron del todo, únicamente su rostro es el que se veía claramente, podían distinguirse perfectamente aquel valiente guerrero y aquella noble princesa que se reunían.
Todos se acercaron a ellos para rodearlos, querían contemplar aquel bello momento e irradiarse de la energía tan calurosa que emanaban.
—Te extrañé mucho tiempo.—Comenzó Bal la conversación al tener a su amada de frente.—Lamento mucho el no haberte protegido en ese momento, ¡Perdóname!
—No tengo nada que perdonarte.—Le dijo ella con un tono dulce.—Te mantuviste ahí hasta el final, junto a mí. Tú no me hiciste nada, únicamente me diste felicidad.
Ambos espíritus se acercaron, parecía que se dieron un beso.
Los hay reunidos solo pudieron observar que se acercaron a tal distancia que intuyeron que eso estaba pasando.
Después las energías tomaron forma de manos que se abrazaban mutuamente y fue el guerrero Bal quien continuó con la conversación.
—Ese día nos tendieron una trampa, una en la cual no debí caer. Aquella bruja conspiró contra nosotros dos para confundirnos y que nuestro amor no pudiera progresar... suspiró para continuar—Al principio sucumbiste ante esa estrategia y después yo pero no soporté estar lejos de ti así que regresé lleno de orgullo al saber que ella no pudo con lo nuestro y por ese motivo decidió lanzar la maldición, pero hemos demostrado que ningún poder puede con lo nuestro.
—Recuerdo esa tarde. Mi padre estaba muy enojado y persiguió a la bruja hasta esta pirámide. Ella sabía que aquí estaba un gran poder de nuestros antepasados y usó esa energía para maldecirlo. Al saberlo, yo quise correr a tu lado y lo único que logré fue ver tus ojos. Ahora me siento muy complacida de volverlos a verlos. A pesar de todos esos años sigo muy enamorada de ti mi Bal.
La princesa se giró para mirar a Berenice y a Luis quienes contemplaban esa gran escena.
—Como dices, hemos demostrado que nuestro amor puede trascender cualquier cosa y ellos dos, nuestras reencarnaciones son la prueba viviente. Si ellos no hubieran pasado la prueba, la bruja hubiera ganado y nosotros no podríamos haber sido libres. Por eso les doy las gracias.
Ambos espíritus miraron a la pareja y viceversa. Tanto Berenice como Luis tenían tantas preguntas por hacer pero sintieron que no era necesario hacerlas, con lo que habían visto y vivido era suficiente para seguir con sus vidas y su gran historia que *p*n*s estaba por comenzando.
Bastó solo mirarse para vincularse con sus almas del presente y del pasado y entender todo.
Tal vez sus profesiones eran distintas, sus características habían cambiado e incluso su fisonomía, pero había algo que se había mantenido exactamente igual y que pretendían que asi siguiera. Por más vidas que pasaran, el amor que los unió, debían permanecer juntos.
Los espíritus danzaron alrededor de todo el grupo a manera de agradecimiento. Sabían que el momento de despedirse había llegado y que pronto tenían que marcharse al lugar al que tienen que trascender para continuar el camino.
El momento llegó y del cielo se abrió un pequeño portal.
Este era de color blanco y los invitaba a pasar para juntar al guerrero como a la princesa. No se resistieron, habían esperado ese momento para por fin irse a donde tenían que. Aquel mundo donde continuarían sus vidas.
Nuevamente se vincularon formando un par de manos con las cuales se tomaron y avanzaron hacia arriba. Mientras lo hacían, dejaron un mensaje muy claro.
"Nosotros fuimos felices. Escribimos una historia que se interrumpió pero no nos arrepentimos de nada porque al final logramos estar juntos. Ustedes ahora tienen esa misma responsabilidad. Vivan su vida, sean felices y continúen esta gran historia por muchas vidas más.
En esta ocasión fue Berenice la que se acercó a Gonzalo para tomar lo de la mano. Se presionaron muy fuerte mientras veían como los espíritus atravesaban el portal para irse de ahí.
Cuando cruzaron el portal, comenzó a cerrarse lentamente. Causó cierta sensación de nostalgia en todos los reunidos. Sin embargo, estaban aún más felices por haber cumplido el propósito y haber ayudado a liberarlos. Eran dos almas nobles que no se merecían haber estado encerradas, pero por fin era libres y además habían dejado un cometido y un gran regalo... una relación de amor para dos personas que lo necesitaban.