La bruja no había podido concretar sus planes. Ella siempre tuvo una gran virtud y era no rendirse, por ellos había conseguido grandes cosas en su vida, entre ellas el prestigio y poder que la hizo famosa entre ese pueblo y muchos más allá de sus límites.
Desde jóven tuvo esos dones que le caracterizaban, habilidades únicas en la predicción y uso de la energía, pero su corazón era amargo, nunca encontró la felicidad.
Cuando conoció a la pareja que se amaba como ninguna otra, se sintió amenazada porque ese poder era aún mayor que el suyo. Los espíritus se habían fijado en ella por sus habilidades, le ofrecieron muchas cosas a cambio de energía poderosa de su mundo. Al inicio ella creyó que la sangre era el mejor pago para aquellos seres, pero con el paso del tiempo se dió cuenta que no era suficiente, no se llenaban y mantenerlos en el plano físico para utilizar su poder, cada día era más difícil.
La bruja pensó que el amor de aquellos dos sería más atractivo para los espíritus, querrían estar con ellos y ella quedaría en el olvido.
No estaba equivocada, aquella energía si los llenaba y complacía mucho más, por ello decidieron abandonar a la bruja quien ya no podía tener una vida normal sin sus poderes, por eso se aferró a detenerlos sin darse cuenta que estaban cavando su propia destrucción.
Cuando se dió cuenta ya había cometido la gran falta. Por eso su espíritu decidió detenerse en su nueva vida. Madam Citlali había nacido con un corazón puro que debía pasar por varias pruebas, su vida no había sido sencilla pero el contacto con la magia le hizo seguir adelante siempre. Seguía teniendo sus habilidades pero nació en una sociedad que no le daba importancia a la magia, así que tuvo que trabajar en silencio.
Al final de todo esa alma se encargó de limpiar sus culpas en esa nueva vida. Pudo deshacer la maldición que había hecho para lograr así el equilibrio. Fue pieza clave para cerrar ese periodo.
Tras eso, los espíritus de Itza y Bal la perdonaron y ayudaron a trascender su espíritu. Desde ese momento Madam Citlali fue libre y pudo liberar todo su potencial en la magia, se volvió famosa y reconocida por aquellas habilidades.
Nunca olvidó quienes la motivaron para llegar a eso, tanto los profesores, Lorena y la ahora feliz pareja, le dieron ánimos, por ello, cuando ella llegó a la cima nunca dejó de verlos y esperó hasta un día especial para hacerles un regalo.
Berenice y Gonzalo salieron varios meses como lo prometieron. Su intención era conocer lugares donde pudieran hacer especial su relación, pero se dieron cuenta que sin importar el lugar, lo especial era porque estaban juntos.
Aquella pareja recordaba lo sucedido, era un evento extraordinario pero que sin duda nadie les iba a creer, pero no hacía falta. Bastaba para ellos saber que en sus vidas pasadas fueron un icono para aquella sociedad. Se sintieron motivados para hacer lo mismo en esa nueva vida.
Fundaron y se volvieron colaboradores de distintos grupos que ayudaban a niños y personas con casos difíciles. Con esa misión se pudieron dar cuenta de lo afortunados que eran y tal como un guerrero y una monarca, tenían la responsabilidad de hacer algo por su sociedad.
Al pasar los meses se dieron cuenta que su vínculo se estaba volviendo más fuerte, no el que se remontaba a su pasado sino el que estaban construyendo día a día.
Su relación nunca dejó de ser linda, se extrañaban cuando no se veían, disfrutaban el estar juntos, tenían detalles el uno por el otro, era todo lo que una pareja de enamorados podía pedir.
Sus amigos eran un pilar muy fuerte para eso. Cuando algo andaba mal ellos les ayudaban desde dándoles algún consejo o hasta haciendo locuras como en la que se conocieron. La situación era recíproca pues Berenice y Gonzalo estuvieron para ellos siempre. Lo más común era cuando Lorena terminaba alguna de sus relaciones, había entrado en una etapa en la que ahora ella parecía tener problemas de amor, pero todos sabían que se debía a lo exigente que era.
Sin importar eso el destino no la abandonó, le permitió cruzar su camino con un hombre que la hizo muy feliz y él a ella. Su ocupación era ser escritor, llegó a ser muy reconocido en ese oficio, tanto que participaba en producciones cinematográficas.
Para fortuna de aquel creativo, Lorena era muy ocurrente y buena para eso también. Su carisma y aportación de ideas le habían sacado varias veces del famoso bloqueo creativo. Fue una dicha que estuvieran juntos.
Los profesores también siguieron cumpliendo metas, cada uno en su rama. Desde lo ocurrido ponían mucha más atención en lo espiritual y los misterios, incluso fundaron un club para exponer casos de ese tipo, argumentando que podría haber alguien atrapado en una situación similar y ellos los ayudarían. Siempre fueron un gran equipo pero después de lo vivido su comunicación aumentó, su grupo fue creciendo y vivieron con plenitud. Aunque muy pocas veces volvieron a tener contacto con algo tan fuerte espiritualmente hablando, vivieron situaciones que ameritaron ser contadas, primero lo hicieron con sus familiares en reuniones y después en libros populares, siendo sin duda la más importante la del amor maya. Historia que se encargaría de contar la leyenda de esos dos enamorados que trascendieron épocas. Ellos se aseguraron que su historia no permaneciera más tiempo oculta, ahora se sabría por muchas generaciones.
Después de un tiempo la feliz pareja decidió que era tiempo de dar un nuevo paso en su relación. Se casarían ahora en esa nueva vida. Sus almas volverían a estar unidas no solo por el amor si no por un vínculo y promesa.
No eligieron una ceremonia tradicional religiosa como era costumbre en el país, optaron por una ceremonia religiosa muy similar a las que hacían los mayas. En ese tipo de rituales se une el espíritu de ambas personas para formar uno solo. Un enfoque muy positivo en el que abandonas tu vida y la otra persona abandona el suyo para crear un nuevo ser, alguien diferente que tiene que sacar las partes buenas de cada uno, para eso se comprometen en seguir mejorando día a día juntos e individual con la única finalidad que ese nuevo ser pueda trascender evolucionando. Según los mayas, los dioses están esperando a que su creación pase por ese proceso, desafortunadamente no muchos lo logran y ahí viene el proceso de reencarnación. Lo que se busca con esa evolución es dejar de nacer en este mundo para ir al siguiente, pero no se puede hacer solo, es necesaria esa evolución en conjunto formando una pareja. La prueba más difícil es renunciar a los beneficios propios para pensar en los dos.