Amor Mortal

1. Chiara

       Chiara

10 de mayo

Me encontraba saliendo del baño cuando una cachetada me voltea la cara, con mi mano toco mi mejilla y levanto la mirada encontrándome con Arthur casi botando humo.

—DONDE CARAJO DEJASTE MI DROGA CHIARA! — grita sujetándome del brazo tan fuerte que seguramente dejara una marca—RESPONDEME— me jalonea

—suéltame, me estas lastimando—digo lo más segura que puedo— tu droga la escondí, no voy a dejar que metas esas porquerías en mi casa— esto ultimo lo cabrea y en consecuencia logro que me abofetee nuevamente.

—Me la entregaras— dice soltándome el brazo y tomando mi cabello y jalándolo—y no volverás a tomar mis cosas me escuchaste— me suelta brusco—ahora trae mis paquetes si no quieres que te valla peor.

Bajo a buscar los 7 kilos de cocaína que escondí en la cocina y los llevo a la mesa de centro que está en la sala. Como son tanto se me resbala uno y se rompe esparciendo polvo blanco por el piso, dejo los paquetes y me apresuro a buscar algo para recogerlo antes que Arthur se dé cuenta.

Cuando ya tengo casi todo limpio la voz de Arthur se escucha a mi espalda y por inercia comienzo a retroceder.

—QUE HICIESTE— grita al ver el polvo blanco que está en una montaña en el piso— ERES ESTUPIDA O TE HACES, CREES QUE FUE FACIL ROBARSELAS AL ESE HIJO DE PUTA—

—como que se las robaste o un mafioso?! — digo alzando un poco la voz— estas loco, quieres que nos maten— digo recordando la veces que han venido a buscarlo por deudas en los casinos— si te golpean juro que esta vez no hare nada para defenderte— algo en su mirada me hace retroceder

—eres mi esposa, es tu deber defenderme y estar para mi cuando lo necesite— dice entre dientes.

—no tengo porque hacerlo, no mereces nada de mí, ojalá te maten y poder librarme de ti al fin—termino de decirlo no pasa ni un segundo cuando su puño se estrella contra mi mejilla, me hace tambalear, pero logro estabilizarme

—vez como tengo razón— digo tocando mi mejilla— no mereces nada de mí, eres el máximo error que he cometido en la vida— Arthur me mira.

te vas a arrepentir de todo lo que acabas de decir— dice y se me abalanza, caemos al suelo, se sube arriba de mí y comienza a golpearme reiteradas ocasiones en todo mi rostro, siento como mi labio se parte, siento como la sangre de mi nariz corre por mi mejilla.

no se en que momento fue que caí desmallada, bajo de mi siento una superficie demasiado cómoda.

seguramente es mi cama

trato de abrir mis ojos, pero no lo consigo, lo intento nuevamente y es hay cuando puedo ver a un hombre vestido completamente de negro parado a los pies de mi cama.

—quien eres tú y que estás haciendo en mi casa?digo sentándome y agarrando una almohada que uso como escudo, él no me responde.

Como puedo me levanto de la cama y bajo las escaleras con aquel hombre a mis espaldas, cuando llego a la sala veo a Arthur en una silla atado de pies y manos, sus ojos chocan con los míos y mira su mano, es hay cuando me percato que cae sangre de la mano izquierda miro el suelo su dedo meñique tirado.

—que esta pasando aquí? — digo, pero no logro despegar la sangre que cae del dedo de Arthur

—veo que ya reacciono— dice una voz ronca— eres Chiara marchetti no— dice y levanto la vista encontrándome con unos ojos azules que me miran fijamente, asiento

—si, lo soy— digo casi en un susurro

—bueno supongo que estas al tanto de lo que hizo hoy tu esposo, ¿no? — vuelvo a asentir.

—Chiara— oigo la voz de Arthur detrás del hombre de ojos azules, lo miro— ayúdame por favor, no dejes que me maten— lo miro y río sarcásticamente

—puedo acercarme? — pregunto al hombre de ojos azules, el algo indeciso me asiente, comienzo a caminar hacia Arthur cuando llego a su lado lo abofeteo con toda la fuerza que tengo, Arthur me mira incrédulo, jamás lo había golpeado antes.

Me acerco a su oído

—espero te pudras en el infierno, nunca mas en tu vida volverás a tocarme— termino de decir y retrocedo unos pasos, miro a Arthur y le saco el dedo de en medio, no pasaron ni 5 segundos cuando comienza a gritarme

—ERES UNA HIJA DE PUTA, ME DEBES TODO LO QUE TIENES, ESPERA QUE PUEDA LIBERARME, TE MATARE CON MIS PROPIAS MANOS— termino de decir mientras forcejeaba para intentar soltarse— VEN A AYUDARME PERRA DESGRA…— no termino de decirlo cuando veo sus sesos y sangre salpicar por toda la sala.

Arthur acababa de morir de un puto disparo a la cabeza, estaba aturdida podía sentir el olor a sangre, mis ojos estaban pegados el cuerpo inerte del que fue mi esposo, en mi pecho no había pena, solo satisfacción de verlo hay tirado sin vida.

Comencé a recordar los últimos 3 años de mi vida, todas las golpizas sin razón, todas las humillaciones, la vez que me provoco un aborto espontaneo cuando tenía tan solo 3 meses de embarazo gracia a unas cuantas patadas que me llevaron a estar internada en el hospital por 1 mes.

Por fin podía ser libre...

Todos eso malditos recuerdos vivirán en mi cabeza por el resto de mi vida, pero sé que saldré adelante.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no note cuando el chico de ojos azules estaba a unos cuantos pasos de distancia, lo mire y el hizo una seña a alguien detrás de mí.

Sentí como me ponían un pañuelo con un olor muy fuerte, trate de luchar, trate de no respirar, pero no puede, comencé a ver borroso y de un momento a otro ya no sentía ninguna de mis extremidades, sentía demasiado sueño, mis ojos comenzaron a pesar trate de aguantar lo que más podía, pero de un momento a otro me desmaye...




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