Amor necesario: Que la música nos salve.

5 reglas.

Después de la noche anterior, Alana llegó al estudio de grabación de Luminity Records con una maleta llena de cosas que nunca estaban de más: maquillaje, ropa de cambio y otras necesidades. Fe, su hija, venía agarrada de la mano, claramente contrariada por tener que estar allí tan temprano. La pequeña arrugaba la nariz y sobaba sus ojos, evidentemente molesta por haber sido interrumpida en su sueño favorito: comer helado.

—Buenos días a todos —saludó Alana, forzando una sonrisa para mantener la compostura a pesar de la incomodidad.

Jasper, sentado en una esquina, estaba absorto en su teléfono y ni siquiera levantó la mirada para responder al saludo. Alana torció los ojos ante la falta de respuesta de Jasper. Era evidente que no estaban empezando con el pie derecho. A pesar de haber acordado salvar sus carreras, esperaba algo de respeto y profesionalismo. Alejandra, la manager de Jasper, se acercó, intentando crear un ambiente más amigable. Comenzó a hablar sobre la nueva canción que debían grabar, describiendo la letra que hablaba sobre encuentros inesperados y amor, mientras Alana y Jasper intercambiaban miradas cargadas de hostilidad. El aire se llenaba de un silencio incómodo, solo roto por las palabras de Alejandra. La tensión en el estudio de grabación era palpable. Alana y Jasper, con su pasado turbulento, se veían obligados a trabajar juntos en una nueva canción que hablaba inclusive de amor, algo que no sentían. La incomodidad era evidente, sus miradas cada cuanto se cruzaban con recelo, y cada palabra era pronunciada con cautela.

—Entonces, ¿Qué les parece la nueva canción? Luego de lo que han añadido, ¿Quieren agregarle algo? —preguntó Alejandra, mostrando un entusiasmo evidente, dentro de sí tenía la esperanza de que las cosas salieran bien. 

—Bueno... me gusta —respondió Alana, aunque en su cabeza, esa canción solo le recordaba a su ex. A pesar del dolor, sabía que debía ser profesional.

La pequeña Fe, observaba la escena con ojos grandes e inocentes. Su presencia, aunque inesperada, era un soplo de aire fresco en medio del ambiente hostil para Alana. Sin nada que hacer, se movía por el estudio, explorando cada rincón y de vez en cuando captaba la atención de todos con su sonrisa.

—¿En serio crees que seré capaz de cantar eso? ¿Con ella? —inquirió Jasper de manera grosera, muy incómodo por la situación. Alana no podía creer las vueltas que daba la vida. Hacía unos años estaba siendo acusada de narcotráfico dentro de su escuela, culpa de ese imbécil, y hoy, iba a grabar una canción junto a él.

—¿Crees que yo también quiero estar en esta situación? —le preguntó Alana, mirándolo fijamente a los ojos.

Alejandra pasaba su mirada entre uno y otro, era la única que parecía mantener la esperanza. Con su optimismo incansable, intentaba mediar entre esos dos, pero sus intentos eran nublados por las miradas feroces de amos. Los ojos de Alana reflejaban cansancio y un poco de tristeza, y en el fondo, rabia, y a pesar del maquillaje, Jasper lo notaba. Además, aún no se hacía la idea de que Alana tuviese una hija, la cual parecía ser muy educada, tranquila y tierna,  nunca lo habría imaginado que de esa mujer saliera una pequeña tan tierna, y secretamente la admiraba.  Jasper y Alana se miraron durante casi un minuto, mostrando el resentimiento en sus ojos. Sin embargo, asintieron, dispuestos a intentarlo por el bien del proyecto.

—Jasper, ven comingo, ¡YA! —dijo Alana, contundente, yendo a la rec room (Dónde entraban a grabar).

Jasper se sintió sorprendido de la forma en la que habló, de alguna manera, sintió que debía hacer caso. 
Cuando entraron a la Rec Room, Alana hizo una seña hacia el ingeniero, que apagara los micrófonos. Necesitaba privacidad.

—¿Que quieres doña mandona? —inció Jasper, con mirada desafiante.

—Hay que poner reglas. Como bien ves, tengo una hija —Jasper guardó sus manos en sus bolsillos.

"Es cierto, no lo sabía", pensó.

—Por tanto, —continuó Alana—, necesito que para que esto funcione, tratemos de dejar el pasado atrás y cumplamos con los límites que te pondré. Sé que tanto tú como yo necesitamos esto, así que, aquí te van:

Alana empezó a enumar con sus manos los puntos.

— 1. Cuando estemos en público, tendrémos que "mostrar que somos pareja", así que, besos solo en la mejilla y la frente. Agarradas de mano, solo en la alfombra roja. Y todas las interacciones, lo más mínimas posibles. —Jasper levantó sus cejas.

—2. Backstage (Fuera de escenario) nuestras vidas personales siguen separadas. No quiero que hagas amistad con mi hija, mantente alejado de ella. Mi familia es MI FAMILIA, y ambos sabemos que nos queremos alejados el uno del otro.

—3. Cualquier programación, cosa que me quieras decir, y demás, solo cuando estemos en persona, y si no, únicamente te permito contactarme a través de mi manager.

—4. Crearemos un perfil nuevo, todas las fotos "juntos" las subiremos allí, de tal manera que cuando esto acabe, solo lo borremos. No quiero que nuestras cuentas personales se relacionen.

—5. Si alguno de los dos se siente incómodo, tenemos derecho de terminar esto, informando al menos una semana antes. ¿Estás de acuerdo?

Jasper soltó un resoplido. Esta mujer realmente pensaba las cosas. Solo se habían visto hace unas horas, ¿Cómo es que ya podía haber pensado todo eso?, pensaba Jasper.

—Lo que tu quieras. —Él solo quería existir—, la verdad no me interesa, así que hagamos lo que tú quieras. Finalmente tu necesitas más de esto que yo... a veces el talento no es suficiente —agregó con una sonrisa cínica.

A Alana se le incendió la frente de la rabia, pero lo aguantó como pudo. 

—De acuerdo, solo, sé profesional.  

Alana hizo una seña hacía la otra sala y continuó a ponerse sus cascos. "No lo mates, no lo mates, no lo mates...", se repetía.

—Ya estamos listos para iniciar. —Dijo Alana a través del micrófono.




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