“La vida es sueño ; el despertar es lo que nos mata.”
-Virginia Woolf
Ya habían ingresado al confortable sitio los demás, mientras yo estaba en el auto, me novia la cabellera de un lado a otro a causa del calor del calor insoportable que se encerraba en el coche
el asfixiante calor me obligo a salir del coche, sentía como pequeñas gotas sudor bajaban por mi frente desplazándose por el cuello, no quería presentarme en aquel lugar, al fin y al cabo ,no era mas que la hija de un empresario exitoso,
dudaba si entrar o quedarme fuera, sabia de lo importante que era esta cena para mi padre, igual que nuestra compañía aquí, también recordaba la vergüenza que pase en la celebración anterior
deje de acobardarme, tenia la convicción de que me iría mejor , con la espalda recta la mirada al frente, recorrí el sitio bastante amplio, intentando despejar la inquietud que experimentaba en ese momento
al ingresar papá conversaba animado con tres tipos, los que serian sus socios y con mis hermanos que estaban a su lado. a caroline no la veía por ninguna parte
un vejete sentado en las sillas que estaban ubicadas en la esquina del lugar,se acerco dándole un apretón a papa y a los chicos
-Buenas noches señor salvatore-decía papá
-buenas noches ¿como esta usted ?- inquirió el hombre
- bastante cómodo debo comentarle este lugar es muy acogedor igual que el resto de la mansión
así que el hombre era el dueño de esta lujosa mansión es el tal salvatore, el socio favorito de mi padre, nos hablaba de el y la confianza que le tenia al señor
al verme el hombre me dio un beso en los nudillos luego otro en el dorso de mi mano, cuando el viejo devolvió la mirada hacia donde estaba mi padre, aproveche para limpiar mi mano en la delicada tela del vestido
- ¿quien es esta hermosa dama?- demando el sujeto
- mi hija ,Lucia- presento papá-Lucia el es antonio salvatore mi socio
-un placer conocerlo, he escuchado de usted, su hogar es agradable
el hombre con bastante confianza tomo mi cintura, estaba reacia a sus muestras de afecto me trataba como seguramente acostumbraba a utilizar sus mujerzuelas,y a su difunta esposa, escuchando lo que dicen por ahí las malas lenguas, mi padre si mantuvo una relación con esa mujer, dos meses después del entierro de mi madre
Quisiera sacar de mi cabeza esas inquietudes que rondan por mi mente, su actitud me hacia dudar constantemente , tal vez se estaba enamorando si tal vez sea eso
-caballeros si me disculpan -dije cordialmente
- para donde crees que vas- dijo el hombre, todavía me tenia agarrada de forma posesiva le suplicaba a mi padre con la mirada , este parecía ignorarme
-desde cuando debo darle explicaciones a un viejo verde como usted - espete deshaciendo su agarre con un movimiento brusco, provocando el enojo del viejo
-¡ esta estúpida ! deberías educarla mas González- recrimino a mi padre
-padre nos vemos mas tarde- conteste dejando un beso en su mejilla- chicos que se diviertan- comente con sarcasmo hacia mis queridos hermanitos a caroline la vería luego
al hombre solo le di un asentimiento en forma de despedida, lo que menos quería era volver a cruzar una palabra con ese tipejo
el camino estaba desolado, habían pocos transeúntes, y unos cuantos coches que cruzaban, el chico del semáforo estaba ali mismo, aguardando a que este cambiara, llevaba un balde en su mano derecha de lo que creía era agua con jabón y en la otra una esponja
el chico estaba mas que listo para iniciar con su trabajo, al verme se apresuro a venir hacia donde me encontraba
se detuvo en cuanto llego, enmudeció parecía analizar bien lo que iba a decirme me examinaba de pies a cabeza como la primera vez que me encontró en ese mismo semáforo
después de un largo rato inicio la extraña conversación
-necesita que la acompañe-enarco una ceja-pues la vi sola no creo conveniente que una chica tan linda como usted ande solitario a estas horas- justifica su comentario
- no tienes porque explicarme, me sentiría mas segura si me acompañaras te lo agradezco de veras
charlábamos de cosas triviales por el camino era un hombre agradable y especial, estando con el las horas se me pasaban volando
-bueno la he traído a su hogar como corresponde buenas noches señorita
- Lucia Gonzalez- me presento
-encantado de conocerla señorita lucia ¿puedo llamarle así?-pregunto
-claro que si. como puedo decirte no me has dicho tu nombre - cuestione
-Antoine Adams
-gracias nuevamente por acompañarme Antoine-agradecí feliz
se acerco reduciendo la distancia que había entre ambos nuestras respiraciones pausadas se sincronizaban volviendo el ambiente mas pesado y cálido nuestras, antoine era mas alto por lo tanto si quería darle un beso así fuera en la mejilla debía de ponerme en puntillas ni con tacones lo alcanzaba y asi lo hice, a pesar de tener que estirarme un poco, le deje un beso cerca de la comisura de sus labios
creo..que es hora de irme- titubeo
afirme, no tenia intenciones de hablar, no por ahora tal vez después lo vería, estaba dispuesta a enamorarme, si así lo quería el destino, me daría una oportunidad
se marcho dejándome parada en la enorme reja de la mansión no sabia como ocultar la felicidad que me embargaba, daba pequeños saltos de felicidad porque así me sentía en ese momento feliz