Capitulo Dieciocho

"sanar es una cuestión de tiempo.pero  también es una cuestión de oportunidad" 

                                                                             .                   -Hipocrates 
 

-¡Madre mía! casi me voy de bruces  por estar  prestándote atención

Estaba subida en la butaca marrón quitando el polvo de los muebles que pasaron de ser negro a blanco

Me encargo de organizar mi ya desordenada habitación pocas veces dejo que entren, desconfío hasta de mi propia sombra

Caroline revoloteo los ojos y dramática como solo puede ser ella, se lanzó a la cama tapándose el rostro con una almohada habló, no le entendía.

- quítate esa almohada de la cara que no te escuché

lanzando la contra la pared, se levantó acercándose hasta donde estoy  mirándose sus uñas

- podrías echarme una mano ¿no crees? -comente exasperada

Austin le dijo de viniera, entrando se recostó en la cama de medio lado, le preguntó algo y fácil se da media vuelta

Con su vista en las uñas todavía, ignorándome se volvió acomodar en mi cama, su vientre crecía cada día igual que su temperamento pues ha estado muy sensible a ratos enojada  ni creo que ella se aguante

-esta bien te dejaré en paz-dije bajándome de la butaca, el closet había sido el último mueble en limpiar

no me contestó tal vez necesita su espacio... cerré la puerta de mi habitación  para dejarla descansar un rato le sentará de maravilla

Acomodando largos mechones de mi enmarañado cabello oscuro detrás de las orejas me dirijo hacia la cocina escuchaba gritos fuera de la casa no tome relevancia simplemente pase de largo necesitaba comer el estómago me rugía

no había nadie allí supuse todos estarían fuera tomando el sol hoy deseaba refrescarme un poco en la piscina pero primero la comida sería

Estaba un sándwich en la encimera sin pensarlo lo agarre de un mordisco ya estaba terminando me serví un poco de zumo de naranja y taran ya estaba mi desayuno

El sonido de unos  zapatos repiqueteaban en el suelo con pocas intenciones  de levantarme estire mis piernas  olvidando que no tenía respaldar, rápidamente me fui de para atrás por suerte el golpe no se dió del todo en mi cabeza la zona afectada fue mi cola bastante adolorida por la caída

Se escuchaba más cerca resonantes zapatos , de manera precipitada me levanté aún el dolor seguía

Quien creía no volver a ver en la mansión estaba a pocos metros mío, su sonrisa me contagió alegría momentánea, de repente se aproximó acunando mi rostro entre sus manos me dió un suave y delicado beso, como si se tratase de una muñeca de porcelana

Recuperando un poco de aire, le observé de arriba a abajo,  esta muy apuesto, un par de centímetros nos separan mi corazón latía cuando lo tengo cerca seguramente el lo escuchaba, debía de alzar mi cabeza para poder ver su rostro,  me sentía una enana a su lado

- ¿cómo fue que  entraste ? Todos parece que se hubiesen desaparecido dudó que haya Sido papá si él te ve lo más probable es que te maté- mi voz sonó como un susurro

- si que tiene agallas el hombre- murmuró sarcástico

- es mejor que te marches, papá nos quiere alejados, me quiere casar con un hijo de su socio- comenté, me tape la boca dándome cuánta de mi error

Me miró incrédulo, suspiro pesadamente viendo hacia el  frente como si no creyera lo que acababa de decir, luego devolvió su mirada contemplando mis rasgos faciales por un buen rato, el ambiente  estaba tenso creí que nunca terminaría pero soltó algo que nunca me vi venir

- me gustaría tener una segunda cita contigo, quiero hacer las cosas bien- dijo tomando mi mano derecha besando los nudillos de esta

Su mirada causa una explosión  en mi cuerpo, las piernas me flaquean, las manos sudaban,quería soltarlas.. a él parecía no importarle ni en lo más mínimo como estaba, hecha un manojo de nervios 

- me estás pidiendo una cita,  la primera fue un fracaso, recuerdas que tú ex novia nos visitó- fastidié

- ¿cuántas veces quieres que te explique eh ?, Cómo quiere que te pida perdón me arrodilló .- vocero Antoine apresurada me puse de puntillas callándolo con un delicado beso en los labios

-  ¿que decías? - molesté jugando con él, su seriedad me afirmó lo contrario -  he sido tan injusta contigo tu has Sido un amor, mereces alguien mejor- me sincere

- en eso último te equivocas ambos desde el principio nos entendimos a la perfección, lo nuestro ha sido sincero quiero que así siga siendo- acarició mis mejillas con su otra mano

-  seguiré preguntándome  que hice para ganarme un hombre como tú, no me importa si eres pobre millonario, esa mierda no me importa

- a mí tampoco lo único que me importa eres tú-dijo suavemente

-ahora si me dejaras darte tu sorpresa- continúo- prometo que será la mejor cita que hayas tenido- me dió un último beso cerrando su promesa

¡Que hombre más perfecto el que tengo a mi lado!

tomando delicadamente mi mano derecha abrió la puerta  no había nadie a la vista seguía preguntándome como logro entrar mi padre había  reforzado el personal de seguridad, no quería ningún chico en casa a excepción de su querido mateo

- podrías decirme como entraste -le repetí- evadiste  mi pregunta 

- la mujer rubia de la otra vez la empleada de tu padre, estaba regando las plantas  del  jardín cuando me vio allí se acerco, eso si con sigilo  - comento  refiriéndose a Darla -  nadie nos vio-aclaro

tranquilizada le dirigí una sonrisa encantadora yendo ambos hacia el garaje,  colecciones de autos de varios colores sin mas nos subimos en un Audi azul propiamente mio