2 un nuevo comienzo

Elizabeth

Otra vez mi mama se cambió de ciudad no entiende que para mí es difícil a ser amigos no entiende que no me gusta mudarme dar todo de mi para después dejarla pero en fin apenas hoy llegamos a la ciudad X es nuestro primer día y es domingo tenemos que acomodar lo que podamos porque mañana empezamos de nuevo yo en mi nueva escuela y ella en su nuevo trabajo. Ya es casi media noche y no puedo terminar de organizar todas mis cosas mi mama hace un par horas dijo que parara pero no me gusta tener mi espacio en desorden así que por fin termine llegadas las dos de la mañana y a descansar ya no tengo fuerzas ni de bañarme mañana será un nuevo día .ooono no me quede dormida no puedo creer que mi primer día y llegue tarde mi mama no me despertó se enfocó en ella y el desayuno al llegar a la escuela las clases ya habían comenzado y cuando la que será mi maestra tutora me llevo al salón sentí las miradas de todos los que serán mis nuevos compañero enzima mío que horror ser la chica nueva de nuevo mi nerviosismo hace que me apriete los pulgares y muerda mi labio pero como no las chicas me ven con odio creo que no tendré amigas y los chicos con esa mirada que odio desde aquella horrible vez que fui tan tonta me indican un lugar y atrás de mí se encuentra el que será mi tutor mi guía respiro profundo doy vuelta y lo saludo el responde el saludo y dice que después de clase me muestra la escuela me agrado ese chico no tiene esas mirada de lujuria . Las clases continuaron normal eso creo tome las notas necesarias y veo que no estoy tan perdidas con los temas que están llevando lo bueno que no me voy a atrasar. Cuando las clases terminan tomo aire profundo y le pregunto si está listo me llevo arre correr la escuela siento que en ocasiones espera que diga algo pero no sé qué. En el trayecto se nos acercaron algunos de sus amigos a saludar el me los presento la verdad no recuerdo sus nombres solo el de el Alejandro ellos intentaron saludarme de beso pero antes de nada levantaba mi mano y saludaba con una sonrisa es lo mejor que puedo hacer no quiero malos entendidos otra vez al terminar Alejandro dijo que si tenía tiempo por la tarde nos podíamos reunir en una librería cerca de la escuela para ponerme al corriente se lo agradecí y por cierto me paso su número por cualquier cosa y nos despedirnos para vernos más tarde en la biblioteca.