CAPITULO 4 "NOTICIAS"

Mateo

¡Bueno días días nacarandas, hoy es un día para celebrar!

Hoy inician las clases, por lo cual es muy emocionante para mí. El simple hecho de regresar me da cierta alegría, ya que no tendre que escuchar los estúpidos pleitos de mis padres.

Me apresuro a levantarme de la cama, ya que es muy temprano aún no a sonado mi alarma. Eso es interesante ya que no es lo que acostumbro a hacer, sigo las reglas al pie de la letra.

Pero las letras no tienen pies genio

No literal Nacho.

Me dispongo a entrar corriendo a el baño, hago mis necesidades, cepillo mis dientes por el tiempo correspondiente, lavo mi rostro con agua tibia para despertar y no quedar soñoliento. Observo mi rostro, mis ojos están un tono más claro de lo normal, mi cabello es castaño pelirojo. Salgo de el baño en busca de que es lo que me pondré el día de hoy. Encuentro un estilo algo diferente a lo que suelo usar.

Me pongo un suéter gris holgado con el logo de la escuela en el centro, unos jeans negros un tanto ajustados y unos tenis urbanos blancos. Acomodo mis cosas en el orden correcto y cada cosa en su lugar. Ya que todo está listo me dispongo a tomar mi mochila y salir de la habitación, pero en la momento en el que estaba listo para salir se habré la puerta de la habitación dejando ver la silueta de mi madre.

-Buenos días Mat, veo que ya has despertado -Dijo mientras se acercaba a mi con cierta nostalgia en su voz.

-Buenos días... ¿Pasa algo mamá? -Le pregunto con delicadeza mientras acaricio su mejilla derecha, parece que en pocos minutos se echara a llorar a moco suelto.

¿Será que tu madre está en el inicio de la menopausia o el inicio de sus días?

No es buen momento Nacho...

Veo como sus ojos empiezan a humedecer, y una pequeña lágrima resbala por su mejilla, me doy cuenta que en pocos momento se pondrá a llorar peor que la llorona. Por lo que decido abrazarla y darle un beso en la frente con dulzura, mi estatura es unos escasos centímetros de diferencia más alto.

-¿Algo pasa mamá?¿Todo se encuentra en orden? -Le pregunto con tranquilidad mientras la sigo abrazando.

Ella esconde su cabeza en el hueco de mi cuello mientras solloza. Estoy seguro que lo que dirá no será nada bueno.

-Yo no se cómo decirlo Mat... - Dijo mientras se alejaba de mí para poder observarme.

-Tranquila, seguro no es tan malo - Le dije para tratar de calmarla un poco.

Mi madre sigue sollozando, hasta que me voltea a ver con nostalgia en su mirada mientras sigue llorando.

-Tu sabes perfectamente lo que sucede entre tu padre y yo, y hemos llegado a un acuerdo -Dice de pronto, se a lo que esto llegara. Me limito a asentir con la cabeza. -Nos vamos a divorciar -Dice de repente, ella espera mi reacción lo cual o sucede.

No se que decir al respecto, se que es lo mejor para ambos ya que todo el tiempo se la pasan discutiendo, y eso no es sano para nadie. Nuevamente la abrazo, no tengo nada en contra de nadie es de acuerdo con la decisión que a tomado.

-Esta bien, es lo mejor para los tres -Le digo mientras volteo a verla y le dedico una sonrisa sincera. 

-Bien, debo ir a trabajar. Lamento tener que dejarte Mateo -Acaricia mi mejilla mientras deja salir un suspiro.

-Esta bien, no debes preocuparte de todas formas no podía quedarme en casa todo el día -Observo sus lindos ojos verdes.

-Tienes razón, hoy inician las clases -Dice un tanto sorprendida. -Entonces te dejo nos vemos al rato Mat -Me observo mientras salía de la puerta en la cual anteriormente había entrado.

Me dispongo a terminar de arreglarme, peino mi cabello y termino de acomodar mis cosas. Ya que todo se encuentra en su debido lugar termino optando por arreglar mi habitación no hay mucho desastre pero creo que es mejor tener este lugar bien. Termino en al rededor de veinte minutos y me dispongo a ir a la cocina en busca de algo para desayunar no encuentro a nadie por aquí, por lo cual solo tomo una manzana y un vaso de jugo que se encuentra en el refrigerador. Salgo de la casa cuando termino y creo que será mejor ir caminando a la escuela. 

¿Y si te pierdes?¿Dónde te buscaran?

No me voy a perder, se a donde debo ir. Tranquilo nacho.

Suerte amigo mío.

Llego a la institución en aproximadamente veinte minutos, hay muchas personas por aquí. Cuando entro hay un grupo de estudiantes en un circulo, no le tomo importancia y voy en busca de mi aula, no tengo la menor idea por donde queda. Llego un salón llamado 122 B, me adentro en este y no se encuentra nadie busco el lugar en el cual voy a sentarme, y termino optando por un lugar para dos personas al frente de las demás sillas. No tengo nada que hacer ya que e llegado demaciado temprano. Al rededor de cinco minutos desde que llegue me doy cuenta de que hay una chica pelinegra en la entrada de este salón

Me levanto del lugar en el que me encontraba sentado y me dirijo a esa chica pelinegra.

-Hola... -Le saludo en el momento en el que me encuentro con ella.

-Hola -Contesta al cabo de algunos segundos.

-Me presento soy Mateo Jones, ¿Y tu, como te llamas? -Le pregunto, ya que me doy cuenta que esta situación en un tanto incomoda.

-Coraline Cooper -Contesta evitando el contacto visual a toda costa.

Cuando estoy apunto de empezar un tema de conversación, llega una chica rubia de ojos azul claro, sonríe al ver a Coraline, no le tomo mucha importancia y me dirijo nuevamente a mi asiento.

Pasan al rededor de 5 minutos y llegan un chico mas, me pregunto si este lugar es lo suficientemente responsable. Entra al aula un chico un tanto alto de ojos verdes, inspecciona el lugar con la mirada y luego vuelve a avanzar para sentarse atrás de mi. No pasa mucho tiempo cuando los demás alumnos entran corriendo al igual que el profesor de la clase.