Amor Pasado en las Highlands

Capítulo 5º Los secretos de Dunraven.

Los días siguientes fueron extrañamente tranquilos para Eleanor.A pesar de la intensa atracción que había sentido con Duncan durante su última visita a Dunraven,algo la retenía en casa,algo extraño dentro de ella.El recuerdo del castillo imponente y las enigmáticas palabras de Duncan la atormentaban.

Sabía que había más secretos por contar,por desvelar,y su curiosidad crecía cada vez más.

En esos días Eleanor y su hermana Fiona fueron invitadas a una pequeña reunión en una de las propiedades vecinas,una oportunidad para solializar con las demás familias nobles de la región.Lady McGregor,la anfitriona,era conocida por sus fiestas exquisitas,y la oportunidad de distraerse de sus pensamientos resultaba tentadora para Eleanor.

La tarde de la reunión,el sol brillaba débilmente a través de las nubes bajas,y los campos de brezo que rodeaban la casa de los McGregor parecían un océano púrpura bajo la luz dorada del atardecer.

Eleanor,vestida con su mejor vestido de seda color esmeralda,trataba de distraerse con las conversaciones triviales,pero su mente seguía pensando en Duncan y su castillo.

Al entrar en el salón principal,sus ojos recorrieron la multitud,y su corazón dio un vuelco al ver una figura alta y familiar entre los invitados.

Duncan Fraser estaba allí,conversando con un grupo de caballeros junto a una ventana,pero cuando sus miradas se cruzaron,una sonrisa ligera apareció en sus labios.

Fiona,quien había notado la reacción de su hermana,se acercó hacia ella con una sonrisa burlona.

—Parece que nuestro enigmático Laird ha decidido salir de su castillo—susurró.

—No empieces, Fiona—replicó Eleanor,sintiendo cómo el calor subía por sus mejillas.

Sin embargo,antes de que pudiera alejarse,Duncan se excusó de su grupo y se acercó a ella con pasos elegantes.

—Lady Eleanor,es un placer volver a verla en una ocasión menos...sombría—dijo Duncan,con una leve inclinación de cabeza.

Eleanor hizo una pequeña reverencia,mientras su corazón estaba latiendo con fuerza.

—Laird Fraser no esperaba verlo por aqui.

—Es bueno salir de vez en cuando—contestó él,sonriendo.Luego,bajo la voz inclinándose ligeramente hacia ella—.Aunque debo confesar que no puedo dejar de pensar en nuestra conversación en Dunraven.

Eleanor sintió un escalofrío ante su proximidad.Había algo en la manera en que Duncan la miraba,una intensidad en su mirada,que la atraía por completo.

—Yo también he pensado mucho en ello—admitió Eleanor,sorprendida por su propia franqueza.

Duncan sonrió,y sin decir nada más,le ofreció su brazo.

—¿Me concedería un paseo por los jardines?

Eleanor vaciló un momento,consciente de las miradas curiosas de los presentes,pero finalmente asintió.Juntos, salieron del salón y caminaron hacia los jardines que rodeaban la casa de los McGregor.El aire fresco de la tarde acariciaba su rostro,mientras caminaban en silencio,ambos sumergidos en sus propios pensamientos.

El jardín estaba rodeado por altos setos,con senderos serpenteantes que conducían a rincones ocultos.Las flores de otoño,con sus tonos rojizos y dorados,decoraban el paisaje,y el sonido de un pequeño arroyo cercano le daba un ambiente acogedor.

—Dunraven tiene una historia oscura—dijo Duncan de repente,rompiendo el silencio.

Eleanor lo miró,sorprendida por su declaración.

—¿A qué se refiere?

Duncan hizo una pausa,observando un viejo roble que se alzaba solitario en el jardin.

—Mi familia ha vivido en ese castillo durante generaciones,pero no sin pagar un precio.Los Frasers hemos sido conocidos por nuestras conquistas,pero también por nuestras pérdidas.Isabel...mi prometida...fue la última en caer bajo esa maldición.

Eleanor sintió un nudo en la garganta al oír su nombre.Isabel,la prometida de Duncan,cuya muerte había sido el centro de tantos rumores.Finalmente,él hablaba de ella,pero no de la manera que ella había esperado.

—No creo en las maldiciones Duncan—respondió Eleanor,con una voz suave.

Duncan la miró fijamente.

—Ni yo,pero a veces las leyendas familiares tienen más poder del que uno quiere admitir.Isabel...—hizo una pausa,como sino supiera cómo continuar—.Isabel murió en circunstancias trágicas,y desde entonces nada ha sido lo mismo en Dunraven.Por eso me fui,y por eso ahora he vuelto.No puedo seguir huyendo de mi pasado.

Eleanor sintió que las palabras de Duncan le llegaban a su corazón.Ella también había pasado años huyendo de los suyos,de los fantasmas de su familia,y ahora estaba de regreso en estas tierras,enfrentándose a sus propios miedos.

—Tal vez sea hora de que ambos dejemos de huir—dijo ella,con voz baja.

Duncan la miró fijamente,y en ese momento,algo cambio entre ellos.La distancia que habían mantenido hasta entonces desapareció,y Eleanor sintió cómo el peso del pasado empezaba a caer.

Sin pensarlo,levantó una mano y la colocó suavemente sobre la de él.

—No tienes que sobrellevarlo tú solo—dijo ella,sintiendo algo en su interior y ofreciéndole una caricia en su rostro.

Duncan entrelazó sus dedos con los de ella,mirando fijamente a los ojos de Eleanor.

—Quizás no—respondió él,sintiéndose vulnerable,algo que no había mostrado antes.

El viento sopló suavemente a su alrededor,agitando las hojas de los árboles,como si la misma naturaleza conspirara para crear un momento perfecto.

Eleanor sabía que ese mismo instante marcaría un antes y un después en su relación con Duncan,un vínculo entre ellos que iba más allá de lo físico y lo emocional,un lazo forjado por las sombras de sus pasados.




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