Amor Pasado en las Highlands

Capítulo 10º La verdad.

La advertencia que le había dicho Duncan aún golpeaba la mente de Eleanor.

"Nadie que ha buscado la verdad en Dunraven ha logrado salir con vida."

Eran palabras demasiado graves para ignorarlas, y Eleanor,una mujer como ella,nunca retrocedía ante un desafío.

Esa noche,el castillo parecía más silencioso que nunca.Los pasillos vacíos ,sin ruido,el viento gélido de las Highlands aullaba fuera como si intentara colarse en sus muros.

Sentada junto a la ventana,Eleanor miraba la neblina densa que envolvía el campo.Comtemplaba las Highlands llena de bosques oscuros y colinas solitarias.La neblina ascendía como un manto ocultando la aldea cercana,y en ese momento sus pensamientos la llevaron de vuelta a su hogar...y a Fiona.

"Si no vuelves,Eleanor,padre te repudiará...y Laird MacDougal no aceptará el deshonor."

Fiona había sido muy firme,muy fría,aquella última noche,cuando Eleanor decidió huir del compromiso impuesto con el Laird mucho mayor que ella ,con el Laird MacDougal.

Aunque le doliera admitirlo.su hermana siempre fue la obediente,la que seguía las normas y jamás cuestionaba a su padre,Ahora,Eleanor se preguntaba si Fiona estaría buscándola o si,simplemente,habría aceptado que ella no volvería jamás.

De repente,un ruido la sacó de sus pensamientos.La puerta de su habitación estaba ligeramente abierta.

—¿Duncan?—murmuró,aunque en el fondo sentía que no era él.

Tomando una vela,Eleanor salió al pasillo.La luz temblorosa iluminaba las paredes de piedra y proyectaba lo que ella creía ver,unas sombras que la daban terror.El frío era intenso,y sus pasos sonaban fuertes mientras avanzaba,atraída por su instinto.

Llegó hasta el ala este del castillo,la zona que estaba prohibida por Duncan.Allí,encontró una puerta entreabierta que dejaba entrever una habitación oscura.Al entrar,la luz de la vela iluminó un retrato antiguo cubierto por una sábana.Con un nudo en la garganta,Eleanor retiró el paño,y lo que vió la dejó helada;una mujer de rostro delicado y porte noble,idéntica a Duncan en los ojos y las facciones.

—¿Isabel?—murmuró,recordando el nombre que siempre escuchó tiempo atrás.

—Es Isabel,sí—dijo una voz profunda detrás de ella.

Duncan estaba de pie en el umbral,con una expresión rígida.

—Creí que era tu prometida...es lo que sabemos hace años en todas las aldeas alrededor del castillo—susurró Eleanor sin apartar la vista del retrato.

—No.Isabel era la hermana de mi madre—confesó él,avanzando lentamente—.Ella desapareció en este castillo hace treinta años,y nadie volvió a verla.

El corazón de Eleanor dio un vuelco.

—¿Por qué nunca dijiste esto?

Duncan respiró hondo,clavando los ojos en el retrato.

—Porque su historia está ligada a la maldición de Dunraven.Al igual que tú,ella buscó respuestas.Pero las respuestas...le costaron la vida.

—¿Qué ocurrió?

Él guardó silencio unos segundos antes de responder,como si le costara encontrar las palabras.

—Isabel se atrevió a adentrarse en el llamado Bosque negro,al norte del castillo.Decían que allí había algo...o alguien.Nunca volvió.

—¿Y qué crees tú?—preguntó Eleanor,con voz baja.

—Que la verdad sigue allí fuera,esperando a alguien lo suficientemente insensato como para buscarla.

Las palabras de Duncan la dejaron sin aliento.Eleanor recordó las colinas y los árboles oscuros que rodeaban el castillo,siempre cubiertos de bruma.El bosque negro.

¿Sería cierto lo que decían?

—Fiona—murmuró de repente en alto,volviendo a pensar en su hermana—.Si hables así—respondió Duncan,con un tono amable—.Aún puedes marcharte.

Pero Eleanor negó con la cabeza.

—No puedo.No después de lo que he visto...y lo que aún no sé.

Duncan la miró intensamente...

—Entonces prométeme que no irás al bosque—pidió él, con una mirada que la asustó—.Promételo,Eleanor.

Ella no respondió.

En la aldea cercana,al día siguiente,los rumores comenzaron a circular entre los habitantes.

—Dicen que la señorita extranjera ha despertado los secretos del castillo—murmuraba una anciana en la plaza—.Igual que Isabel...

—Y no olvidéis lo que ocurre cuando se desafía la maldición—añadió otra—.Primero desaparecen,y luego,sus almas nunca encuentran descanso.

Un niño escuchaba escondido tras un barril y echó a correr hacía el bosque,donde el silencio era profundo y las sombras danzaban entre los árboles.Allí,en su interior,algo esperaba...




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