UN PASADO OSCURO

Lentamente fuí recuperando la conciencia, al principio sentia voces lejanas y mi cuerpo pesado como si estuviese encadenado o algo así. No podía mover ni un músculo, hasta los párpados me pesaban. Olores fuertes impregnaron mi nariz dandome arcadas aunque mi cuerpo no reaccionara a eso ni a nada. Los recuerdos de las últimas escenas vividas me golpearon con todo ocasionando en mí asombro y miedo, un repentino escalozfrío recorrió mi cuerpo. Quise gritar pero estaba atrapado en mi propio cuerpo que no funcionaba. 
Las voces fueron acercandose y aclarandose cada vez más hasta llegar a mí con nitidez. Así pude reconocerlas. Era Sarada y su padre, Sasuke, quienes estaban a mi lado y por el timbre de sus voces parecían estar discutiendo acaloradamente. 
-¡No es justo papá! ¡Míra como está Boruto! ¡Pudo morir! ¡Además el segundo disparo iba dirigido a mí! ¡¡¡Él me prptegió con su cuerpo!!! ¡¿Acaso pretendes que sigamos recibiendo los ataques él y yo por culpa de ustedes, nuestros padres?! 
-Baja la voz, estamos en un hospital Sarada - la voz de Sasuke era neutra y sin emoción alguna. 
- En ese caso al menos dime de qué o de quién tendremos que cuidarnos...padre. 
Sasuke evadió dicha pregunta hablandole de otras cosas, aparentemente no estaba dispuesto a cooperar y ésto molestó a mi amiga pero con justa razón ya que volvió a gritarle exigiendole respuestas. En tanto yo seguia atado a un cuerpo que parecía haber sido inutilizado y me estabs desesperando. Necesitaba liberarme. En definitiva necesitaba a mi papá ¿ dónde estaría en estos momentos? La luz del lugar fue penetrando esa oscuridad en la que me encontraba y mi cuerpo comenzaba a moverse con extrema lentitud. Aunque seguía sin poder abrir los ojos, sentía que tenía que seguir luchando y esforzandome para poder despertar. Pero si mi papá no estaba allí conmigo quizás se debía a que no le importaba ya. En ese caso ¿de qué valía tanto esfuerzo de mi parte? A lo mejor seria mas conveniente para él que yo desaparezca, después de todo dejarme vencer era mucho más fácil que seguir luchando por vencer este obstáculo. 
En mi mente grité su nombre llamándolo desesperadamente. Lo necesitaba tanto que no soportaba un segundo más ésta situación. Sarada sujetó mi mano en ese instante y me susurró:
-Despierta Boruto, yo te cuidaré a partir de hoy. Ya no tendrás que preocuparte más. Los imbeciles de nuestros padres siguen creyendo que nos protegen manteniendonos al margen de sus asuntos. No quieren ver que precisamente estamos pagando las consecuencias de esos asuntos. 
En verdad agradecía su predisposición a ayudarme, creanme que sí estaba agradecido, pero en esos momentos si hubiese podido hablar o moverme con libertad me habría alejado de su roce ya que solo queria sentir el calor de mi papá. Solo deseaba escuchar su voz y anhelaba saber que sería él  quien me protegería. No era un capricho sino una intensa necesidad que sentía desde lo más profundo de mi ser. Pero si estaría condenado a vivir lejos de quien tanto amo verdaderamente preferia morir en este mismo instante.    
Cuando escuché la voz de mi padre mi corazón latió a mil por segundos, al fin llegaba la única persona que en verdad necesitaba a mi lado. Él habló con mi amiga quien se mostró algo dura con él por lo que me sucedió pero yo solo deseaba gritarle que se callara y nos dejara solos. 
- Tendria que sincerarse con Boruto - seguía diciendole Sarada a mi papá - No creo que sea buena idea que siga mintiendole
-Tu padre y yo sabemos lo que hacemos Sarada, ahora necesito estar solo con mi hijo
-No- dijo ella tozudamente, hecho que me desesperó. Dios ¿acaso no entendia que a quien necesitaba en estos momentos era a él? - Usted indirectamente causó todo, Boruto estaba drogado por su culpa, Naruto, y recibió dos disparos...
- Nos estamos ocupando de todo - la cortó mi papá - Ahora por favor comprende, él me necesita. No me preguntes cómo lo sé...simplemente lo sé.
Sarada aceptó a medias dejarnos solos pero al fin se fue de la habitación. Cuando nadie nos veía mi padre se acercó a mí y tomó mi mano para besarla. Aquello me dió las fuerzas necesarias para seguir luchando. Él empezó a acariciar mi cabello causando estragos en mi cuerpo. Cerré mi mano en la suya y él me susurró:
- ¿Boruto? ¿Puedes oirme?
Como unica respuesta empece a llorar, estaba harto de este encierro. Queria salir, ser libre de nuevo para poder besarlo, abrazarlo y...amarlo. Me esforcé lo más que pude y empujé esa odiosa oscuridad hasta lograr destruirla y liberarme al fin. Abrí los ojos y lo ví.
- Papá...ayúdame...
Estaba exausto debido al esfuerzo realizado. Lo necesitaba tanto que me asustaba. Mi papá me abrazó mientras lloraba:
- Hijo menos mal, creí que te perdía 
Nuestros labios se unieron un instantes en un casto beso pero él se alejó velozmente de mí, hecho que me desconsoló. No quería que se fuera, no soportaba la idea de ser abandonado por él. Mis ojos se humedecieron al ver su reacción pero él se apuró a decirme:
- No Boruto, no me malinterpretes. - Acariciaba mi rostro suavemente - No te estoy rechazando hijo, solo estoy discimulando. Recuerda que estamos en un hospital y cualquiera podría entrar. Sabes que lo nuestro no es bien visto. 
- Papá - susurré dolido ¿por qué seguía preso de la opinión de los demás? ¿Por qué preferia quedar bien con otros? Sé que ésto está mal, lo sé...pero en éstos momentos solo me importaba él y nadie más. 
-Te amo hijo 
Aquello me hizo sonrojar y latir mi corazón como un tambor. No quería que se fuera nunca, no me importa nada más. No dejaría que dos disparos me asusten ni nada por el estilo. 
- No te preocupes por...esos disparos...yo no pienso como Sarada. Tú no tienes la culpa del accionar de unos locos...además dos disparos no acabarán conmigo. No pienso dejarte...papá. 
Él se acercó y me besó la frente, justo en ese momento entraba Sakura, la chica pelirosa de la otra vez. Algo en mí despertó que al verla ezclamé molesto:
- ¿Qué hace ella aqui?
- Veo que el paciente despertó - dijo Sakura sonriendo. Mi padre se incorporó y le sonrió también contandole que acababa de despertar. 
- Boruto ella es la doctora que te operó, le debes la vida. - me dijo mi padre dejandome en una pieza. - Así que sé más respetuoso con ella. 
- ¿No dijiste que era una compañera de trabajo? - le espeté molesto
-Así es, este hospital pertenece a la empresa donde trabajo técnicamente somos compañeros.
Ya me dolía la cabeza así que miré para otro lado eludiendo sus miradas. Dejé que ella me examinara a fondo sin decir nada. Luego hablo con mi padre sobre mi salud, repentinamente no me importaba ya. Ambos salieron a fuera de la habitación para hablar dejandome solo. En esos momentos pensé ¿Por qué demonios no me mataron esos disparos? Habría sido mejor para todos por lo visto. Momentos luego entró Sasuke quien al verme despierto sonrió complacido. Se acercó a mi y lo primero que hizo fue agradecerme por proteger a su hija con mi cuerpo. 
- Aún no sabemos en concreto quienes intentaron matarlos pero tenemos ciertas sospechas - decía seriamente - La droga que tenias en tu cuerpo fue eliminada. 
- ¿Por qué sucede esto? ¿ Qué pasa? - quise saber
- Tu padre y yo estamos trabajando en algo muy importante y hay personas que no desean que nuestro trabajo salga a la luz.
Por lo visto no diría nada más, era comprensible que Sarada se enojara tanto después de todo estuvimos a punto de morir. Pero no dije nada porque honestamente no me sentía con ánimos para discutir. Atiné a mirar por la ventana en silencio cuando él dijo:
- Descuida no dejaremos que vuelva a pasarte esto. Después de todo eres la única persona que él tanto ama y yo...con tal de verlo felíz protegeré su corazón...es decir a tí. 
Aquello me sorprendió tanto que lo miré asombrado ¿a qué vino eso? ¿Qué le pasa a Sasuke? Pero me bastó mirarlo detenidamente para descubrirlo. Él...amaba a mi papá de la misma forma en que lo amaba yo. Abrí grande mis ojos al comprobarlo. Sabía que era viudo como mi papá pero desconocía aquello. 
-Tú...lo amas ¿cierto? - pregunté en un susurro - ¿Cómo? ¿Desde cuándo? - Sasuke me miró en silencio un instante y luego se marchó dejándome sin respuesta. Pero no necesitaba oirlo de su boca, lo había descubierto por su forma de actuar al hablar de mi papá. El papá de Sarada, mi amiga, amaba a mi padre. Esta si que no me la esperaba. No sabía si enfurecerne, llorar, gritar o reir de la ironía. Mi papá entró en esos momentos sonriendo 
- Sakura dice que estás estable, si sigues asi podrás regresar a casa pronto. - Pero al ver mi mutismo se preocupó - ¿Qué pasa hijo? ¿Sigues molesto con ella? No es necesario que te pongas así, es solo una amiga. Gran compañera de trabajo y muy buena amiga pero nada más. Es como Sarada y tú...
- Papá - lo interrumpí - ¿Qué sucedió entre Sasuke y tú? Porque él te ama de la misma manera que te amo yo - Ante mi repentina pregunta y comentario mi padre enmudeció mirandome sorprendido. Por su forma de mirar pude ver que ambos tenían una historia oculta. Si debo ser sincero diré que no sentia celos, extrañamente no los sentía. Más bien era curiosidad y deseos de ver que tan sincero era mi padre conmigo.