Bernard.
Habían pasado tres noches desde que la chiquilla inmadura me había escrito para agradecerme una vez más por haberla sacado de aquel club.
Pero también me envió un mensaje para que la dejara en paz.
¿Ella me había rechazado?
Y todo porque según ella, yo era un enano.
¿Debía seguir el consejo de mis amigos?
Flashback.
Sander y Joel habían llegado el viernes en la noche dispuestos a salir, pero yo me negué pues estaba de mal humor.
Mi hermana también estaba presente
— ¿Qué le sucede? —preguntó Sander.
— No lo sé, desde anoche está así —habló Luisa.
— ¿Quieren saber lo que me pasa? —pregunté.
No esperé su respuesta y les mostré los mensajes de mi chat de WhatsApp con la chiquilla inmadura.
'Gracias una vez más por todo, eres una buena persona', decía el primer mensaje.
'Aprovecho para decirte que no saldré a ningún lado contigo. Quiero ser sincera, de verdad eres muy guapo, pero aún así no eres mi tipo.
A mí me gustan los hombres altos y tú no cumples con ese requisito.
¿Cuánto mides 160 centímetros?
Lamento haberte dado esperanzas, pero mi excusa es que aún no te había visto.
Espero que aclaradas las cosas, me dejes en paz', decía el segundo mensaje y estaba seguro, que este último fue escrito en Word y le tomó una captura de pantalla.
— Es muy directa la chica, me agrada —expresó Joel.
— Pues yo no quiero saber nada más de ella.
— Estoy de acuerdo, después de leer sus mensajes, me di cuenta de que ella es tan idiota como su hermano mayor —comentó Luisa.
— Yo opino que debes darle una lección —expresó Sander.
— ¿Qué lección? —pregunté.
— Tienes que hacer que ella se enamore de ti y luego…
— Y luego la tiras —expresó mi hermana.
— No pensaba decir eso Luisa.
— ¿No?
— No. Lo que quería decir era que luego de que Bernard la enamore, debe dejarla embarazada y entonces él se casará con ella… y así le demostrará que es posible amar sin tener en cuenta la estatura.
— Estoy de acuerdo con Sander —comentó Joel.
Mi hermana se hizo a un lado.
— Ven a mi lado hermano, tienes que ignorar a tus tontos amigos y hacerme caso a mí.
Joel se acercó a Sander y se puso a su lado.
— Puedes venir hasta nuestro lado y hacer las cosas bien —expresó Joel.
— Estás en el medio ¿Qué harás amigo? —preguntó Sander.
— ¿Por qué mejor no cierran la boca?
«Definitivamente mis amigos estan locos», pensé y alejé cualquier pensamiento que tuviera relación con la chiquilla inmadura.
Terminé de ducharme pues iría a la universidad.
Sí, yo había aceptado realizar la campaña publicitaria y me reuniría con el director y la maestra que me había contactado.
Llegué cuando eran las 9:00 A.M.
Al entrar a la universidad, pasé de las miradas curiosas que muchos y muchas estudiantes me brindaban.
— ¿3B? —preguntó alguien.
Giré y vi a Dhina.
— Estoy ocupado —gruñí.
— ¿Desayunaste escorpiones?
— No estoy de humor.
— Pues no eres el único. Hemit también está enojada conmigo, de hecho no la veo desde el jueves porque se escapó de su casa.
— ¿Se fue de su casa? ¿Por qué?
— Así que te interesa mi amiga.
— Esa chiquilla inmadura no me interesa.
— Pues tus preguntas demuestran que sí te interesa y estoy seguro de que a mi amiga también le interesas —dijo alguien y desvié la mirada para ver a Juan Pablo.
— ¿Y tú qué sabes? —preguntó Dhina.
— Lo sé porque Hemit se ha estado quedando en mi casa.