Amor Sin Altura - Libro 1 Shb

CAPÍTULO 30

Hemit.

Dhina entró a la habitación y yo dirigí mi vista a ella.

— ¿Sabes que Bernard fue a pedirle ayuda a Dany?

— ¿Qué tipo de ayuda?

— Ayuda para encontrar una forma de sorprenderte.

— ¿Cómo?

— Sí. Dany obviamente se negó a ayudarlo y no dejó que yo le  ayudara.

Sonreí. El enano se estaba tomando muy en serio mis palabras.

¿Iría a pedirle ayuda a Andy o a Harry?

— Esa sonrisa —comentó Dhina.

— ¿De qué sonrisa hablas? —dije.

— A mí no puedes engañarme, Hemit ¿Olvidaste que soy tu mejor amiga?

— Iré a ver a Andy y a Harry, debo hacerles una advertencia.

Me levanté y salí.

Pero no fui a buscar a mis hermanos porque me crucé con Marcos.

— Hola Hemit. 

— Hola Marcos.

— ¿Buscarás a Bernard? Lo vi hace poco. Deberías vigilarlo ¿No te asusta pensar que cualquier chica podría quitártelo?

«Antes dejo a dicha chica sin cabello», pensé.

— ¿Dónde está Bernard?

— Te mostraré.

Seguí a Marcos y él me mostró a Bernard quien estaba sentado en una silla playera y yo me dediqué a observarlo.

¿En qué estaría pensando?

 Inevitablemente sonreí.

— Vaya, al ver tu sonrisa y la forma en la que lo miras, no tengo duda de que lo quieres.

— No lo voy a negar, estoy enamorada de Bernard.

— ¿Y entonces por qué no son novios?

— Él me pidió que fuera su novia, pero me negué.

— No entiendo.

— Yo le dije que si hacía algo que lograra impresionarme, aceptaría.

— ¿Y cómo podría impresionarte?

— Soy una mujer romántica como muchas, cualquier detalle que él tenga conmigo me hará aceptarlo.

— Pero en el fondo quieres que él haga algo que llegue a sorprenderte.

— Quizá sí ¿Qué mujer no quisiera que la persona de la que está enamorada haga algo lindo por ella?

— ¿Y qué debe hacer Bernard para lograr dejarte sorprendida?

— No lo sé. Quizá si uniera un par de escaleras y la enterrara en medio de la arena y pusiera en ellas la frase: ¿Quieres ser mi novia? Quizá eso basataría.

— Una idea muy original ¿De dónde la sacaste?

— Se me acaba de ocurrir.

— Pues dudo mucho que él pueda conseguir al menos una escalera —dijo y ambos empezamos a reír.

Hicimos silencio y él se levantó.

— Tengo una idea, espera aquí.

Marcos caminó hacia Bernard ¿Qué cosa pretendía hacer?

Lo vi acercarse a Bernard y entonces empezaron a hablar. 

¿De qué hablaban?

La curiosidad por poco me gana y debido a que los minutos pasaban, empecé a sentirme ansiosa. Pero Marcos finalmente se alejó de él para, posteriormente, volver junto a mí.

— ¿Qué dijiste? —le pregunté.

Él me contó lo que le había dicho a Bernard y yo reí escuchando su historia ficticia.

— Creo que podrías escribir un libro y hacerte millonario.

— No lo había pensado.

Ambos regresamos la vista hacia donde Bernard estaba.

— Mira, él se levantó.

Seguí con la mirada a Bernard y cuando lo perdí de vista, me centré en Marcos.

— ¿No piensas seguirlo? 

— No, dejaré que piense.

— Espero que mi historia le haya dado alguna idea.

— Y yo espero que en mi historia con Bernard no haya ninguna amante.

— Eso depende de lo que hagas para retenerlo.

— Gracias por tu ayuda Marcos.

— De nada.

Él se levantó.

— Mis amigos y yo iremos a dar un paseo por la isla. Luego nos veremos.

— Seguro que sí.

Me quedé en la playa un poco más y cerré mis ojos para relajarme un poco.



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En el texto hay: trillizos, humor y amistad, romance amor

Editado: 25.06.2020

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