Amor sincero.

Capítulo 35:Conociendo a mis sobrinos.

Andrea

Abrazo mi almohada con fuerza sin querer levantarme, se que debe ser tarde, pero estuve despierta hasta altas horas de la madrugada para ponerme al día con la universidad.

Los días pasan y pasan, ya hace una semana que me enteré de las mentiras de mi novio o como él lo dice: "ocultar algunas cosas". Hay cosas buenas a pesar de todo como por ejemplo que mi cuñada se está preparando para la intervención quirúrgica, y eso nos trae un poco de fe y esperanza.

Además, de enterarme que Andriano es el hermano de mi cuñada y que tanto él como mi novio sabían sobre su paradero... Dante me contó sobre el posible asesinato de sus padres y de la madre de Lía, además de que la misma persona fue la que atacó a mi amiga y cuñada Lía.

Él no quería decirme nada para no preocuparme, pero después de todo lo que está pasando prefiere que estemos prevenidos y por lo mismo en cuanto podamos volver a Italia hablarán con Pía que es la única que no lo sabe aún.

Su confesión me sorprendió en gran medida ya que tenía entendido que sus padres murieron en un accidente, pero al parecer todo fue planeado por malas personas.

No pude estar enojada por tanto tiempo porque después de pensarlo entendí sus puntos, aunque claro está que se ha roto un poco la confianza y debemos trabajar más en eso.

Por otro lado, estoy emocionada porque hoy conoceremos a mis sobrinos y nos hemos ofrecido a cuidarlos.

Eso le da una razón más a mi cuñada para luchar contra su enfermedad.

Me sobresalto cuando siento unos besos en mi espalda desnuda, pero inmediatamente me tranquilizo cuando reconozco al dueño de ellos, jamás podría olvidarme de su perfume o de la dulzura con la que me trata.

—¿No piensas levantarte, amor? —me pregunta mi novio con voz suave a lo que niego —. Mi perezosa te recuerdo que debemos conocer a nuestros sobrinos y eso será en menos de una hora así que te sugiero que te vayas despertando porque no saldrás de la casa si no comes algo —habla y lo último lo ordena.

—Tengo mucho sueño —susurro somnolienta.

—Te dije que no debías estar hasta tarde —me regaña.

—Lo siento, pero debía ponerme al día —explico dándome la vuelta para seguidamente colgarme de su cuello —. De seguro estoy horrible —le digo sabiendo que no me veo nada bien por las mañanas.

—Ante mis ojos eres perfecta, mi ángel —asegura dejando un casto beso en mis labios.

—Eres un cursi mi sexy amargado —respondo divertida y cuando me doy cuenta de lo que he dicho ya es demasiado tarde porque él lo ha escuchado.

—¿Sexy amargado? ¿Así que te parezco sexy? —pregunta presumido haciendo que ruede los ojos con exasperación.

—Dije amargado —me defiendo para no aumentar su ego.

—Dijiste sexy, pues déjame decirte que también me pareces muy sexy y lo mejor de todo es que eres mía —asegura mi novio.

—Posesivo.

—Hermosa —dice y casi sonrío, pero no pienso perder.

—Engreído —respondo desafiándolo con la mirada.

—Tierna —susurra con sensualidad.

—Pervertido —le grito al tiempo que lo alejo de mí de un empujón para salir rápidamente de la cama.

—Traviesa —escucho que dice cuando ya estoy entrando al baño —. Te espero abajo, amor —me grita y solo sonrío feliz de poder disfrutar estos momentos junto a él.

                                                              ***

Inevitablemente mis ojos se cristalizan cuando veo a los dos niños siendo bajados por mi hermano, son tan hermosos y pequeños que mi instinto protector de activa. Él niño es la copia exacta de mi hermano con sus ojos azules y su cabello rubio y la niña es una mezcla de los dos con sus ojos azules y su cabello negro como el de su madre.

Estoy feliz de por fin conocer a esos seres que son mi sangre, los amo desde que se dé su existencia.

Me acerco a ellos siendo seguida por mi novio, pero él me da mi espacio cosa que agradezco.

—Hola —saludo mirando a ambos niños que me observan con curiosidad, los dos se encuentran escondidos detrás de mi hermano y solo me espían desde allí.

—Hola, Andrea —me saluda mi hermano, pero estoy lo bastante perdida en esas dos personitas —. Matteo, Chiara, ella es su tía Andrea y está ansiosa por conocerlos, ¿Qué tal si la abrazan? —les habla mi hermano y ambos niños asienten emocionados, ¿Cómo consiguió ganárselos tan rápido? Pero eso no importa, es maravilloso que ellos lo acepten.

—Tía... —dice Chiara al tiempo que corre a mis brazos y no dudo en recibirla en mis brazos.

—Principessa —susurro estrechándola más si eso es posible, un par de lágrimas ruedan por mis mejillas sin poder detenerlas, pero esta vez es de felicidad —. Mi pequeño Matteo —hablo conmocionada cuando mi otro sobrino se acerca a nosotras uniéndose a nuestro abrazo.

Mi corazón saltaba de alegría al saberlos con nosotros, después de tanto parece que todo se va acomodando.

—Él es su tío, Dante —les cuento cuando nos separamos del abrazo.

—Bienvenidos, pequeños —les saluda mirándonos con un brillo que no podría descifrar.

—Ahora tenemos muchos tíos —menciona Matteo eufórico.

—Y hay más tíos que quieren conocerlos —les digo refiriéndome a mis cuñados y a mis amigas que enloquecieron cuando les dije que era tía de dos hermosos niños dijeron que querían conocerlos y que los consentirán mucho.

—¡Si, quiero conocerlos! —exclama Chiara al tiempo que me pide que la alce y lo hago de inmediato disfrutando de este momento.

—Shh, recuerda que tú madre está dormida —le dice su padre haciendo que lo observé interrogante —. Lo de hoy fue demasiado para ella así que terminó agotada —nos explica a lo que asiento comprendiendo la situación —. ¿Pueden adelantarse con ellos? —nos pregunta.

—Por supuesto —responde mi hombre al tiempo que alza a Matteo en sus brazos y comenzamos a caminar hacia la clínica que es donde estaremos un rato ya que mi cuñada quería estar el mayor tiempo posible con sus hijos.




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