Amor sincero.

Capítulo 39: ¿Trillizos?

Dante

Dos años después.

Observo desde la ventana de mi despacho a mi mujer entretenida con unas flores, luce tan tranquila y feliz que me hace sentir el hombre más pleno.

Enterarme de que sería padre me ha cambiado de muchas maneras, para bien, pero lo ha hecho, saber que una vida depende de ti es hermoso y a la vez complicado porque siento que debo protegerlo a él y a su madre de todo y todos. Ellos son mi familia, mi mundo entero y solo puedo amarlos como ya lo hago y disfrutar cada momento a su lado.

Me siento tan afortunado de ser el hombre que Andrea a elegido para formar una familia.

Uno de mis mayores sueños siempre fue casarme y tener hijos con la mujer que amaba, y lo he logrado. Después de tanto dolor estoy recibiendo alegrías que pienso disfrutar al máximo.

Han pasado tantas cosas en estos dos años, alguna buenas y otras no tanto, pero cada una de ellas nos ayudan a mejorar como personas.

Pedirle matrimonio a mi mujer es algo que venía planeando hace meses por no decir años, ella se merece todo lo mejor y por lo mismo tenía que ser inolvidable y lo fue, lo que no tenía planeado era enterarme de que sería padre, eso fue el mejor regalo que me pudo regalar la vida y mi mujer.

Sobre la nota que recibió hace dos años atrás no pudimos averiguar nada porque estaba hecha con recortes de diarios y la persona que lo hizo sabía perfectamente lo que hacía. No volvimos a recibir algo parecido, pero de todas formas siempre me mantengo en alerta porque no pienso dejar que nadie se acerque a los míos.

La investigación sobre el caso de mis padres se reabrió, y pudimos encontrar más pistas, ese hombre al parecer estaba obsesionado con mis padres.

Creo que nunca sabremos su verdadera razón para matar a mis padres, porque si fue el responsable, pero no pudimos hacer nada porque el muy cobarde se suicidó cuando se vio acorralado por la justicia.

Él exnovio de mi cuñada fue condenado a veinte años de prisión por intento de homicidio porque lamentablemente que haya matado a mi sobrino no cuenta como homicidio porque según el juez era solo un feto.

Mi hermano enloqueció cuando escucho eso y estuvo a punto de golpear al maldito juez, pero por suerte junto con Santino pudimos detenerlo antes de que cometiera una locura.

Entiendo su dolor, sé que a pesar de que han pasado dos años el dolor sigue latente.

Cuando paso un año de su perdida decidieron hacer una misa en su nombre, "Ángel Ferrara", cómo no llegamos a conocer su sexo decidieron ponerle así. Y desde entonces prometimos que cada seis de abril haremos una misa en su nombre.

 

                                                ***

Niego divertido cuando encuentro a mi bella mujer dormida en el incómodo sofá, siempre le regaño, pero ella no me hace caso.

La alzó en mis brazos con cuidado de no despertarla, ella se remueve un poco, pero solo se acurruca más en mi pecho.

Su vientre de tres meses es apenas visible, pero ya hay un pequeño bulto que nos enloquece a ambos.

Cada día que pasa mi hijo se hace más fuerte en el vientre de su madre.

Cuando nos enteramos de su existencia tenía un mes y dos semanas, y desde entonces empezamos a amarlo.

Nos casaremos en dos semanas, si tal vez un poco apresurado, pero estoy cansado de esperar a que está mujer sea mi esposa, además de que ella quiere casarse antes de que se note su embarazo.

Mis cuñadas y mi hermana están más enloquecida que mi mujer. Y es que si algo no le importa a mi stellina es lo extravagante, ella misma me dijo que quiere algo sencillo, y que solo estemos la familia.

Cuando llegó a nuestra habitación abro la puerta con mi mano libre y camino despacio hasta nuestra cama que es donde la acuesto con suavidad.

Me saco mi zapato y me acuesto a su lado para seguidamente atraerla a mi pecho, desde que me enteré de la existencia de mi hijo me he acostumbrado a colocar una de mis manos en su vientre, en su hogar ya que de alguna manera siento que lo protejo.

Acaricio con delicadeza el vientre de mi mujer, esto es tan irreal, me siento tan feliz de lo que hemos logrado en todos estos años.

Llevamos seis años juntos y aunque para muchos hemos ido "lento", para mí fue perfecto porque nos pudimos conocer bien, aprendimos a amarnos. Amo a esta mujer con cada fibra de mi cuerpo, para mí ella es mi todo, mi alma gemela, mi otra mitad y no veo la hora de que estemos unidos como marido y mujer.

—Hola, bebé —susurro sobre el vientre de mi mujer, el que solo lleve una de mis camisas me facilita mi trabajo. He leído y dice que es bueno hablarles ya que los estimula, mi bebé aún no se mueve y ni siquiera sabemos que será, pero el simple hecho de saber que está allí ya es un motivo para hablarle —. Soy papá, solo quería que supieras que te amo mucho y que me siento tan afortunado de que me hayas elegido como tú padre. Prometo que te haré muy feliz a ti y a tú madre, son mi tesoro más preciado —le digo en voz baja mientras dejo suaves besos sobre su piel descubierta —. No sé si serás niña o niño, pero te amare de la misma forma, solo necesito que crezcas fuerte y sano, del resto me encargo yo —le sigo hablando, y no veo la hora de que pueda empezar a sentir sus movimientos —. Ojalá tengas los ojos de tu madre y su cabello... Tú madre es bella y una gran persona que sé que amarás tanto como yo lo hago —le cuento —. No sé si me escuchas, pero quería que supieras que daré todo de mi para ser el padre que necesitas, no soy perfecto, y no se muchas cosas, pero quiero aprenderlas contigo y de la mano de tu madre. Puede que cuando crezcas no estés de acuerdo en muchas cosas, pero debes saber que todo lo que haga será porque quiero lo mejor para ti, porque te amo hijo —le digo apoyando mi oído en el vientre de mi mujer.




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