Amanda.
Quería solucionarlo, lo sé; pero no se puede tapar el sol con un dedo. Va a ser padre. Sé que en estos tiempos es normal tener bebés sin estar compormetidos pero todavía siento que es lo incorrecto, está mal que yo me involucre sabiendo que puede ser algo complicado para todos, no me agrada Emma pero tampoco quiero el mal para ella.
Termino de empacar sin dejar de sentir la presión que siento en mi pecho. Me doy una ducha rápida y cuando salgo me pongo un jean, una camisa de franela con cuadros rojos y negros, tenis negros; acomodo mi cabello en un moño desordenado, aplico un poco de labial rojo y me pongo mis lentes negros, no quiero tener contacto visual con él.
Tomo la memoria USB de la cama junto con las hojas. No dormí en toda la noche y no creo posible todavía tener un poco de energía en mi cuerpo pero la tengo, meto todo en mi bolso y salgo del departamento.
Es hora de ir a la oficina.
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Max.
Ya no tengo el control de nada, he echo lo posible por seguir con mi trabajo pero no puedo concentrarme en nada. Voy a seguir el consejo de mi madre, voy a darle tiempo a Amanda. Me duele estar lejos de ella pero creo que es lo mejor, los dos necestiamos tiempo para sanar y yo tengo que solucionar las cosas con Emma, necesito saber si ese bebé es mío.
Arreglo los documentos que utilizaré en la junta que tengo en una hora. Sería más fácil tener a la pioja ahorita, ella sabe como calmarme. Esta junta es muy importante y estoy bastante estresado por eso.
Escucho que la puerta de mi oficina es abierta pero nadie fue anunciado o tocaron antes de entrar así que supongo que es Ethan. Cuando levanto la vista me encuentro con la pioja frente a mi escritorio.
- Buenos días señor Brown, el proyecto está listo. El tono monótono de Amanda es raro, inusual a ella. Asiento.
- Déjame revisarlo antes, necesito ver si tienes que hacerle correcciones. Me entrega una memoria USB y en una carpeta la documentación relacionada a el proyecto de redes. Le indico que se siente y lo hace sin decir palabra. Me molesta un poco no poder ver sus ojos, sus lentes oscuros no dejan verlos. Aunque sé que ella si me mira a mi.
Reviso el formato de la página y lo que veo me gusta, han echo un gran trabajo y la información es la justa sin ser aburrida, es interesante.
- ¿Y bien?. Pregunta un poco nerviosa.
- Es terrible, es lo peor que he visto. Digo serio. Amanda rápidamente se quita los lente y me mira estupefacta.
- Eso es imposible, lo revise como tres veces. El asombro en su voz y su rostro me hacen soltar una sonora carcajada.
- ¡Es un buen trabajo!. Exclamo entre risas. Su rostro se relaja y es de puro alivio. Comienza a reír, tanto que le salen lágrimas.
Se levanta y entre risas me golpea el hombro juguetonamente, por instinto tiro de ella la siento en mi regazo. Para de reír pero no se aparta, no puedo evitar tomar un mechon de cabello que se escapó de su moño, toco su suave cabello negro entre mis dedos y lo coloco muy lento detrás de su oreja. Rozando con la yema de mis dedos bajo por su cuello hasta su clavícula. Amanda cierra los ojos y se relaja con mi toque. Me acero y le doy un suave beso en su cuello, hago un camino de ligeros besos hasta sus labios. Beso sus labios. Lento y sin prisa, disfrutando de sus cálidos y jugosos labios.
Amanda unde sus manos en mi cabello y se acerca más de a mí, puedo sentir nuestros corazones latiendo fuerte y rápido. El bulto en mi pantalón aumenta, queriendo ser liberado, quiero estar dentro de ella pero no lo haré si ella no lo quiere. Aprieto considerablemente su lindo trasero, amo cuando gime en mis labios.
Unos golpes en la puerta nos sobre saltan. Amanda rápidamente se pone en pie, me acomodo en mi asiento y la pioja me mira el rostro y limpia seguramente lo que es un rastro de su labial rojo. Sus mejillas están tan rojas pero se pone junto a mi mirando el ordenador.
- Siga. Ordeno.
Grace se asoma por la puerta con una sonrisa nerviosa. Al mirar a Amanda su sonrisa y mirada se vuelven cómplice. Yo solo sonrío de lado.
- Señor, era para informarle que la sala está lista y están esperando por usted.
- Iré en unos minutos, gracias Grace.
Esta se retira y Amanda comienza a reír.
- Me siento como una adolescente cuando es atrapada. Me pongo en pie y tomo su rostro entre mis manos.
- La más linda adolescente. Digo besando la punta de su nariz y sus labios. - ¿Podrías acompañarme en esta reunión?.
- Seguro. Me da otro beso y veo luz en sus ojos.
Amo a esta mujer. La amo con todo mi ser.
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Amanda.
No puedo explicar lo que ha pasado hace unos cuantos minutos. Me deje llevar. Quería más. Su perfume y él en general me descontrolan, no pude detenerme, con él me siento viva, me siento segura y feliz.
Estoy sentada junto a él apoyandolo en esta reunión, no estoy al tanto del tema pero parece bastante importante. Prefiero no opinar. Todos hablan y debaten yo solo aprieto suavemente bajo la mesa la mano de Max. El calor que me transmite me relajan y no debería dejar que esto pase pero no puedo evitarlo. Escucho atenta y veo que la junta está por terminar.