Max.
Tengo a Emma en mis brazos, no la e podido quitar, esto no puede ser verdad. Siempre usé protección con ella. Demonios. Esto debe ser un puto juego. Siento un frío recorrer por mis venas por esta noticia. Y si en dado llega a ser cierto ¿Por qué lo dice aquí? ¿Por qué no me lo dijo en privado?.
Logro soltarme de las garras de Emma.
- Luego hablaremos de esto. Digo tan severo como si fuera su padre. Ella tiembla ligeramente pero intenta disimularlo.
Busco con la mirada a Amanda, no la veo por ningún lado, ni siquiera a Tom y a Lily. Bajo de la tarima y voy directo a la puerta de la entrada, ambos están discutiendo entre ellos.
- ¿Por qué no te fuiste con ella?.
- Tu eres más rápido ¡Pensé que la detendrías!. Exclama Lily.
- ¿Dónde está?. Pregunto mirando entre Lily y Tom.
- ¿Qué pasó allá adentro? Esa perra y tú... ¿Han tenido algo en secreto?. Pregunta Lily con enojo en su voz, antes de poder responder me da un fuerte golpe la cara.
- ¡No toques a mi hermano!. Escucho a Ethan a lo lejos. Tapo mi nariz con la mano, siento que palpita. Veo a Lily tan roja como su ropa.
- ¡No me digas que hacer!.
- Vamos, hay que buscarla. Dice Tom. - Estos dos van a seguir discutiendo por un largo rato.
Voy directo a mi camioneta. "No voy a dejar de buscarte, no te dejaré ir tan fácil." Digo para mis adentros como si mi pequeña pioja pudiera escucharme.
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Amanda.
Ya me he tomado una botella de Whisky pero no logro minimizar el dolor que siento, es como si me estuviera quemando por dentro pero a la vez es como si fuera el frío más fuerte que haya sentido en mi vida. Estoy sentada justo en la mesa en donde lo vi claramente por primera vez, donde practicmante todo comenzo. Le hago señas a la mesera para que me traiga otra botella, quiero ahogar mis penas, no he soltado ni una sola lágrima porque me siento tan fuera de mi cuerpo, es como si todo estuviera desconectado. "Estas rota" El tono triste y desolado de mi subconsciente no ayuda.
- Tiempo sin verte pequeña. La voz de Bill llama mi atención. - La verdad no te hubiera reconocido si no hubiera visto tus ojos y tu fea forma de sentarte cuando estas triste. Recupero la compostura ante su comentario.
- También te extrañé Bill. Digo en un tono burlón, que le saca una sonrisa mientras se agarra su abultada barriga.
- Toma todo lo que quieras yo invito, reconozco un corazón roto cuando lo veo. Dice en tono comprensivo, muy raro en él.
- Gracias Bill. Me da un ligero aprentón en el hombro y se va a su oficina.
He tomado un trago detrás de otro y no quiero parar, sé que debo detenerme pero si lo hago pensaré con claridad lo que ha pasado y el dolor se hará más fuerte, mi pecho duele, ya cuando creía que todo estaba bien, que había encontrado al amor de mi vida, un amor tan puro, sincero y real, siento que se me explota una burbuja en la cara, como si todo lo que viví con él no fue del todo real, como si todo fue una ilusión, me duele incluso pensar así porque sentí magia estando con Max.
Decido que es suficiente, necesito dormir un poco, si quiero razonar lo que pasó tengo que estar lo más lúcida posible, ya una idea se está formando en mi mente de borracha, pero quizá y sea la mejor que se me puede ocurrir.
Salgo del BB Bar y con suerte me pasa otro taxi y está libre. Debo admitir que fue buena idea que el vestido tuviese bolsillos, así tengo dinero y el teléfono conmigo aunque me quedé sin batería cuando me tome unas fotos con Max está noche. Me subo al taxi y doy la dirección de mi departamento. La brisa helada hace que los tragos que ya tenía subidos en la cabeza empeoren, el mareo se apodera de mi cuerpo y tengo náuseas. Cuando llegamos a la entrada del edificio le doy como puedo el dinero al señor y ni siquiera espero por el cambio. Quiero llegar lo más rápido a mi cama, o mejor dicho a mi baño.
Subo con dificultad las escaleras, parezco un bebé gateando para poder subir. Cuando por fin llego, busco las llaves en mi bolsillo y no las encuentro.
- De... monios. Intento calmarme y respiro profundo cuando una arcada se apodera de mi cuerpo, voy a la pequeña planta que tengo cerca de la puerta y saco la llaves que dejé enterradas en la tierra, y como puedo abro la puerta, me arrastro por el piso y cierro con el pie, intento levantarme agarrandome de la puerta y paso seguro, todo me da vueltas pero estoy decidida a llegar al cuarto.
Me sujeto de todo lo que me pueda dar soporte para llegar a mi destino, cuando estoy a punto de llegar al baño siento otra arcada con más fuerza, corro como puedo y caido frente al inodoro, voto todo. Mis musculos se contraen por la fuerza que hago para sacar todo de mi cuerpo.
Limpio mi rostro y no tengo la fuerza suficiente para ir a mi cama, me acomodo en las baldosas frías del piso, y miro el techo oscuro, la poca claridad que entra es de la ventana de mi cuarto. Los mareos no me dejan pero poco a poco me siento más débil para moverme, el sueño se filtra en mi cuerpo gracias a la ayuda del licor.