Amor Verdadero ¿real o ilusión?

Capítulo 32.

Amanda.

 Ayer me rompí, sentí que una parte de mi se estaba quedando dormida, algo dentro de mi estaba mueriendo y todo por él. Una parte de mi alma es suya, y es inevitable sentir que se muere o se desprende de mi para caer en un profundo sueño, quiero dejar de sentir. No pude evitar ver el dolor en sus ojos, los dos nos moriamos por estar cerca de el otro, consolarnos mutuamente. Pero no es posible. Nunca más.

 Tomo un café negro de la cafetería. Me he pasado la mañana lo más ocupada posible pero sobre todo lo más alejada de él. No quiero mirar a nadie, no directamente a los ojos. Puedo ver como me miran y murmuran, todos tienen esa cara de pesar y lástima. No lo soporto. Pero tengo que hacerlo...

 Para Tom.

 ¿Podemos almorzar juntos?. Por favor...

 Tom.

Claro muñeca, nos vemos en media hora fuera del edificio.

 Regreso a mi escritorio sabiendo que no estoy sola. Tomo mis audífonos y me concentro en el ordenador, mi mecanismo para no caer tanto en la depresión es llenarme de trabajo, tanto que solo tenga tiempo para respirar. Tomo mi café antes de que se enfríe. Miro en dirección a la puerta he sentido toda la mañana que en cualquier momento entrará por la puerta.

 Pero no. No sé si sentirme contenta o decepcionada al mismo tiempo, lo quiero tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, pero es mejor así entre más lejos este de mi más fácil será intentarme convencer en que todo termino. Que él ya tiene una posible familia que comenzar en poco tiempo. Dudo que vuelva con 
Emma pero, puede que me equivoque.

- ¡Mandy!. Grace no para de hacer señas para que le preste atención, al parecer ya tiene rato llamandome. Me quito los audífonos. - El señor Brown te quiere en su oficina, dice que necesita hablar contigo sobre el proyecto de redes. Simplemente asiento y voy con pocas ganas a la oficina de Max.

 Toco la puerta antes de entrar y lo veo sentado en su silla giratoria.

- Puedes sentarte. Siento que su tono es más una orden que una cortesía.

- Prefiero quedarme de pie, gracias. Me cruzo de brazos esperando a que me pregunte o me diga algo referente al proyecto.

- Reporte. Dice cortante. Aprieto mis puños, nunca me ha hablado de esta manera.

- Ya está en proceso, los gráficos están listos, el diseño también, yo me estoy encargando del contenido pero eso demorara un poco para que salga bien.

- Lo quiero listo para el viernes, sin errores ni demoras. Puedes irte.

 En toda la conversación no me miró. Salgo de la oficina con mi cabeza en alto, él es mi jefe y yo su empleada, no hay más nada que hacer él mismo está claro de nuestros papeles ahora.

 Tomo mi teléfono y salgo de la oficina.

 No puedo estar más aquí.




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