Amores Que Matan (#1 Secretos)

#4

RYLEE  BOLTON.

 

 

 

— ¿A dónde podemos ir? —Nos pregunta Aspen.

 

Aún no elijamos el lugar al que vamos a ir a comer.

 

Pienso...

 

Pienso...

 

Pienso...

 

Ya lo se.

 

— Que el parece ir a comer hamburguesas. —Se me adelantó Harry.

 

Como se le pudo ocurrir ese comer eso.

 

— Preferiría otro lugar. —Comento Aspen.

 

Aspen odia las hamburguesas.

 

Cuando probó su primera hamburguesa la termino vomitando.

 

No le gustan para nada.

 

Las detesta.

 

Pero yo sí sé que lugar le va a gustar.

 

— Que tal a “El Piccolo” —Propuse.

 

Aspen ama ese lugar.

 

Siempre íbamos juntos.

 

Cuando era su turno de elegir el lugar, ella elegía ese.

 

— Me parece genial. —Responde Aspen.— Vamos.

 

Me agarra la mano y nos lleva a ambos arrastrando hacia el lugar.

 

Se siente tan placentero su toque en mi piel.

 

Como me gustaría que solo me toque a mi de esa manera.

 

Y que nunca me suelte.

 

Que jamás me suelte.




























 































 































 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 


 

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Ya pedimos lo que vamos a comer.

 

A los minutos nos traen los platos.

 

Nadie dice nada.

 

Ni unas sola palabra.

 

Solo nos concentramos en la comida enfrente nuestro.

 

Empiezo a comer la porción de lasaña que hay en mi plato.

 

Saboreo cada pedazo.

 

Es tan rica la lasaña de este lugar.

 

Cuando tengo ganas de comer lasaña siempre vengo a este lugar obvio que con Aspen nunca vengo solo.

 

Luego de unos minutos siento una mirada en mi.

 

Es tan penetrante, que me es imposible no levantar la cabeza.

 

Aspen.

 

Es Aspen.

 

Ella me esta mirando a mi.

 

Me está mirando.

 

A mi.

 

Le regreso la mirada.

 

No puedo quito mis ojos de encima de encima suyo.

 

Es tan hermosa.

 

Su mirada.

 

Sus labios.

 

Su nariz.

 

Todo en ella es hermoso.

 

Su mirar esta diferente a las veces anteriores que me ha mirado.

 

Tiene cierto brillo que no puedo describir.

 

Un brillo particular.

 

Es como si irradiada luz de adentro de ella.

 

Y lo tiene por mirarme a mi.

 

Eso es bueno o malo.

 

Espero que bueno.

 

Un estornudo.

 

De Harry.

 

Es lo que me desconcentra.

 

Y hace que desvíe mi mirada de vuelta al plato.

 

— Salud.

 

— Gracias. —Me responde.

 

Aún siento la mirada de Aspen en mi.

 

Pero esta vez no me animo a mirarla.

 

No me animo.

 

Tengo miedo de que su novio se de cuenta de que la miró y me golpee.

 

Odio la violencia.

 

Me parece algo muy primitivo.

 

Además Harry es más grandote que yo con un golpe suyo sería capaz hasta de matarme.

 

Luego de terminar de comer yo vuelvo a casa y Harry lleva a Aspen a la suya.

 

Me hubiese gustado ser yo el que la lleve.

 

Pero él es su novio, no yo.

 

Me tengo que conformar con ser solo su amigo.

 

Por qué eso es lo único que voy a conseguir de ella.

 

Ser su amigo.

 

Solo su amigo.




























 






























 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 


 
































 

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