Anayra.

☾ Capítulo 1 ☽


 

 

Observo por cuarta vez la libreta antes de ver a Mikazuki, la cual está leyendo algo aburrido.

— Mika — la llamo pero ni me presta la mínima atención — , oye Mika, te estoy hablando.

Resopla la de pelos blancos antes de verme con un ligero ceño fruncido — No — dice sin más antes de seguir haciendo lo suyo.

—Pero no he dicho nada, Mika — me excuso.

— Te conozco, y mi respuesta siempre contigo será no — dice sin verme mientras sigue leyendo todos esos documentos aburridos.

Resoplo antes de acercarme a ella y ver esos documentos, me percato que son del problema que se está teniendo con la frontera entre este mundo y el otro mundo, desde siempre ha existido este problema pero este siglo han sido más persistentes con este tema tan delicado.

Desde hace muchos siglos atrás ambos mundos han estado en paz, pero debido a que Mikazuki provocó una guerra en el otro mundo, la familia que fue afectada le ha tratado de hacer la vida imposible a ella.

La familia que gobierna con la muerte vs la familia que protege a las almas de la soledad. Perfecto título para describir todo lo que pasó en esos tiempos dónde todo era guerra y solo los más fuertes ganaban, aunque creo que ya hay alguien más que creó y relató lo que pasó, sino mal recuerdo es una chica que ha estado por estos lados y decide contar lo que pasa aquí como si fuese una historia de fantasía.

Recuerdo que la primera vez que me topé con ella casi la mato por accidente y Mika casi me mata.

—Oye, Anayra — una voz irritada me saca de mis pensamientos.

—¿Qué pasa? —pregunto mientras veo a Mika, la cuál solo encara una ceja —, solo quiero ver a Destino, nada malo va a pasar, Mikazuki — digo en tono de lamento para que la de orbes rojos me deje ir.

—Ya sabes mi respuesta. Te llamaba era para ver si puedes ir a buscar a Maixon, lo necesito aquí.

Niego — No lo haré sino me dejas ir a dónde Destino — exclamo con burla —, así que me dejas ir o no te hago ese favor.

-Mejor no me hagas ese favor - dice antes de poner se pie y salir de la habitación en completo silencio junto a todos los documentos y sus sombras.

Aguafiestas.

Al parecer tendré que ir yo misma a dónde Destino, aunque puede costarme un poco ya que no soy de este mundo, y a muchos no les agrada los "intrusos". Lo malo, es que se deben de aguantar que estoy aquí ya que estoy bajo la protección de la familia de Mikazuki, y nadie tiene los huevos para meterse con ellos.

¿Cobarde? No, solo astuta.

Necesito la protección de la familia Kylmä para poder seguir moviendome con total libertad en todo este lugar, si quiero saber quién diablos pone mi tablero en peligro, debo de saber todo lo que pasa hasta el más mínimo detalle.

Salgo de la habitación y veo de reojo a una sombra y me doy cuenta que es la misma sombra del cojín por como se mueve con cuidado. Me detengo y veo como él desaparece cuando se da cuenta que sé que me está siguiendo.

Suspiro y sigo caminando por los pasillos de la casa Kylmä, las paredes de color negro con franjas blancas y candelabros en cada tres paredes, las altas ventanas con cuervos de decoración y esas calaveras de un oro puro en todas las paredes como decoración. Todas las manijas de las puertas son de oro puro junto a espinas que recorren desde la manija hasta la parte superior de la puerta.

Cruzo y empiezo a bajar las escaleras hacia el comedor donde escucho una risa, camino hasta allí en completo silencio, hasta toparme con el segundo hermano de esta familia, Damián, este se me queda viendo por unos segundos antes de hacer una mueca y salir del comedor.

La diferencia entre Damián y Mikazuki es completamente espeluznante, Damián y todos los demás hermanos son de cabello negro y de ojos rojos, algo característico en esta familia, ser altos y tener esas vibras oscuras es algo natural en ellos, a diferencia de Mikazuki, ella te da paz con solo verla, sus hebras blancas no son por su madre, sino por lo que vivió ella durante más de 10 siglos.

Paso de largo el comedor y tomo la perilla de la gran puerta y salgo mientras se escucha a lo lejos los truenos y gritos de dolor de la gente , cuando me acerco a la orilla de esta casa veo el vacío y la negrura, si caes allí la gente te olvidará por completo.

Mikazuki ha pasado por tanto.

Suspiro antes de salir de este lugar y llegar a la grande casa donde habita Destino. Puedo escuchar el agua caer de la cascada y como hay tantos pájaros por aquí, después de todo Destino representa uno de ellos. Me acerco a la puerta de color blanco con retazos de enredaderas doradas y toco antes de entrar y ver a un chico allí parado, me le acerco para saber en dónde diablos está Destino.

—Hic rursus, Anayra —habla el chico mientras me observa sin expresión alguna.

—Fatum est hic? — pregunto mientras veo a mi alrededor el lugar en completo silencio.

El chico asiente antes de hacerse a un lado y dejarme pasar por la puerta, sigo de largo hasta llegar al medio de la casa y ver las pequeñas lagunas donde andan pájaros de todos los colores tomando un pequeño baño.

Me siento esperando a que Destino se digne en aparecer. Saco mi libreta y me pongo a leer tratando de matar el aburrimiento de alguna forma.

—Anayra, du hast mein Leben gerade bitter gemacht — habla con sarcasmo antes de sentarse a mi lado.

— Tú también amargaste la mía desde el día en que supe que tú si sabes quién me anda jodiendo la vida — veo directo a sus ojos dorados llenos de misterios —, ¿te agrada ver cómo la gente muere?

Solo se encoge de hombros mientras ve a los pájaros tomar agua — Puedes ser, después de todo — se acerca a mi oído —, J'ai toujours été un pervers en voyant comment les gens meurent et bien plus s'ils sont des humains insignifiants — sonríe antes de volver a su posición inicial.

Lo veo asqueada por lo que me dice antes de suspirar y tratar de imaginar a un Destino que ama a los pájaros y a todo el mundo.




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