Ángel Caído

CAPITULO VI

CAPITULO VI

PARA VIVIR EL INFIERNO NO NECESITAS IR A EL, SOLO NECESITAS TU MENTE Y RECUERDOS DOLOROSOS

                                                                          

Aventé el libro, ya exasperada, Llevamos más de 4 librerías y ninguna tiene información o algo similar.

— Muy bien, momento de rendirse — dije Hundiéndome más en esa incomoda silla.

— Vamos es muy pronto para reunirse — hablo entusiasmado Luk, miré mi reloj y eran casi las 10:00pm, faltaban 5 min. Para que cerraran esta librería, la señora encargada nos había avisado hace 10 minutos.

— Vámonos, falta poco para cerrar, no vamos a encontrar nada — tomé mi mochila y caminé hacia la salida.

— Está bien, vámonos — hablo Zac guardando sus cosas.

Salimos de la biblioteca y fuimos a comprar hamburguesas y pizza para comer y  fuimos directamente a mi departamento. McAllen me envió un mensaje diciendo que fuera a las peleas porque me tocaba pelear hoy a las 12:00 pm,  llegamos y comimos entre bromas y juegos a excepción de mi, yo solo los miraba y de vez en cuando soltaba pequeñas sonrisillas al ser tan Idiotas.

Mire la hora y me sorprendí al ver que eran ya pasadas de las 11:00 pm. Tenía que irme ya para no llegar tarde.

Si algo de infinidad de cosas que odiaba era la inpuntualidad.

— Muy bien chicos hora de irse, tengo trabajo hoy — los corrí mientras limpiaba un poco el desorden.

— ¿Trabajas tan tarde? — hablo Zac

— No es un trabajo muy sano que digamos — le reste importancia.

— Lo sabemos — dijeron todos al unísono,  ¿Qué rayos? Fruncí mi entrecejo y los voltee a ver.

— ¿Y Como  lo saben? — pregunté entrecerrando los ojos.

— Vimos como matabas a aquel sujeto — hablo Niall.

— Sinceramente debajo de su fachada de "Bad boys" a excepción de Zac, no parecen personas que vayan a ese tipo de lugares – caminé hasta mi cuarto y ellos me siguieron, rodee los ojos y bajo su mirada empecé a desvestirme, que más daba, no serian ni las primeras ni las ultimas personas que me veían en ropa interior.

Ellos me miraban atentamente, no sentí miradas de lujuria, solo de curiosidad y sorpresa.

Me coloqué unos jeans rasgados de las rodillas y una camiseta, me cambie mis perforaciones por negras, delinee mis ojos y puse mascara, aplique un color rojo intenso, me coloque unos botas estilo militar y un collar y aretes de cruz, y por ultimo recogí mi cabello en una coleta alta y mi chaqueta de cuero negra. Ellos seguían sin decir nada... solo miraban.

—Enserio odio que hagan eso — dije un poco molesta.

— ¿hacer qué? — dijo Adrik.

— Que me miren como si fuera algo raro — dije sarcástica.

— ¿Porque tienes tantas cicatrices? En especial esa cicatriz con forma de ¨A¨. me tensé y me vino a la mente un horrible recuerdo.

Andrew. Así se llama ese maldito. Había llegado ebrio. 3 semanas antes de que muriera mi hermana. Y como si fuese costumbre fue hacia mi habitación, yo dormía plácidamente con Elizabeth, mi hermana pequeña.

Tapó mi boca y se tumbó arriba de mí dejando caer todo su peso en mí, yo no grite ni hice ruido, no quería despertar a Beth, como yo la llamaba.

— Por favor aquí no — susurré con miedo, protegería a hermanita, incluso si me costara la vida, haría todo porque ella no sufriera, no quería, no me lo permitiría, prefiero morir que algo malo le pase a ella.

Al parecer estaba de buenas porque me jalo del cabello para llevarme hacia el baño y cerró la puerta con seguro. Me aventó hacia la bañera y desgarro mi ropa, desabrochó su pantalón y me tomó del cuello asfixiándome y de una embestida entro en mi haciéndome daño, lloraba pero no gritaba, no quería despertar a Beth. Soltaba pequeños quejidos.

Cuando acabo, tomo una navaja de afeitar y la clavo en mí.

— Para que siempre que la veas te acuerdes de mi — dijo mientras desgarraba mi piel, quería gritar del dolor, gritar a todo pulmón, sin embargo no dije nada, este al parecer se enojó y me empezó a golpear hasta que se cansó y se fue dejándome ahí, llene la tina con agua fría y me acosté llorando en silencio, me lave bien, me cambie, limpie mi herida y me acosté junto a mi hermana, ella abrió perezosamente sus hermosos ojitos azules como los de mamá y me miró, se acercó a mí y me abrazo. Nos hundimos en un abrazo y la tranquilidad me embargo de inmediato. Ella era mi angelito.

— Abby¿estas bien? - hablo Luk mientras chasqueaba los dedos.

Cuando Salí de mi ensoñación Los voltee a ver a todos y me miraban con cierta lastima en sus ojos, como si hubieran podido ver lo que recordé.

¿En qué pensabas? — me preguntó Luck.

Nada importante — dije aun distraída, me acorde de mi pequeña, daría todo porque ella estuviera aquí conmigo.

¿puedo ir contigo? — hablo Matthew contento.

— Solo si no eres una nenita asustadiza si — dije burlona mientras volteaba a ver a Adrik, él me regreso la mirada molesto.

Okay, nos vamos todos en la camioneta — dijo Nathan mientras caminaba en la puerta, yo como de costumbre rodé los ojos y Sonreí, eran unos infantiles.

¡Muy bien, vámonos! — grito Luk.

Nos dirigimos a su camioneta y puse mi GPS para guiarlo hasta allá. Okay, esto será interesante, sonreí de lado.

NO PUEDES CAER CUANDO ALGUIEN TE TOMA FUERTE POR LA MANO


 


 




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