Una semana es la que llevo en esta universidad donde a veces siento que no encajo, sinceramente quisiera retirarme, sin embargo no debo rendirme darle lugar a que estén hablando de como soy, creo que lo mejor es no prestarle atención a las habladurías. Cierro los ojos al sentir el viento soplar fuerte y acariciar mi rostro
—Que hace una niña tan linda y solitaria en este lugar— Se escucho la voz de un chico, rodé los ojos y sin querer decir nada bufé irritada- Eres maleducada, solo quiero saludarte en buena honda, pero tal parece que no deseas entablar una buena platica conmigo. – Nuevamente rodé los ojos.
—Prácticamente me estas llamando grosera, Uh esta bien me llamo Cristal Miller y soy ciega—Respondí con sarcasmos.
—Valla Cristal pero eres muy bella y ser ciega no define algo malo, aparte de eso tienes una voz tan angelical. – comento con voz firme y elegante. – Me llamo Camilo y estoy en la misma sección que tu, deseo ser tu amigo, te estuve observando toda la semana quise hablarte desde el primer día pero me abstuve a que me dieras una bofetada. – Ríe con gracias.
—Tampoco soy violenta – Repliqué con ganas de reír.
—Te ves más linda cuando sonríes, espero podamos ser buenos amigos, y te digo la neta soy de esos que le gusta hablar mucho y hacer reír, así que desde hoy seremos amigos.
No sabia a que responder, era la primera vez que hablaba con un desconocido y lo más raro es que le respondí, creo que es la primer vez que me agrada alguien que no sea de mi entorno.
—¿Aceptas ser mi amiga? – inquirió muy cerca de mi hasta el grado de sentir su respiración en mi cuello, me aleje de él y algo nerviosa le digo:
—Estas tratando de cortejar con mingo o algo así —El chico ríe despacio.
—Se nota que eres mal pensada y desconfiada, no niego que eres muy bonita pero no soy de esos que se aprovechan de las chicas o las coquetea. Bufo aburrida de tanta platica.
—Esta bien podemos tratar de ser amigos si eso deseas, ahora puedes irte por dónde viniste estoy algo ocupada.
—Vaya no lo estas, se ve que eres una chica que prefiere estar sola a que entablar una amena platica con un chico amigable, pero esta bien, por esta me iré ya sabes solo por esta vez querida amiga Cristal. Te dejo ya que tus hermanas vienen por ti – Dicho eso el tal Camilo decidió en irse, suspire y aprecie el olor de las rosas que si no me equivoco están alrededor de los bancos.
—Cris, ya estas lista para irnos a casa—se acercó Casseling y de lejos puedo oír a la parlanchina de mi otra Hermana. – Ya sabes que esta noche iremos a bailar- Asentí elevando la comisura de mis labios, este día quiero salir con mis hermanas a bailar, quizás no puedo ver pero si puedo percibir el brillo de las luces, también puedo tocar objetos y reconocerlos utilizando el sentido del tacto la cual envía señales a mi cerebro o también puedo ver las cosas decodificadas para poder distinguir y utilizar mi visión en otras palabras convertirla en mis ojos, así reconozco los objetos o imágenes pero primero se debe entrenar a las personas con ceguera. De igual manera utilizo la ecolocación humana la cual me ayuda a poder caminar por una calle que no esté muy transitada sin necesidad de utilizar el bastón, suficiente con el sonido o el eco que se produce al caminar.
Llegando a Casa entro a mi habitación me despojo de mi ropa y a tomar una deliciosa ducha, el calor aquí en Managua es insoportable, pasaría todo el día en la bañera si fuera necesario.
Cuando salgo a pasos lentos, me seco el cuerpo y aplico loción corporal y crema hidratante.
Termino de vestirme con una mini falda, blusa escotada junto a su bléiser y medias negras junto a mis botas altas, suspirando le pregunto a mi mejor amiga si me veo bien. Al instante ella ladra en aprobación, eso quiere decir que me veo más que reluciente, me despido de Luna y a pasos lentos salgo de la habitación.
Al bajar al living oigo decir a mi madre que seria mala idea salir a estas horas de la noche, ella como siempre de protectora.
—Madre déjanos salir a despejar un poco el cerebro más que todo queremos a que nuestra pequeña Cris se divierte o piensas que la tendrás aquí todo el tiempo encerrada – Dijo Cassandra con todo molesto.
—Hijas – Susurro mi madre – Esta bien dejen de ser tan manipuladoras y vayan con cuidado, le diré a Kemil que las lleve.
Mis hermanas gritaron y luego se chocaron las manos mientras que yo sonrío.
—Gracias mamita—Agradecí acercándome a ella, al instante me abraza dejando un suave beso en mi frente.
Llegamos al Star club ubicado en la calle 7 sur creo que así se llama, mis hermanas no sueltan mi mano por nada, juntas entramos al club, el bullicio era algo agradable, las luces seguramente eran de varios colores, el sonido del parlante sonaba fuerte, provocando el grito y la exaltación de varias personas la cual me imagino que disfrutan y tienen el derecho de sentir esa adrenalina al momento que bailas y sudas, quería sentirme de esa manera, Cassandra se encontró con su novio y le dijimos que fuera a estar con él, ella se negó pero al final acepto, luego Casseling y yo tomamos un poco para ir a bailar, la noche estaba divertida, quizás para los que no me conocían aparentaba ser una persona sin ninguna discapacidad y eso me hizo sentir bien, baile tanto que los pies se me cansaron, mi hermana Casseling reía feliz y por un momento me olvide de mis problemas.
—¿Te gusta esta música?—Le pregunto a mi hermana.
—Si, es Beat my heart de Hillary Duff—Susurro cerca de mi oído entras tomaba mi mano. Le sonreí y seguimos bailando al son de la música, cuando nos cansamos salimos un rato al pequeño barandal a tomar aire, mi hermana me pidió que me quedara sentada sin moverme ya que ella iría en busca de Cassandra la cual desapareció de su campo de visión. Asentí pidiéndola que se apurara, limpie mi sudor y mientras bebo una soda, pienso en cómo sería estar al lado de la persona que amas, lo cuestiono por el hecho de percibir como Cassandra esta perdidamente enamorada de su novio, esperemos que sea un amor de verdad y que Taylor se un buen chico. Suspirando pienso en aquella persona del cual me había enamorado hacia ya mucho tiempo, a veces me pregunto que habrá sucedido con él, ni siquiera tuve el valor de preguntárselo a mi cuñada, bah creo que el ni se acuerda de mi.