Daniel
Alegría, felicidad y a la vez melancolía, eso gritaba mi cabeza cuando mi ángel despertó del coma, sin embargo, despertó sin recuerdos de todo lo que le sucedió incluso de su vida y la de todas las personas que la rodean, seguramente la tristeza a bloqueado todo el mal momento que ella vivió junto al maldito de camilo, que ni muerto puedo perdonar el daño que le causo a mi chica, el medico nos dijo que esta la posibilidad que el golpe en su cabeza haya provocado severos golpes dejando un trauma, por otro lado ella seguramente sufrirá cuando recupere la memoria, eso sería fatal, el medico no dio muchos detalles de su recuperación sin embargo puede ser de corto a largo plazo. Dejo mis cavilaciones a un lado al escuchar la discusión de mis padres el cual trata sobre el tema de mi novia, niego tratando de controlar mi enojo.
– Luz clarisa debes dejar que Daniel haga su vida como a él le parece, ya no es un niño, pienso que es suficiente que lo quieras controlar. Sé que amas a nuestros hijos, pero entiende mujer. – replico mi padre con voz autoritaria a lo que mi madre tapo su rostro.
–Entiende tú, esa familia esta maldita desde la vida jovial de sus padres, por esa razón esa chica vive sufriendo desde pequeña, por culpa de ellos mis hijos fueron secuestrados hace años, cosa que jamás olvidare, desde que se han involucrado con esa familia nuestra vida cambio.
Suspirando me levanto del comedor, tomo mi bolso y decido en irme de aquí.
–Hijo debes dejar a esa chica. – niego mirándola a los ojos.
–Eso nunca sucederá madre, amo a Cristal sobre todas las cosas y tu opinión es lo de menos. – dicho eso salgo de la residencial a toda prisa, subí a mi moto y arranque a toda velocidad
No entiendo la actitud de mi madre, no permitiré que se interponga en mi relación con Cristal por ahora ella no está bien porque perdió la memoria, pero eso no significa que me rendiré, eso jamás sucederá, le daré su tiempo, quizás cuando ella recuerde todo volverá a mí. Resoplo el aire contenido en mi pecho, necesito despejar la mente y dejar de pensar en todo lo que me acompleja, debo tener la mente fría para lo que viene, sin embargo, algo en mi interior me dice que ese maldito de Camilo le hizo algún daño aparte de haber provocado el accidente, por esa razón Cristal me teme.
¡Maldición! No quiero pensar lo peor, pero está la posibilidad de que ese muerto le haya hecho algún daño físico. No y no quizás estoy pensando mal. Al llegar al puerto salvador allende estaciono mi Harley en el parking, pago la entrada y camino desganado, saco mi celular de mi bolsillo y empiezo a tomar fotografías del parquecito donde están las antiguas casas de la antigua Managua antes del terremoto, quiero sentirme vivo y tranquilo, creo que me volveré loco de tanto pensar, llevo días encerrado encima teniendo pesadillas del pasado, me dirijo hacia la pista para disfrutar un poco de las carreras, al llegar me senté en uno de los banquillos y observo la zona repleta de jóvenes, la música suena a todo volumen, en una esquina las chicas bailan y patinan, al otro extremo están las carreras con las motos que pertenecen aquí, algunos chicos hacen piruetas en los balancines. Wau es emocionante ver la manera en como los chicos dominan el salto para hacer piruetas.
–Hola Daniel–gire el rostro al escuchar la voz de una chica llamarme, le sonrió, ella hace lo mismo. La quedo viendo ya que realmente no sé quién es, en su mano lleva una patineta de madera, es morena y muy esbelta.
–Hola, me podrías disculpar, pero nos conocemos de algún lado– inquiero dudoso, la morena sonrió de lado y asintió.
–Aquí mismo te conocí hace unos meses atrás, mi nombre es Andrea. – susurra apenada, ella sonríe de lado y luego niega. No puedo creer que se me haya olvidado el rostro de esta chica.
–En serio lo lamento mucho, me pregunto del porque no me acuerdo, quizás he tenido tantas cosas acumulad o en mi cabeza, disculpa creo que ya pronto olvidare hasta mi propio nombre. –Exprese sobándome la frente a lo que ella rio por lo de mi comentario.
Charlamos un poco sobre las carreras que hacen aquí de noche y afueras de Managua, pero esos eran ilegales y muy peligroso, por cierto, ni siquiera lo intentaría hacerlo, no quisiera estar en asuntos legales, lo mío es hacer lo correcto. Andrea me comento que ella es cubana, pero su mama es de estos lados, cuando sus padres se separaron su madre tomo la decisión de regresar a Nicaragua hace algunos años, me hablo sobre sus estudios y está en una de las universidades más prestigiosas, me comento que tenía un novio pero que ambos se dejaron porque ya no se amaban era más costumbre que amor o aburrimiento algo así.
Me pregunte internamente si fue amor a primera vista o un amor verdadero ya que el amor verdadero no tiene límites en donde decida acabar, me enamore de Cristal desde que era un niño y aun la amo a pesar de los años y de esa distancia en que estábamos, no podría aburrirme de ella, sin importar lo que suceda. Observo la hora en la pantalla de mi móvil, quedo sorprendido al ver lo tarde que es, son más de las cinco de la tarde, de tanto hablar se me paso la hora en la que tenía que irme para la casa.
–Dios mío ya es tarde, debo irme, mis amigos ya no están de seguro que se les olvido que estaba aquí o habrán pensado que me fui, maldición como me iré a casa– replico Andrea levándose de la banca, la observe detalla mente, se notaba tensa,
–Calma, que tal si te paso dejando a tu casa y listo.
Andrea me observo sonriendo levemente luego asintió.
–Espero no ser una molestia Daniel –niego sonriéndole. Caminamos hasta el parqueo, entrego la tarjeta y recibo mi moto, subo a mi moto y lo prendo luego le digo a la chica que suba, ella empieza hablar sin embargo mi cabeza empieza pensar en Cristal, tengo tantos deseos de verla, besarla y tenerla cerca, la extraño tanto que la verdad mes estoy desesperando por llamarla, sin embargo, no lo hare ella pidió espacio y se lo daré. Dejo de pensar por un momento cuando Andrea me habla.